Empezá a vivir tu parto: cómo es la etapa final

Estás ansiosa y soñás con el día en que nazca tu bebé. En esta nota te contamos cómo va a ser, así te vas preparando.

Guardar
Foto: Archivo Atlántida / Para Ti Mamá.
Foto: Archivo Atlántida / Para Ti Mamá.

Finalmente ¡llegó la hora! "¿Estará por nacer o es falsa alarma?". "¿Son contracciones de parto?". Como esta, hay decenas de preguntas que te vas a hacer. Incluso, si no es tu primer embarazo, sabés que todo puede ser totalmente diferente a la vez anterior. La realidad es que es imposible predecir todo lo que irá a suceder con exactitud, pero sí podés ir imaginándotelo, y viviéndolo desde ahora. ¿Cómo? Leyendo esta nota.

Porque lo que hicimos con el obstetra Marcelo González Bernal fue repasar las opciones que se pueden ir presentando, como para que llegues al gran momento con toda la información necesaria. El mejor antídoto contra la ansiedad.

Primera etapa: el trabajo de parto

Durante el embarazo, la consulta con el obstetra es mensual y en el último mes, semanal. En estas últimas es probable que el médico te haga tacto y así compruebe si el cuello se está borrando y hasta si ya tenés algo de dilatación. Cuando advierta que estás en etapa de preparto, seguramente te aconseje que descantes, no te agotes y tengas el bolso listo.
¿Cómo darte cuenta de que entraste en trabajo de parto? Según el asesor, inicia cuando la dilatación supera los 4 cm, sumado al acortamiento o borramiento del cuello del útero, más las contracciones uterinas, que deben ser rítmicas y regulares. Todo esto es independiente de las semanas que se tengan de embarazo, incluso es habitual que un parto sea antes de la fecha probable y, a la vez, puede asociarse a la rotura prematura de membranas o no.

El profesional también explica que a veces hay falsas señales de parto con las denominadas de Braxton Hicks, que se caracterizan por ser de corta duración y baja intensidad. Es normal que se presenten durante el embarazo y se acrecientan pasadas las 32 semanas. Tu obstétrica te va a enseñar a reconocerlas en el curso preparto y, ante la duda, la llamás, le comentás cómo te sentís y te va a orientar. Si corrobora que realmente estás en trabajo de parto, te va a indicar que te acerques a la guardia del hospital o sanatorio donde vas a tener a tu bebé.

Es de rutina el paso por la guardia para establecer, según el examen ginecológico, cuál es la situación real: si tenés menos de 4 cm de dilatación, podés pasar a una habitación de preparto y volverás a ser evaluda 2 horas después; si tenés 4 cm o más (los bebés suelen nacer con 10), ¡todos a la sala de parto!

Segunda etapa: la preparación para el parto

Cuenta el especialista que cuando la evolución del trabajo de parto lo requiere, se puede usar medicación para que las contracciones sean más intensas o más duraderas y de esa forma lograr más dilatación. Y agrega: "También se puede romper la bolsa para hacer que la cabeza del bebé apoye sobre el cuello del útero y así logre estimular más contracciones uterinas y modificaciones del cuello.

Una vez que inicia el trabajo de parto (más de 4 cm de dilatación) se coloca una vía venosa, para tener seguridad y poder pasar medicación. No se recomienda y está en desuso el rasurado de la zona genital y el uso de enemas evacuantes". Seguramente ya te den un camisolín amplio, así te sacás la ropa interior y podés seguir trabajando cómoda con la respiración, como aprendiste con la partera en el curso preparto.
Para evaluar la vitalidad del bebé antes de nacer, durante el trabajo de parto se usa el monitoreo que, por un lado, mide la frecuencia cardíaca fetal y, por otro lado, la intensidad de las contracciones uterinas. En cuanto a la analgesia peridural (se da en la espalda, en la zona lumbar entre las vértebras), el anestesista te va a aplicar una dosis que te permita sentir las contracciones, pero que no te duelan.

Tercera etapa: el parto

Una vez que te apliquen la analgesia (se realiza siempre en sala de parto o quirófano) ¡tu bebé está por llegar! Y estarán presentes: la partera, el anestesiólogo, el neonatólogo, enfermeras neonatal y obstétrica, y por supuesto, tu pareja. Al momento del nacimiento se sumará el obstetra, que será el encargado de hacer nacer al pequeño.
Lo primero que hacen los neonatólogos cuando nace el bebé, es el Test de Apgar, evaluación que se realiza al minuto, a los 5 y a los 10 minutos posnacimiento. El puntaje en el minuto 1 determina cuán bien toleró el bebé el proceso de nacimiento y el puntaje al minuto 5 cómo está evolucionando.
Luego, el obstetra va a cortar el cordón (a veces lo hacen los papás). Y por último pondrá al bebé en tu pecho para que lo puedas besar y abrazar un rato.

Lo primero que hacen los neonatólogos cuando nace el bebé, es el Test de Apgar, evaluación que se realiza al minuto, a los 5 y a los 10 minutos posnacimiento.

Cuarta etapa: el alumbramiento

Después de ese primer encuentro con tu bebé, el neonatólogo (también puede ir el papá) lo va a llevar a la sala de recepción del recién nacido para bañarlo y sacarle un poco de esa crema blanca con el que nacen llamado, llamado unto sebáceo. Además de eso, también le van a hacer controles de la frecuencia respiratoria, cardíaca, el tono de los músculos y su coloración. Mientras tanto vos vas a seguir en la sala de parto y el obstetra se encargará del alumbramiento (sacar la placenta con una tracción del cordón o esperando que salga espontáneamente). Y si tuvo que hacerte episiotomía, suturarla.

Quinta etapa: ¡A la habitación!

Si todo está bien, se suele estar 48 horas internada. En este período una puericultora te va a enseñar a dar la teta y te van a dar los tips de cuidados básicos de un recién nacido. Empieza una nueva vida de felicidad, ahora ¡a disfrutar!

 

Por Florencia Romeo y Paula Labonia / Asesoró: Dr. Marcelo González Bernal, obstetra de Alto Riesgo en Obstetricia del Hospital Universitario Austral, M.N. 95.768.

 
Guardar