El departamento originalmente contaba con un living y comedor separados, pero luego de la reforma surgió este amplio living-comedor atemporal y con espíritu cosmopolita que mezcla muebles de distintas épocas con sofisticados objetos, luminarias y obras de arte.
Sus dueños, los diseñadores de interiores Federico Cooke (@fedecooke) y Wilhas Sousa (@wilhasbahia) armaron el comedor con una mesa de roble comprada en un remate en San Andrés de Giles y sillas art déco retapizadas en pana gris oscura. Una araña de alambre oxidado (encontrada en la calle, reciclada e intervenida con cristales) corona la escena.
La gran chimenea de piedra que aún funciona y los pisos originales de roble de Eslavonia se acompañaron con un sofá de 3 m tapizado en pana y un par de sillones chinos adquiridos en un anticuario de San Telmo. Sobre la chimenea destacan un par de pavos reales de cerámica esmaltada, también comprados en un anticuario, pero de San Pablo. Desde las paredes laterales, un popurrí de cuadros dan respaldo a una lámpara con pie de hierro y pantalla negra, mientras a través de los tres ventanales asoman los imponentes atlantes de cinco metros de altura del edificio Otto Wulff, construido en 1912.
Una ventana de hierro y vidrio con herrajes de bronce permite apreciar, desde la cocina, las arcadas y vitreaux de la Iglesia Presbiteriana San Andrés. Moderno y pintado de gris cemento, el espacio se renovó con pisos graníticos blancos con tacos negros (web.blangino.com.ar), muebles con puertas de vidrio blanco y mesadas de granito negro. Gruesos estantes de madera lucen la vajilla mientras en el centro de la escena, una mesa hexagonal de madera maciza lleva sillas y banquetas de distintos estilos. Sobre la mesa cuelga una bola de vidrio blanco con cadena de bronce de 1930, adquirida en San Telmo.
El toilette se revistió con papel importado (www.raldua.com.ar), los sanitarios años '40 se compraron en una casa de demoliciones y tanto el espejo francés como los apliques art déco fueron hallazgos en un remate. En la pared, un Limoge L'Aurore firmado por Auguste Riffaterre (circa 1890) conserva su marco art nouveau original.
La habitación principal, con baño en suite y pintada de blanco, posee una cama king size, mesas de luz estilo americanas años '60 y dos importantes lámparas, para las que mandaron a realizar pantallas plisadas de seda francesa de color verde atornasolado
. Un respaldo tapizado en pana gris y un pie de cama cubierto con una manta a cuadros se integran a la ambientación que completan una largas cortinas de tusor gris arrugado con blackout (@anadoroteamartin) y una antigua araña de bronce.
La segunda habitación se reconvirtió en un escritorio con dos importantes bibliotecas y un vestidor. Allí pueden apreciarse una mesa escandinava del año '50 y una silla diseño de Marcel Breuer (1928) de metal tubular, madera y esterilla, que se abrigó con una manta de lana de oveja. Una lámpara racionalista de bronce plateado y un copón de alabastro se plantan sobre el escritorio debajo de un grabado del expresidente Nicolás Avellaneda.
El baño en suite era el antiguo baño principal de la casa, que se hizo a nuevo, pero respetando a rajatabla el estilo art déco. Los azulejos 15 x 15 de color verde se mandaron a hacer y se colocaron con guardas superiores de listeles de cerámica negra de distinto espesor.
Los sanitarios, que respetan ese estilo, fueron comprados online (www.mercadolibre.com.ar), al igual que los pisos graníticos en damero. Una bacha con pedestal y un espejo se alinean a la perfección con el mandato estético.
Producción: Valeria Crida. Fotos: Axel Indik.
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