Qué se espera en la industria automotriz para 2025

La industria automotriz se encuentra en un punto de inflexión, donde la tecnología y el compromiso social son los pilares para construir un futuro más seguro y sostenible. A medida que avanzamos hacia 2025, surgen nuevas herramientas y tendencias que no solo redefinen la movilidad, sino que también refuerzan el compromiso con la seguridad vial

Dentro de los segmentos exportados, los utilitarios han mostrado mayor resiliencia frente a los automóviles de pasajeros (Foto: Shutterstock)

Como viene siendo tendencia en los últimos años, cada vez más compañías proyectan en Argentina el lanzamiento de autos conectados y con servicios de valor agregado, basados en dispositivos de telemática. En 2025 se espera un crecimiento en ventas y las empresas están enfocadas en la conectividad.

Por otro lado, y basados en el compromiso de la disminución de la huella de carbono, los modelos híbridos y eléctricos tomarán cada vez más participación dentro del share de ventas, aunque de manera gradual y sin grandes variaciones, ya que la infraestructura para el soporte de este tipo de vehículos aún no está desarrollada en el país. Además, en Argentina, la carga impositiva hace que el valor de los vehículos cero kilómetro sea costoso para gran parte de la población y la incorporación de este tipo de tecnologías impacta directamente en los costos de los mismos. En este sentido, sería importante revisar la normativa tributaria para permitir que los vehículos equipados con estos servicios puedan ser más económicos y, por ende, más masivos.

En lo que respecta a la prevención de accidentes, la tendencia va en aumento, ya que cada vez más marcas y modelos presentan soluciones innovadoras. Basados en dispositivos de telemática y en diversos sensores, ya existen en el mercado alertas de cambios de carril, alarmas de proximidad tanto delanteras como traseras, acciones de frenado automático en caso de proximidad con otro vehículo, referencias de puntos ciegos en los espejos retrovisores, entre otras. Cada una de estas soluciones colaboran a que los conductores sean advertidos ante circunstancias peligrosas, ante algún error o distracción en las acciones de manejo, y puedan evitar así los incidentes.

En este sentido, los sistemas ADDAS y los dispositivos que previenen o identifican el uso del celular o de cansancio al volante podrían ser los próximos pasos. No caben dudas que cuantas más soluciones implementen las compañías automotrices, mejores resultados se van a obtener en lo que refiere a la disminución de accidentes de tránsito, un flagelo que impacta en todas las comunidades del mundo y, sobre todo, en Latinoamérica.

Todas las acciones preventivas que se están desarrollando, así como las que puedan llegar a surgir en el futuro, van a ayudar a la prevención de siniestros viales, lo cual es una muy buena noticia. En este sentido, el foco de la atención debe estar en la prevención, pero cuando el accidente ya está consumado la prioridad debe ser contener, ayudar y salvar la vida de las personas que se encuentran en esa situación.

Debemos seguir trabajando fuertemente en lo que se refiere a contribuir con un cambio cultural. En este sentido, es fundamental hacer foco en la educación para que, desde niños, tomemos conciencia del rol que ocupamos en la vía pública, ya sea como peatones, pasajeros o conductores. Incluso, sería positivo implementar una materia de educación vial en las escuelas, generando conciencia desde una edad temprana.