En el marco del 13 de noviembre, Día Nacional de la Lucha contra el Grooming, es fundamental reflexionar sobre el impacto de esta problemática en nuestra sociedad actual, donde el entorno digital se ha convertido en un espacio de oportunidades y riesgos para niños, niñas y adolescentes.
En Argentina personas adultas le requieren contenido sexual a uno de cada cuatro chicas y chicos.El grooming, una forma de acoso en línea en la que un adulto busca establecer una relación emocional con un menor de edad con fines sexuales, ha cobrado relevancia en nuestra vida cotidiana. La Policía Federal Argentina, en sus más de 200 años de historia, cuenta con la primera unidad específica que combate este tipo de delito.
Habida cuenta de que durante la pandemia se multiplicaron exponencialmente estos casos, en mi experiencia como ex Superintendente de Investigaciones de la Policía Federal, avanzamos en una serie de convenios con organismos internacionales y nacionales como Grooming Argentina y, posteriormente, Grooming Latam, para contar con herramientas más ágiles.Un ejemplo es el convenio entre la Policía Federal y Grooming Argentina, que permite a la ONG reportar directamente casos de grooming a través de una aplicación.
Esta herramienta facilita la investigación y judicialización de los casos, acercando a la sociedad a la justicia con solo apretar un botón, permitiendo el acceso desde cualquier punto del país. Esto representa un avance crucial en la respuesta a esta grave problemática.Adicionalmente, nuestra colaboración incluyó la incorporación a INHOPE, la red internacional de líneas de denuncia de contenido de abuso sexual infantil (mal llamado pornografía infantil en internet).
Con esta incorporación, Argentina se convirtió en la cuarta nación latinoamericana en contar con una línea de reporte oficial, junto a México, Brasil y Colombia. Esto amplió la capacidad de respuesta y la cooperación a nivel global para combatir el grooming y otros delitos relacionados con el abuso infantil, permitiendo que las denuncias se remitan directamente por un canal prioritario entre las ONG y la Policía Federal Argentina para su inmediata intervención.Además, es fundamental destacar la participación de la Policía Federal en la red Elipsia, un espacio de colaboración entre fuerzas de seguridad y organizaciones civiles para mejorar la respuesta ante situaciones de grooming.
Estas redes son cruciales para generar un enfoque integral en la prevención y el tratamiento de estas situaciones.
Sin embargo, la lucha contra el grooming no debe ser solo responsabilidad de las instituciones o las ONG. Es una tarea que involucra a todos. Los padres deben abrir canales de comunicación efectivos con sus hijos, creando un espacio seguro donde puedan expresar sus inquietudes y experiencias en el mundo digital. Es crucial mantener un diálogo fluido y empático, donde los niños se sientan cómodos para abordar cualquier situación sospechosa que puedan encontrar en línea. La educación en convivencia digital es esencial y debe ser un tema habitual en las conversaciones familiares.En este sentido, hemos observado un aumento preocupante en los casos de grooming en Argentina, especialmente aquellos que involucran el uso de inteligencia artificial (IA) para la creación de imágenes sintéticas.
Estas herramientas están siendo mal utilizadas para perpetrar delitos en línea, como el acoso y la explotación sexual de menores. Uno de los casos más destacados ocurrió en 2024, cuando la Policía Federal Argentina desmanteló una red que utilizaba software de inteligencia artificial para generar imágenes de menores en situaciones comprometedoras.
Esta red, que operaba a través de plataformas de redes sociales, logró atraer a numerosos adolescentes mediante la creación de perfiles falsos y la edición de fotografías que pretendían simular situaciones íntimas. Este uso de IA complica la identificación de los delincuentes, ya que las imágenes sintéticas pueden crear una falsa sensación de veracidad.
Asimismo, se reportó un incremento en el uso de chatbots diseñados para interactuar emocionalmente con menores, programados para establecer diálogos que buscaban dar apoyo o amistad, pero que tenían como objetivo último el acercamiento sexual. Gracias a los convenios entre la Policía Federal y organizaciones como Grooming Argentina, muchos casos fueron reportados y se logró la intervención antes de que se produjeran daños irreparables.
La tecnología puede ser una aliada en la lucha contra el grooming, pero también puede convertirse en una herramienta para los delincuentes. Por ello, es crucial que se desarrollen y actualicen continuamente las leyes que regulan el uso de la IA en nuestro país, garantizando la protección de los menores.
Hago un llamado a la sociedad: debemos visibilizar y hablar abiertamente sobre el grooming. Esta problemática, frecuentemente ignorada, se desarrolla en la intimidad de los hogares y las pantallas de nuestros dispositivos, y sus efectos pueden ser devastadores. La falta de diálogo y conocimiento sobre estos riesgos perpetúa un ciclo de silencio y vulnerabilidad.
En este Día Nacional de la Lucha contra el Grooming, invito a todos a tomar conciencia y a actuar.