Se acerca fin de año y muchas empresas hacen balance de un 2024 que, sin dudas, será recordado en la historia económica argentina. La incertidumbre inicial, con un gobierno nuevo, sin margen para el diálogo y con objetivos aparentemente difíciles de alcanzar, delineaba un año centrado en la subsistencia.
Sin embargo, los desafíos fueron enfrentados con éxito, cambiando el panorama para muchas empresas, que ahora proyectan un 2025 lleno de oportunidades. Entre los factores que transformaron el escenario se destacan la baja de la inflación, la reducción del déficit fiscal, la estabilidad del tipo de cambio con una brecha más acotada y señales de reactivación económica.
Por otra parte, el blanqueo incentivó a numerosos inversores a movilizar sus ahorros, canalizándolos hacia la economía real mediante la compra de deuda emitida por empresas. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer, y confiarse podría ser un error grave para las pymes.
El blanqueo incentivó a numerosos inversores a movilizar sus ahorros, canalizándolos hacia la economía real mediante la compra de deuda emitida por empresas
La competencia como desafío
Las oportunidades para las pymes surgen de la necesidad de competir. Esto implica mejorar productos y aumentar la eficiencia en sus procesos.
Si bien es cierto que muchas empresas cerraron, que el consumo interno sigue débil y que el tipo de cambio no favorece las exportaciones, es igualmente cierto que el contexto actual presenta un rumbo diferente al de los últimos años.
Para aprovechar las nuevas oportunidades, las Pymes deben profesionalizarse, agregar valor a sus productos y asumir riesgos. Esto incluye invertir y planificar, una fórmula que ha probado ser efectiva en los mercados más competitivos.
El rol central del financiamiento
En este contexto, el financiamiento vuelve a ser crucial. Las empresas necesitan capital tanto para el día a día como para nuevos proyectos. Los bancos, que han retomado su rol tradicional, califican y asumen riesgos con proyectos empresariales. Además, el mercado de capitales se consolida como una alternativa válida y creciente.
Cada vez más empresas, grandes y pequeñas, recurren al mercado de capitales para financiar su capital de trabajo y proyectos de largo plazo. En octubre, el financiamiento total en este mercado ascendió a $3,9 billones, un incremento del 102% en términos constantes respecto al mismo mes de 2023. Las obligaciones negociables representaron el 68% de la emisión primaria, seguidas por los pagarés con un 17 por ciento.
Cada vez más empresas, grandes y pequeñas, recurren al mercado de capitales para financiar su capital de trabajo y proyectos de largo plazo
Si se analiza por trimestre, el financiamiento mostró una tendencia al alza: de un promedio mensual de $1.600.000 millones en el primer trimestre a $2.600.000 millones entre agosto y octubre. En el acumulado anual, el financiamiento a través del mercado de capitales superó los $21,2 billones, un 28% más que en los primeros 10 meses de 2023.
El financiamiento específico para pymes también creció significativamente. En octubre, alcanzó cerca de $1 billones, equivalente al 25% del total, con los pagarés como principal instrumento.
El financiamiento pyme en dólares MEP acumuló USD 6.173 millones, reflejando un aumento interanual del 93%, según datos de la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Otro dato relevante es la caída de las tasas de descuento. En el último año, las tasas de interés para pagarés en pesos disminuyeron 75 puntos porcentuales, mientras que las de cheques de pago diferido bajaron 50 pp. Estas tasas resultan, en promedio, más competitivas que el descubierto bancario.
Conclusión
El mercado de capitales se posiciona como un complemento ideal al sistema bancario y un aliado clave para las pymes.
Evaluar alternativas disponibles y elegir las más convenientes es esencial para consolidar el crecimiento en este nuevo escenario económico.
El autor es Director Corporativo de PPI (Portfolio Personal Inversiones)