Quienes sufren de migraña aseguran que es como tener el infierno en la cabeza. En los últimos años aparecieron decenas de terapias alternativas y tratamientos novedosos que llenan de esperanzas a quienes la padecen. En varias partes del mundo –España, Guatemala, México, Chile, por nombrar algunos– ya se emplea una cirugía mínimamente invasiva que promete un 90% de mejora y eliminar por completo el dolor en un 50% de los casos.
"El origen de este procedimiento surgió de casualidad en el año 2000 en Estados Unidos cuando, en un tratamiento para levantar las cejas con toxina botulínica, descubrieron que los pacientes dejaban de sufrir dolores de cabeza. Después de muchos avances en la tecnología y estudios, llegamos a esta cirugía que mejora la calidad de vida de los pacientes. Nosotros fuimos a capacitarnos a USA y lo trajimos al Migraña Center de Guadalajara, México, a principios de este año", aseguró Ricardo Beas, médico otorrinolaringólogo, cirujano de cabeza y cuello y especialista en cirugía de migraña.
Entre sus pros, los especialistas que lo ofrecen aseguran que el éxito es rotundo, los riesgos mínimos y que, además, se suavizan las famosas arrugas del entrecejo. Aunque todavía no llegó a la Argentina, nuestros expertos hablan a favor y en contra de la cirugía que es furor en el exterior.
OPERANDO EL DOLOR. Festejada por muchos y atacada por otros, la microcirugía de migraña consiste en una intervención combinada que, según los especialistas, siempre tiene que ser la última alternativa para combatir el dolor. "Por eso nosotros exigimos que consulten previamente con un neurólogo. Antes de avanzar con la operación se hace una prueba con botox y anestésicos locales, que sirve como 'mapeo' para determinar qué evento desencadena los dolores de cabeza y cuáles son las áreas comprometidas (pueden estar en el cuero cabelludo, nariz, nuca y/o entrecejo). Por eso cada cirugía es única y no se puede generalizar. Algunos pacientes requieren incisiones con bisturí y hay que quitarles un pedacito del músculo corrugador (que está debajo de la ceja), a otros los liberamos poniéndoles un poco de grasa y, en otros casos, despejamos las zonas mediante una endoscopía nasal o pericraneal", reveló el especialista mexicano Ricardo Beas.
Este procedimiento puede durar de a una a cinco horas, se hace en un quirófano, con anestesia general o localizada y, en la mayoría de los casos, es ambulatoria. Todo depende de la cantidad de zonas que haya que atacar (cada una tiene un valor aproximado de US$ 1.500, según el centro de salud). "Existen diversos puntos 'gatillo' que desencadenan la migraña y durante la cirugía se liberan aquellos que causan la dolencia del paciente en concreto. Pueden encontrarse en la región de los ojos, la frente, la sien, la parte posterior de la cabeza e incluso en el interior de la nariz", especificó el cirujano plástico Ahmad N. Saad, del Migraine Surgery Center de San Diego (EE.UU.).
A diferencia de lo que la mayoría imaginan, esta cirugía está fuera del ámbito de la neurología. "Los neurólogos no operan y los neurocirujanos generalmente lo hacen dentro del cráneo. Por eso es que, para este caso, nos solemos dedicar los 'otorrinos' o cirujanos plásticos", aclaró el cirujano de cabeza y cuello mexicano. Y afirma: "Es un tema bastante nuevo en el terreno de la medicina, pero no entendemos por qué algunos lo critican ya que hay muchos artículos que demuestran científicamente que funciona".
OPINIONES EXPERTAS. "Todos prometen que una cirugía sencilla puede aliviar los incapacitantes síntomas asociados al problema neurológico; queremos avisar a la población que la ciencia no justifica su uso", declaró en el año 2015 Patricia Pozo, coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN (Sociedad Española de Neurología) quien, además, explicó que al tratarse de una enfermedad multifactorial resulta poco probable que una sola técnica pueda mejorar milagrosamente los síntomas.
Según nos explicó Alejandro Guillermo Andersson, director del INBA (Instituto de Neurología Buenos Aires): "Si bien el origen de la descarga neuronal es desconocido, se sabe que el 80% se debe a un factor genético y que, por cada tres mujeres, un hombre lo padece". Podría desatarla algún factor externo como el clima, un componente hormonal, estrés, depresión, ciertos olores, falta de sueño, alcohol, luces brillantes, infecciones o algunos alimentos, entre otros.
El Dr. Eduardo Doctorovich, jefe de la Clínica de cefaleas de INECO, fue determinante a la hora de arremeter contra la cirugía para la migraña: "Esta intervención no es seria y no está validada por los centros de cefaleas en el mundo. ¡Jamás escuché sobre ella en ningún congreso! Hace diez años que se hace una cirugía, pero que ronda los US$ 100.000 y es muy compleja. Se hacen 4 o 5 por año. Lamentablemente hay muchos profesionales que hacen lo que quieren y ningún ente los regula. Se sabe que, cuanto más intervencionista es el tratamiento, mayor es el efecto placebo que genera…".
Para tratar las tan odiadas migrañas, los especialistas locales aseguran que cada vez hay más opciones seguras y eficaces. "Acaba de llegar al país un fármaco llamado eletriptán que demostró mejores resultados que todas las opciones de su clase y también hay varios tipos de drogas revolucionarias que están en etapa de estudio. Para el año que viene se espera el lanzamiento de una vacuna que va a inyectarse una vez al mes para bloquear ciertos neurotransmisores que activan el dolor", adelantó Federico Buonanotte, jefe de Neurología del Hospital de Clínicas de Córdoba y del Sanatorio Allende. A pesar de las opiniones a favor y en contra de la cirugía, todos coinciden en que la migraña tiene los días contados.
texto AGUSTINA D'ANDRAIA (adandraia@atlantida.com.ar) foto LATINSTOCK
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