El boom más dulce: circuito pastelero de churros y donas

Hasta no hace mucho las donas eran para los norteamericanos y los churros para las fechas patrias. Pero de un tiempo a esta parte se pusieron tan de moda que hasta cuentan con lugares súper especializados. Hablamos con sus impulsores, te contamos dónde comprarlos y también cómo hacerlos en casa.

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Variedad de sabores en The Donuts Market.
Variedad de sabores en The Donuts Market.

"¿Sabés qué venden?" La pregunta se repite en cada transeúnte que cruza esta esquina estratégica de Palermo (Thames y Soler), donde cada tarde se agolpan personas y filas de autos como si fuera la salida de un colegio. Las largas colas son para esperar… ¡donas!

Desde que abrieron hace casi tres meses, en Donut Therapy no tienen respiro. Una suerte de terapia dulce, en esta tienda cada tanda de donas recién hechas genera una andana de pedidos. Grandes y chicos por igual se acercan al lugar atraídos por su idea de "solo donas".

Color en The Donuts Market.
Color en The Donuts Market.

"Soy cocinero. Un día me puse a hacer donas, se las di a probar a mis amigos, ellos me dijeron que las tenía que vender y así empecé", cuenta su creador, Gustavo Castillo, sobre este proyecto que comenzó hace tiempo, pero que hoy tiene local a la calle.

Se especializan en donas "al estilo americano" –las glaseadas tradicionales son infalibles– aunque también hay un plus: Gustavo es venezolano y entre sabores como Choco chispitas, Maple, Reese's o Salted caramel se cuelan las de Guayaba y Queso.

Versión minichurros, especial para eventos by Chuck.
Versión minichurros, especial para eventos by Chuck.

"De a poco vamos a incorporar ingredientes venezolanos", adelanta. "Hay sabores clásicos, aunque también tenés lemon pie, un cheese cake, un maracuyá… clásicos sí, pero no en versión donuts. No hay límites", se ríe Gustavo quien además de dulces apostó por saladas e incluso creó una edición limitada con gusto a pizza.

Las imágenes de Donut Theraphy se repiten en las redes (la dona manía se deja ver en cada detalle de la ambientación del lugar) y generan filas de clientes golosos –de manera similar a lo que sucede en Nueva York con las cronuts de Dominique Ansel– que esperan con paciencia por cada tanda.

En Palermo abrió Juan Pedro Caballero, la churrería. Con sabores diferentes y toppings parachuparse los dedos.
En Palermo abrió Juan Pedro Caballero, la churrería. Con sabores diferentes y toppings parachuparse los dedos.

Como todo producto artesanal, lo bueno se hace esperar y las donas se venden hasta agotar stock. Lo cierto es que en Argentina el mercado del dulce pega fuerte y, como nunca, las donas salen como pan caliente, ¡un delicioso pan caliente!

Una vez instaladas en el mercado, estas instagrameables rosquillas se convirtieron en las más buscadas. Así pasa en Tepuy (@tepuybsas) donde se abren camino entre delicias como el cinnamon roll o los pasteles (pies). ¿Ya chusmeaste la receta que nos pasaron?

En Palermo la dona manía se extiende. Hay opciones para todos, desde The Donuts Market (@_thedonutsmarket_) y sus rosquillas especiales o con helado hasta las rosa chicle que incorporó la propuesta de Starbucks.

No están solas, hace una semana también se sumó, directo desde Banfield, Benedet Donas (@benedetdonas), con sabores como Oh my good Oreo o C. A. Banfield para acompañar con mate cocido.

Como en la costa, así sonlos churros de Divisadero.
Como en la costa, así sonlos churros de Divisadero.

¡ABRAN CANCHA! El boom por lo dulce no sólo apuesta por donas. El antojo de churros ya no queda para fechas patrias o la escapada de fin de semana a Mar del Plata.

Si no vas a la costa, la costa viene a vos. Esa es la idea de Divisadero (@divisaderoparador) con sus churros en los Arcos de Palermo. Para comerlos con dulce de leche al sol. La pasión por estas delicias es tal que a pocas cuadras de Donut Theraphy abrió la churrería Juan Pedro Caballero (Thames 1719, @xjuanpedrocaballerox).

"El churro es un producto que está arraigado en la cultura argentina. Había un consumo ya instalado, pero quisimos hacer algo nuevo", explica Germán Sitz. Así nacieron sabores como Lemon pie, Cannoli (con ricota, pistacho y toffe), Banana split, Choco dark (con peperoncino) o Carioca (con coco, mango y maracuyá), cada cual con sus toppings. Para deleitarse y mojar en chocolate caliente.

"Reinterpretamos postres clásicos y le dimos una vuelta de tuerca a la estética. Nos divertimos jugando con el churro como objeto prohibido, la gula, los placeres y el pecado", detalla sobre el local 100% especializado.

El fenómeno Donut Theraphy. Pionero de esta dona manía.
El fenómeno Donut Theraphy. Pionero de esta dona manía.

