“Debemos levantar la posta y revivir el fuego prometeico que nos fue legado.”
En sus últimos tres discursos, Javier Milei planteó ideas calcadas sobre la reivindicación de una línea histórica y un rol de grandeza que se da para sí mismo y el país en el mundo.
Semejante pretensión no debe subestimarse a pesar de su grandilocuencia frente a un presidente que intenta siempre llevar la retórica a la práctica, y que pasó en cuatro años de ser un economista histriónico que protagonizaba una obra de teatro producida por Nito Artaza a la Casa Rosada, con una escala fugaz como diputado.
Mauricio Macri y hasta Alberto Fernández solían decir que como jefes de Estado recibían un mejor trato en sus viajes al exterior que en su propia tierra, y destacaban cierto predicamento ante sus pares internacionales, a diferencia de los sinsabores que les provocaba la situación local.
Milei, en la saga de esta semana, conjuga ambos planos: el objetivo de ser el primer presidente en mostrarse con Donald Trump y una serie de triunfos internos, como haber frenado una avanzada en el Congreso para limitar los Decretos de Necesidad y Urgencia, y capitalizar la condena a Cristina Kirchner con la decisión de quitarle sus asignaciones vitalicias por 21 millones de pesos.
La agenda presidencial continúa con fuerte impronta global debido a la seguidilla de compromisos asumidos: la visita del presidente de Francia, Emmanuel Macron; luego la participación en la cumbre del G-20 en Brasil (donde se verá con Xi Jinping); y el miércoles se espera la llegada de Georgia Meloni, de gran afinidad con el Gobierno, y de quien aguardan algo más que buena predisposición.
El Presidente marcó dos ejes conceptuales en sus intervenciones más recientes.
1) Alianzas: definió la necesidad de conformar una liga de refundación de Occidente con Estados Unidos, en el Norte; Argentina, en el Sur; Italia, en Europa, e Israel, en Medio Oriente. Más allá de su paleta de preferencias, eso no se traduce aún en algo concreto, cuando nadie sabe qué hará Trump, por ejemplo, con la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), una incertidumbre que envuelve a sus socios europeos e impacta en Ucrania-Rusia.
2) Historia: para argumentar su cruzada anti woke y contra “el virus del colectivismo” se fue muy atrás, y abrevó una línea que va desde las ciudades estado de la Antigua Grecia en su batalla con los persas (Guerras médicas, 490 a.C.), pasando por Alejandro Magno y el Imperio Romano. “El mundo ha sido sumergido en una oscuridad profunda y exige a gritos ser iluminado”, sostuvo ante Trump, Elon Musk, Sylvester Stallone y decenas de inversores en la gala del America First Policy Institute, en Mar-a-Lago.
Milei se ve llevando el fuego que cuenta la mitología griega que le entregó Prometeo a los hombres como herramienta para el desarrollo de la civilización. La construcción del imaginario de un “emperador” no es nuevo en redes sociales, donde lo exhiben con Inteligencia Artificial como un Augusto con toga roja y ribetes dorados.
Esos delirios alimentan a sectores libertarios entusiastas, algunos ocupan cargos en el Gobierno, a pensar en ideas trasnochadas como la posibilidad de en un futuro “recuperar” Tarija, territorio que perdió Argentina en manos de Bolivia, que ya fue saldado en 1889 y sobre el que no hay reclamo alguno. “Es un desvarío, pero no me sorprende”, comenta un ex embajador.
Esa elucubración viene como correlato de un análisis acerca de la crisis económica y política boliviana, que podría tener un desenlace terminal. Se espera, además, una ola migratoria en el corto plazo, una preocupación que alerta especialmente a Perú, según dejó en claro el ministro de Finanzas, José Arista, en una entrevista con Bloomberg. Argentina podría recibir parte de esa estampida.
El demiurgo del oficialismo, Santiago Caputo, celebra aún las hipótesis más disparatadas porque en el ejercicio de la simulación todo puede ser cierto, o no, y da lo mismo. Milei se sostiene por la fuerza de los hechos (descenso de la inflación, fin de los piquetes, recorte de “privilegios”), aunque eso es demasiado racional en el mundo que se abre.
El Gobierno instruyó ir en contra del culto a la personalidad, al quitar un busto de Néstor Kirchner de Anses, o al cambiarle el nombre al gasoducto por el de Perito Moreno, por mencionar dos medidas de esta semana. Pero, en paralelo, no hay pudor en la exaltación de la figura de su líder, un operativo que por ahora no se materializa dentro del Estado.
