No duele, no molesta. Es totalmente inofensivo aunque muchas veces despierte preocupación. "El hipo en los bebés es causado generalmente por la inmadurez de su sistema nervioso, que provoca contracciones repentinas e irregulares en el diafragma", asegura la pediatra Vivian Bokser.
Y agrega: "El diafragma es el músculo que está en la base de los pulmones y que participa en cada movimiento respiratorio: inspiración y exhalación. Es justamente un movimiento involuntario de este músculo; un espasmo que se repite varias veces por minuto. El flujo brusco de aire dentro de los pulmones hace que la glotis (espacio de la laringe entre las cuerdas vocales) se cierre generando el sonido característico".
Diafragma enloquecido
La doctora cuenta que, considerando que responde a cuestiones madurativas, el hipo es algo muy normal especialmente en los bebés hasta los 6 meses de vida. A medida que van creciendo, su frecuencia disminuye. Así como aparece repentinamente, también desaparece. "Puede provocarlos que el diafragma se irrite y produzca contracciones por una ingestión excesiva de alimentos, un sorbo rápido de líquido, por tragar aire o incluso por algún cambio de temperatura", cuenta la especialista.
El hipo es algo muy normal especialmente en los bebés hasta los 6 meses de vida. A medida que van creciendo, su frecuencia disminuye
Truquitos
Si bien no hay fórmulas mágicas para evitarlo, sí existen algunos trucos que pueden usarse para quitarle el hipo a los chiquitos. "Un bebé tiene más riesgo de tener hipo si traga aire mientras está siendo amamantado. En este caso, la mamá debe dejar de dar el pecho al bebé y, pasado algunos minutos, reiniciar su trabajo evitando la entrada de aire. Una vez concluido el proceso, no olvidar colocar al pequeño en posición vertical para facilitar la eliminación de aire", recomienda la doctora.
Lo mismo pasa si la mamá nota que su bebé come muy rápidamente. Sugiere esperar unos minutos, dejar que el bebé descanse y luego volver a intentarlo. En cambio para aquellos alimentados con mamadera es fundamental chequear que el tamaño de tetina sea el correcto. Y si pudiera responder a que hace frío, habría que irse a un ambiente sin corrientes de aire y abrigado.
Sobre las estrategias como tomar un vaso de agua con la nariz tapada o retener la respiración por varios segundos, la médica afirma que son métodos que funcionan sólo para algunos, que carecen de una explicación científica y que claramente no pueden aplicarse a los bebés.
Si persiste…
"Los padres deberán consultar a su médico solamente en los casos en que el hipo no se detenga por un período prolongado, si encontrasen algún síntoma extraño en el bebé o cuando con certeza sea lo que está provocando el llanto. Aunque la consulta no debería ser de urgencia y con alarma, sino que incluirá un chequeo para garantizar que todo siga su curso normal", concluye la experta.
Por Milagros Mignaquy / Asesoró: Dra. Vivian Bokser, pediatra del Hospital General de Niños "Dr. Pedro de Elizalde", M.N. 97.758.
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