Con una idea similar nacieron los churros Chuck (@chuckbsas) para eventos. Catalina Quintela pasó de ser productora de moda a churro fan: "Siempre me gustó la gastronomía, estudié en Gato Dumas y quería hacer algo de repostería. ¿Tortas? ¡Había muchas! Así que con dos amigas apostamos por los churros".

Catalina cuenta que están de moda. "Los había en Nueva York, Barcelona o Madrid, pero los que había acá no nos convencían, eran duros y feos, así que en febrero empezamos. Apuntamos a los eventos y los hicimos chiquitos por un tema práctico", cuenta.

Clásicos o rellenos de dulce de leche, versión Bon o Bon o Nutella, todos vienen con distintos dips. ¿Variedades? "¡Infinitas! Y no son para el invierno, las personas están familiarizadas con ellos y asocian los churros con el verano en la costa, nos los piden para desayunar, para el postre o para merendar". Se viene el local a la calle.

Si te tientan, en Padre (@padrecoffeeandbeer) hay minichurros al horno, con ddl para acompañar un buen café, además de donas para sus cafés arcoíris. ¿Te gustan los churros tradicionales? El Burladero los tiene en su carta actual. El revival es tal que hasta se colaron entre los postres de Hell's Pizza. Donas y churros, churros y donas. Opciones para chuparse los dedos.

Todo un clásico para mojar en dulce de leche, los churros deEl Burladero.
Todo un clásico para mojar en dulce de leche, los churros deEl Burladero.

Churros, por Tefi Russo
(de su libro La cocina de Tefi)

Ingredientes (para 40 unidades): 300 g de harina; 1 cda. de polvo para hornear; 200 ml de agua; 100 ml de leche; 100 ml de crema de leche; 1 cdta. de sal; c/n de aceite; azúcar para espolvorear; 1 cda. de canela en polvo (opcional) y dulce de leche común.

Preparación: mezclá la harina con el polvo de hornear. Poné todos los líquidos más la sal en una olla. Llevá al fuego y, una vez que hierva, retiralo y agregale toda la harina. Mezclá con un cucharón de madera hasta que no queden grumos y se forme una masa compacta, pero húmeda. Poné esta masa en una churrera o en una manga con piquito estrella. Dale la forma y el tamaño que más te guste y llevá directamente a freír. Si preferís, para que no se descontrole la cocción, acomodalos crudos en un paño apenas húmedo para después sólo prestar atención a la fritura y que salgan de un color perfecto. Recordá freír en abundante aceite a fuego medio. Cuando estén dorados, sacalos y dejalos escurrir sobre papel de cocina. Espolvoreá con azúcar. Si te gusta podés mezclarlos previamente con canela, o dejarlos simples y acompañarlos con dulce de leche.

Donas, por Alejandro Contreras de @tepuybsas
Ingredientes (para 20 a 25 unidades): 200 g de harina 000; 300 g de harina leudante; 50 g de azúcar blanca; 6 g de polvo de hornear; 4 g de sal; 1 pizca de nuez moscada; 10 g de levadura fresca; 200 g de masa madre; 260 ml de leche entera; 40 g de manteca; 2 yemas y 1 l de aceite de girasol o maíz. Para el glaseado: 100 ml de leche; 10 g de manteca; 400 g de azúcar glass y unas gotas de esencia de vainilla.

Preparación: para el glaseado: calentá la leche y la manteca hasta que se derrita. Andá agregando el azúcar de a poco mientras revolvés. Por último, sumale la vainilla. Para las donas: disponé la levadura en un bowl con dos cucharadas de harina, una de azúcar, un chorrito de agua tibia y la masa madre. Homogeinizá la mezcla y dejá reposar 15'. Calentá la leche y la manteca hasta que estén tibias.

En un bowl grande colocá todos los ingredientes secos (harina, azúcar, polvo de hornear, nuez moscada) menos la sal. Una vez que la levadura o fermento creció y los líquidos estén tibios, agregalos al bowl con ingredientes secos y empezá el amasado. Integrá todo y amasá en la mesada. Luego de 10' de amasado agregá la sal. Seguí amasando 5' más. Disponé la masa en un contenedor donde pueda crecer cómoda y tapá con film. Dejá levar una hora. Volvé a amasar en la mesada y con un rodillo aplastala hasta lograr un espesor de 1,5 cm. Cortá con un aro para donas, poné las rosquillas en placas y dejá crecer de nuevo por una hora más. Luego calentá el aceite a 160ºC y empezá a freírlas dándolas vuelta constantemente para que se cocinen de manera uniforme. Cuando tomen color, sacalas. Escurrí y pasalas por el glaseado dándolas vuelta para que queden bien empapadas. Repetí con cada dona.

Textos: Paula Ikeda (pikeda@atlantida.com.ar) Fotos: Paula Ikeda/ gentileza de los espacios

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