Las bondades del voluntariado

La motivación para ser voluntario varía según las experiencias personales, pero suele incluir el sentido de solidaridad, el deseo de hacer una diferencia en el mundo y la búsqueda de conexión con los demás

Voluntariado

En estos días se celebró el Día del Voluntario. El Papa Francisco ha hablado sobre la importancia del voluntariado en varias ocasiones. Según él, “el voluntariado compromete las dimensiones fundamentales de la visión cristiana de Dios y del hombre: el amor a Dios y el amor al prójimo”. En otra ocasión, él se refirió al voluntariado como “el esfuerzo de salir a ayudar a los demás”, y enfatizó que no hay voluntariado de escritorio o de televisión, sino que implica una acción concreta y directa en favor de los demás.

La motivación para ser voluntario puede variar de persona a persona, pero aquí te presento algunas de las razones más comunes:

El sentido de solidaridad y empatía: muchas personas se sienten motivadas a ayudar a otros que están pasando por dificultades o necesitan apoyo porque han atravesado situaciones semejantes.

Otros tienen el deseo de hacer una diferencia: los voluntarios a menudo quieren contribuir a mejorar su comunidad o el mundo en general. Pienso en particular, en mi experiencia como sacerdote, estar al frente de una comunidad, ir descubriendo en las personas que se acercan con ganas de colaborar, sus carismas y posibilidades. En la Pastoral Universitaria, cada año le damos la posibilidad a los que integran un grupo y han mostrado disponibilidad para el servicio, responsabilidad y alegría, la posibilidad de coordinar las actividades del año siguiente. Todos tenemos necesidad de sentirnos conectados con los demás. El voluntariado puede ser una forma de establecer conexiones significativas con otras personas y sentirse parte de una comunidad.

En el año 2001 cuando estaba en la Parroquia de San Nicolás, empezó a verse cada vez más personas en situación de calle. Rápidamente la comunidad se organizó, para aportar los fondos, formar equipos de cocina y voluntarios que salieran a repartir la comida y sobre todo pudieran compartir tiempo con la gente. Lamentablemente, es una realidad que lejos de desaparecer se ha incrementado. Muchas Parroquias y Fundaciones colaboran para acompañar a la gente en situación de calle. Nosotros lo hacemos los lunes por la noche y les insisto a los voluntarios para que no solo dejen comida, sino que la prioridad está en dar tiempo. El peor flagelo de vivir en la calle es ver pasar tanta gente y estar en soledad.

Todos tenemos nuestros talentos, es importante discernir en dónde puedo dar una mano, eso también contribuye al desarrollo personal y a mi crecimiento. El voluntariado puede ser una oportunidad para desarrollar habilidades, aprender nuevas cosas. Puedo mirar la vida pasar, “balconear la vida”, como le gustaba decir al Cardenal Bergoglio, o involucrarme.

Cuentan que había una vez un zorro que había sido mutilado por un cazador. Un león, al ver la condición del zorro, decidió ayudarlo y le traía comida todos los días. Un hombre que observaba esta escena se sintió conmovido y se dijo a sí mismo: “Si Dios cuida del zorro a través del león, ¿por qué no puedo confiar en que Dios me provea de todo lo que necesito?”.

Así que el hombre decidió sentarse y esperar a que Dios lo alimentara, sin hacer nada para su sustento. Pasaron los días y comenzó a sentir hambre y a maldecir a Dios porque no se ocupaba de él. Pero Dios le dijo: “No te comportes como el zorro, en su lugar, sé como el león, que salió a cazar y a proveer para los demás. Así es como debemos vivir la vida, trabajando y esforzándonos para proveer para nosotros mismos y para los demás, y confiando en que Dios nos guiará y nos proveerá de todo lo que necesitemos”. La moraleja de esta historia es que la fe y la confianza en Dios no significan que debamos ser pasivos y esperar a que las cosas sucedan solas. En su lugar, debemos ser activos y trabajar para alcanzar nuestros objetivos, confiando en que Dios nos guiará. Él nos ha creado para ser instrumentos de su Providencia amorosa para los demás.