El doctor Roberto Caraballo tiene 62 años e integra el staff del Hospital de pediatría Juan Pedro Garrahan desde que abrió sus puertas, allá por agosto de 1987. Hoy es jefe del Servicio de Neurología. Con orgullo recuerda haberse formado en la especialidad en el prestigioso Hospital Pedro de Elizalde, ex Casa Cuna, y hoy se encuentra al frente de un desafío que es un hito en su profesión: lidera una investigación científica sobre el uso del cannabis medicinal en el tratamiento de la epilepsia de difícil control o refractaria.
"Después de todo lo acontecido públicamente con el uso del cannabis medicinal, era necesario hacer algo para dar una respuesta seria a toda la sociedad", dice en referencia a las manifestaciones públicas, pedidos ante las autoridades y reclamos hechos por las familias de chicos que padecen enfermedades neurológicas y que necesitan tener acceso al aceite de cannabis.
La Ley 27.350, de Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus Derivados, que se sancionó en marzo de 2017, brindó, para esas familias, una respuesta a medias (el aceite aún no se fabrica en nuestro país, la tenencia de la planta de marihuana o cannabis sativa sigue siendo un delito). Sin embargo, dio el marco legal imprescindible para que en el Hospital Garrahan se pusiera en marcha una investigación que cuenta con todas las aprobaciones oficiales.
"La sanción de la ley y su reglamentación agilizó los tiempos e hizo realidad la puesta en marcha del estudio, que fue aprobado por el Comité de Docencia e Investigación del hospital, por el Ministerio de Salud (hoy Secretaría) y por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), que también nos brindó su aval", afirma Caraballo.
Así las cosas, en octubre de 2018 el Servicio de Neurología del Garrahan accionó la primera fase del estudio: el reclutamiento de pacientes en el ámbito de Capital Federal y la administración de primeras dosis del medicamento.
-¿Cuántos chicos ya se unieron al estudio?
-En octubre incorporamos a los primeros pacientes, que hoy ya suman 26. La investigación la estamos llevando a cabo con un grupo de niños con encefalopatía epiléptica, una de las formas más severas de la epilepsia refractaria que, por su gravedad, conlleva un deterioro neurológico serio. Para el reclutamiento se llevó adelante un protocolo estricto, con criterios de inclusión y exclusión muy claros. Luego pasamos a una evaluación de preincorporación del producto medicinal, cumpliendo todos los pasos establecidos, para ver qué grado de efectividad y tolerancia del fármaco vamos a obtener.
-¿Qué edades tienen estos pacientes?
-Son chicos de 1 a 16 años. Todos padecen esta forma de encefalopatía epiléptica que en algunos casos comienza en edad temprana y en otros, en etapas más tardías. Todos están recibiendo el cannabis medicinal de forma ambulatoria. Estos chicos son portadores de epilepsia refractaria, es decir que han probado todos los tratamientos tradicionales y no convencionales y llevan mucho tiempo de evolución de su enfermedad.
-¿Qué expectativas tiene?
-Enormes. A partir de lo que los estudios de investigación han demostrado, esperamos tener una buena respuesta en términos de efectividad en cuanto al control de las crisis y en términos de tolerancia de los efectos adversos, lo que da cierta seguridad. Tenemos además una expectativa importante de poder corroborar y sacar nuestras propias conclusiones acerca del uso del cannabis medicinal, y así favorecer el uso de este medicamento a nivel nacional y, eventualmente, que se logre la fabricación del aceite en nuestro país. Es decir, este estudio tendría un impacto importante no sólo en la salud de estos niños, sino también a nivel salud pública, dejando sentadas las bases para desarrollar el producto nacional.
-¿Cuánto durará este estudio y cuántos niños se incluirán?
-El estudio durará dos años y se reclutará un total de 100 pacientes, de los cuales la mitad serán tratados en nuestro hospital y los otros 50 serán incorporados en el interior del país. Los primeros resultados los vamos a tener en 3 meses.
-¿El aceite de cannabis que están usando para el estudio es importado?
-Estamos usando un producto donado por la empresa canadiense Aphria. Se trata de un aceite que cumplió con todos los requisitos fundamentales que el control farmacéutico requiere en su país de origen. Vamos a contar con su uso de por vida en todos los pacientes en los que podamos demostrar su efectividad.
-¿Cuál es el mecanismo de acción del cannabis a nivel neurológico?
-El cerebro está compuesto por neuronas, pero también por otras estructuras vecinas que favorecen el funcionamiento y la conexión de las neuronas entre sí. En esa conexión hay canales de comunicación por donde pasan iones, que pueden ser el calcio, el sodio, el potasio. En la epilepsia a veces esos canales fallan, no funcionan bien. El cannabis podría mejorar o favorecer el buen funcionamiento de estos canales iónicos. Esta podría ser una hipótesis interesante sobre el éxito de este tratamiento en el control de las crisis epilépticas.
-¿Qué opina de las quejas de las familias que afirman que la Ley no significó ningún avance porque no permite la tenencia de la planta ni la fabricación del aceite en nuestro país?
-En ese sentido soy muy cauteloso. Siempre he trabajado en investigación, además de hacerlo en la parte asistencial, y no quisiera entrar en un tema que amerita un análisis diferente y en otro ámbito. Creo que esta ley es importante más allá de los defectos que pueda tener, en cuanto a que nos permitió, dentro del ámbito científico, la posibilidad histórica de poder investigar ante nuevos tratamientos, cosa que habitualmente no se da. Tener esta posibilidad nos satisface y enorgullece particularmente.
-¿Cree que esta investigación impulsará al Estado a expedirse con respecto a la fabricación del aceite en nuestro país?
-Una vez que tengamos las conclusiones del estudio, las mismas serán comunicadas en todas las instituciones y espacios que corresponden, así como en las publicaciones medicinales más prestigiosas, tal como hemos hecho en otras oportunidades. El hospital siempre ha realizado investigaciones y fue pionero en ese sentido. A partir de ahí, creo que se logrará impulsar el tema, desde el interés de la Nación y de los laboratorios que están interesados en colaborar en el desarrollo medicinal de este producto en la Argentina.
texto FABIANA POLINELLI
fotos GENTILEZA HOSPITAL GARRAHAN/ DR. ROBERTO CARABALLO
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