Juana Repetto es madre soltera, lo que no quiere decir que esté sola. Además de su tribu de mamás, están su familia, sus amigos, ¡tantísima gente que la quiere y ama con locura a Toro! Pero, claramente, esa circunstancia la pone en un lugar diferente en cuanto a la crianza respecto a otras mamás que sí están en pareja. De eso hablamos con ella.
–Dada tu situación de madre soltera, que no es sola, ¿qué hay de la figura paterna? ¿Te preocupa que pregunte por el papá?
–No me preocupa pero sí me ocupo en tratar de estar atenta al tema, aunque sé que todavía es temprano. Me gusta estar prevenida, poder tratar bien el tema cuando llegue. Además, mi niño es bastante avanzadito y ya habla algo y pregunta de todo, escucha que una amiguita está con su padre, sabe que mi papá es mi papá…
–Igual, hay muchos varones alrededor.
–Claro, tiene un montón de figuras masculinas. Con mi papá se lleva espectacular.Toro tiene fascinación por las motos y eso se lo pegó él. Con mi hermano juega mucho al fútbol, así que es fanático de las pelotas. Mis amigas me cargan: "Justo vos, que podrías tener un nene que si quisiera pintarse las uñas de rosa lo harías, te salió re chonguito".
–El hecho de ser madre soltera, ¿hace que la familia quiera intervenir más, opinar más?
–Ya desde el embarazo me informé mucho y fui dejando bien en claro cómo venía la cosa, de tal modo que nadie se atrevió a intervenir. Igual, siempre van a opinar y lo cierto es que a la larga una necesita apoyo. En esos primeros meses en los que estaba muy asustada, me apoyé mucho en mi vieja. Toribio tenía un moco y yo pensaba que no podía respirar. Ahora me río y no lo puedo creer, pero en ese momento no podía pegar un ojo porque el chico tenía un moco y yo tenía que chequear que respirara. La experiencia, el apoyo de que alguien me tranquilizara, fue fundamental. Ahí sí sentí que el compañero, sea quien sea que tengas al lado en ese momento, te alivia. Que ante tus miedos alguien te diga que no te preocupes, que está todo bien, es necesario.
–A la hora de tomar decisiones, ¿en algún momento te pesa tener que hacerlo sola o te sentís más libre?
–Es el gran privilegio de no tener que compartir decisiones ni negociar. Soy bastante estricta en la forma de crianza que elegí. Por ejemplo, Vicky, mi socia en el blog, hay cosas que haría, pero que si el marido no está de acuerdo, tiene que negociar. Es lo que mis amigas más me envidian: poder tomar decisiones sin que nadie se oponga.
–¿Sentís que la gente quiere verte en pareja?
–Forever alone, jajaja… No, creo que la gente que me sigue me ve muy sumergida en otra cosa. Yo digo que sigo puérpera… de hecho, todavía no volví a menstruar. Como suelo decir, "hasta que no me venga, no se me acaba la licencia por maternidad". Es como que no quiero que me venga, siento como que algo se termina, eso que empezó con la ausencia de la menstruación.
–¿Querés tener otro hijo? ¿Mejor en pareja o sino, otra vez por tu cuenta?
–No todavía y me gustaría vivir la experiencia de compartir la crianza con el segundo. De todos modos, estoy segura de que se puede, hay un montón de mamás que por diferentes circunstancias tienen más de uno y es posible criarlos sola.
Por Florencia Romeo / Producción: Gigi Viappiani / Fotos: Rosalía Cameroni.
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