Colegiales se abre a nuevas propuestas. Bares y restaurantes se camuflan en armonía dentro de un barrio de casas residenciales donde casi todos se conocen.
¿El mayor exponente?, ¿el que generó mayor curiosidad? La Tornería de Camila, con su cocina de autor, un término bien empleado, ya que la mano de Camila Pérez se nota. La cocinera no eligió el barrio (el espacio fue el premio por su paso por el reality Dueños de la cocina), pero no podría haberle ido mejor. Los vecinos ya adoptaron el lugar como propio: ¿Ya pasaron por lo de Camila?", es el comentario común de la gente de la zona. Con estética de garaje y cocina a la vista, todo es fresco y está pensado para el disfrute, empezando por sus paneras. Con sabrosos platos, el restaurante se convirtió en el lugar donde reunirse a comer, en familia, con amigos.
La Tornería está sobre la calle General Freire, que es –junto a Superí– la arteria que comunica con su vecino Palermo. La que supo ser "la calle" del rock, con radios y zona de productoras, hoy se deleita con lugares a puertas cerradas como Treintasillas (@treintasillas) o el más nuevito y comentado Anafe (@anafe.ba).
Con tanto movimiento inmobiliario, casonas convertidas en edificios y nuevos vecinos, el barrio ve con agrado el nacimiento de nuevas propuestas. Quien vive en Colegiales ya no "necesita" moverse hasta Palermo; cuenta con su propio Taco Box (Freire 1201) para ir con amigos, además de un espontáneo circuito cervecero con joyitas como Strange Brewing (Delgado 658); ahí podés probar desde Sentido Común a Amor Amarillo.
También están Temple Craft (Av. Elcano 3256), La Birrería (Av. Elcano 3055, a metros de Freire) o Cervelar (Av. Elcano 3342). Además desembarcó Charlone (Gral. Freire 745) y se le sumaron The Beer Place (Zapiola 1399), Buena Birra Social Club (Zapiola 1353), Berna (Zapiola 1502 y Virrey Avilés) y On Tap, para disfrutar de unas cervezas, ribs y hamburguesas.
POR EL BARRIO. Para ubicarte, si llegás a las "cinco esquinas" (el cruce entre Av. Forest, Av. Álvarez Thomas, Av. Elcano), territorio de la ochentosa New York City y un clásico pizzero como es La Mezzetta (Av. Álvarez Thomas 1321), ya estás en zona. Elcano, la avenida que antes estaba llena de jugueterías –Compañía de Juguetes invita a decorarlo todo– y librerías, ya que no por nada Colegiales bordea la zona hot de colegios, hoy cambia su semblante.
La Iglesia San Ambrosio se codea ahora con un espontáneo circuito gastronómico. Con clásicos como The Oldest (Elcano 3410), donde podés ir para el café de la tarde, la picada de la tardecita o la comida o snacks de la noche. O, cruzando la avenida, Ròncole Pane e Caffe, para toda hora. Con desayunos, riquísimos brunches (abundante, al estilo italiano) en Elcano y Enrique Martínez. También, almuerzos (menú ejecutivo de lunes a viernes) y distintas opciones para la hora del té: torta de ricota y almendras, crumble de manzana ($ 88), roll de canela ($ 41) o tiramisú ($ 137). El ambiente es súper agradable para encontrarte con amigas o planear alguna reunión de trabajo, ya que es zona de productoras y muchos vecinos optan por la modalidad home office.
Justo enfrente está Dulce Buenos Aires (Gral. Enrique Martínez 1402) y, bien cerca, Tienda de Café (Av. Elcano 3189) y Starbucks (Av. Elcano 3179), si preferís el autoservicio. Ambos adaptaron su estética a casonas antiguas del barrio. De la misma forma que Rapa Nui, a donde llegan atraídos por sus helados artesanales y chocolates. Atención: si vas con chicos, no podrán resistirse a los huevos de chocolate (huevos de Pascua, ¡todo el año!). Sus vitrinas se lucen llenas de bombones. Para la tarde, la cita es en Crisol, el clásico café de la esquina que combina el buen café de especialidad con opciones dulces y saladas. Taquitos de ternera braseada ($ 155) o su granola con yogur y frutas ($ 120).
Colegiales invita a adentrarse entre "los Virreyes" caminando o en bici (muchos lugares son pet friendly) y dejarse llevar entre Virrey Olaguer y Feliú, Virrey Arredondo, Virrey Loreto y Virrey Avilés. La tranquilidad que le daba a la zona la vía del tren hoy es lo más buscado para quienes no quieren ni acercarse a las avenidas. Allí están Loreto (Virrey Loreto 2912, donde todos se conocen), Les Croquants (Zabala 3402, con sus macarons y deliciosos mooncakes) y opciones como Le Blé (Céspedes 3148) o La Prometida (Delgado 1189), justo en la esquina frente a la plaza. A la hora de un buen take away, todo apunta hacia Labor, con su imperdible bondiola o su tapa de asado (bien vale ir especialmente por ella).
Calles como Zapiola toman fuerza: así, entre casonas y PHs, encontrás mercados como Boquería (Freire 1302), barberías, bares y centros de talleres. Como Cultural Freire (Freire 1090), que exhibe performances, exhibiciones y recitales, además de un espacio para degustar cervezas. Las tiendas palermitanas también se mudaron para esta zona y son la excusa para parar mientras elegís dónde comer o bien al revés, para ir directo a por ellas (Neoda, en Álvarez Thomas 859, es una tentación) y entretenerte con la oferta de bares. Podés hacer un alto por La Dominga Cosas (Freire 1514), donde se dictan talleres en el primer piso y predican "somos vecinos, amigos, familia…", Kom (Conesa 600), Millefiori (Freire 814) o bien un clásico del barrio, como es Laboratorio de Objetos (Olleros 3295). Detalles que hacen de Colegiales una zona para disfrutar.
Textos: Paula Ikeda (pikeda@atlantida.com.ar) Fotos: Julio Ruiz
SEGUÍ LEYENDO:
El boom más dulce: circuito pastelero de churros y donas