El cotillón imperial se reflejó en el lanzamiento de las “Las Fuerzas del Cielo”, en la sociedad italiana de San Miguel. Con Agustín Laje como vocero de la “cruzada cultural”, la mesa se completó con otros referentes, entre ellos Agustín Romo, Daniel Parisini (“Gordo Dan”), Nahuel Sotelo y Alejandro Álvarez. Los colores de la organización son rojo y amarillo, como la bandera de Roma. Y el logo es un escudo con la Cruz Orlada, una invención de Benjamín Solari Parravicini, el artista profético que inspira el repertorio de Milei.
Para desplegar esa especie de ritual de iniciación, consultaron al municipio, encabezado por Jaime Méndez, pero cuya jefatura política incluye a los De La Torre. De hecho, fue en parte un gesto a Pablo, quien fue echado de manera poco decorosa del Ministerio de Capital Humano, una herida que un sector del Gobierno busca sanar.
Las ensoñaciones imperiales no son más que eso, pero encajan en un espíritu de época, un cuestionamiento al funcionamiento de la democracia. Eso quedó plasmado en un informe de Latinobarómetro, el año pasado: sólo el 48% apoya ese sistema político en la región, lo que significa una baja de 15 puntos comparado con 2010.
La alternativa de una salida por otra vía es temática de algunos movimientos, como la que encarna Curtis Yarvin, un pensador que influyó en J. D. Vance, el vicepresidente de Trump. En síntesis, propone una especie de monarquía moderna en cabeza de un CEO para subsanar los errores del sistema democrático. Sonaba estrafalario y marginal hace un tiempo, pero suma adeptos en la denominada corriente “neo-reaccionaria”. Escribe sus ideas en “Gray Mirror, a portal to a next regime”, y su último artículo fue sobre Elon Musk.
Con los pies en la tierra, en el mucho menos romántico arte del armado territorial, Karina Milei y los Menem, el otro triángulo, afianzan la estructura partidaria. Si bien ya se lanzó La Libertad Avanza a nivel nacional, este miércoles tendrá finalmente la venia oficial en una audiencia en el Juzgado Electoral 1.
Se eligieron los presidentes de la marca LLA en cada provincia y casi se completa la gira nacional. En lo que queda del año, en la hoja de ruta, el trío tiene previsto visitar Córdoba, Neuquén, Río Negro y Tierra del Fuego.
“La Libertad Avanza va a ser la cabeza de la lista en todos los distritos”, auguran desde ese círculo. Es, claro, una definición hacia el PRO, un aliado con el que atraviesan un momento de tensión. El anuncio del envío del proyecto para la eliminación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) es una afrenta.
Ni bien se deslizó hace meses esta posibilidad, el macrismo le advirtió a Guillermo Francos que se resistían a demoler esa herramienta. Nunca dejó de ser una opción para Karina y Lule Menem que sondearon entre gobernadores y distintas vertientes del peronismo. Sitúan a los cercanos a Sergio Massa como a favor de esa posición, y una grieta entre los más K. No será nada fácil aprobar una ley que necesita mayoría especial de ambas Cámaras.
Con su potencia comunicacional, Milei eligió rivalizar con Cristina Kirchner. Le sirve para que nada crezca dentro del peronismo, pero lejos de colocar el último clavo, lo que hace es sacarla del ataúd. Al menos por ahora. Las dos instancias que permitirían arrojar algo de luz sobre esos vínculos es si se sanciona la ley de Ficha Limpia (que podría impedir su candidatura en 2025) y si hay un acuerdo para completar los cargos de la Corte Suprema, con la designación de Ariel Lijo incluida.
La resolución de Anses por la cual le arrebata la jubilación como presidenta y la pensión por su marido podrían ser rebatidas en la Justicia, en donde ella tiene chances de ganar. Es decir, el daño económico podría ser revertido; y le brinda la ofrenda de manifestarse perseguida.
La ex presidenta se prepara para relanzar con su impronta el PJ, desde Santiago del Estero, en el Día de la Militancia. El calendario peronista recuerda esa fecha por el regreso al país de Juan Domingo Perón luego de 17 años de exilio. La reinvención de Cristina está en marcha. Si Milei juega a emperador, ella, de mínima, es El General.