En un guiño modernista y con la idea de dar privacidad al living comedor y separarlo de la entrada, los arquitectos apostaron por un sinfín de maderas verticales que se reflejan en un gran espejo (GGYA + Flag equipamientos). El sinfín y la combinación de lámparas escultóricas de cerámica (Santo) son los grandes protagonistas del comedor que, por lo demás, es bien net.
Una mesa grande, rectangular, de placa de metal gastado y delgada, un juego de ocho sillas de cuero con costuras a la vista (Abax) y sillones con fundas de lino (Oscar Ramírez) en las cabeceras son el centro de la propuesta.
El living es amplio y está incorporado al balcón terraza que le da un espacio más con muro vertical. Una mesa ratona de madera labrada con patas de hierro (Santo) se combinó con un sofá ghost con funda y almohadones de lino y gamuza (Ramírez Zei), uno de cuero natural (Sofa Nova) y dos sillones Gervasoni en madera natural. La obra de Cristina Sicardi en la pared da el toque final.
La vista abierta del comedor deja ver la simpleza de las líneas. Contra la pared, los arquitectos colocaron un vajillero bajo de madera diseñado especialmente con tapa en Neolithe calacata (Oscar Ramírez) que se acompañó de un díptico de Oscar Grillo.
La cocina es muy luminosa, aspecto que se refuerza con el piso, la alzada y los muebles blancos bien minimalistas. Los muebles de la cocina son de madera pintada (Flag equipamientos) y fueron diseñados por el estudio. Se combinaron con una mesada de granito negro (Oscar revestimientos), bacha y grifería de familia Bercomat y una campana de aluminio a juego. El piso y la alzada son del mismo porcellanato (SBG). Sobre la alacena se colocaron tres maceteros vacíos de cerámica esmaltada (Falabella) que respetan la línea monocromática.
El empapelado tipo grafiti (Raldúa) marca el tono en el cuarto adolescente. Una cama queen con respaldo tapizado en símil gamuza y madera se ubica en el centro del cuarto en una decisión original: el mismo respaldo da lugar al espacio de estudio (GGYA) ya que apoya el escritorio blanco con cajonera y patas metálicas. La silla giratoria con cables (Manifesto) sigue la línea joven y masculina de los empapelados y acolchado y almohadones grises y negros (Arredo). Un estante flotante con cajones metálicos (Flag Equipamientos) suma espacio de guardado al escritorio sencillo.
Para la suite principal se optó por tonos claros y texturas que generaran mayor calidez. La cama tiene un respaldo tapizado en cuero que sostiene dos mesas de luz flotantes de madera blanca (GGYA) y se combina con un edredón y almohadones en diferentes texturas (Ramos Generales). Dos obras de Irene Biganzoli y veladores redondos (Iluminación Agüero) simétricos combinan. Un sillón y apoyapiés Febo de Ramírez Zei suman diseño en el rincón de lectura mientras que la alfombra circular de lana con pelo (Kalpakian) aporta calidez.
Producción: Andrea Sanguinetti.
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