Se comenta que la verdadera inflación en octubre fue de 2,7% menos la tasa de devaluación del plan, 2%, y menos la inflación internacional, 0,3 por ciento.
Eso daría una inflación “verdadera” de apenas 0,4 por ciento.
Yo diría que lo que se está llamando inflación “verdadera” es, en realidad, la tasa mensual de caída del Tipo Real de Cambio. También se “comentó” que el Gobierno heredó una inflación que venía viajando al 17.000% en diciembre 2023. Pero la inflación medida por el Indec fue de 25,5% ese mes y la devaluación del plan fue de 114 por ciento. Usando la misma metodología que se “comenta” para octubre de 2024, la inflación “verdadera” de diciembre del año pasado fue de 25,5%-114%-0,3%; lo que da como resultado, -88,8%. ¡Fue negativa!
Hay que tener precaución con el uso de los números. Si se los abusa, se pueden obtener resultados muy extraños.
La inflación es la que se mide. Con tipo de cambio fijo, la devaluación y la inflación internacional son factores causales de la inflación. Si no se quiere esa realidad de pizarrón, hay que implementar un tipo de cambio flexible, donde la devaluación no es causa de la inflación, sino que más bien es consecuencia de la expansión monetaria. Y la inflación internacional es compensada por la apreciación de la moneda.
La convergencia de tasas de variación se está logrando a costa de una importante caída en el nivel del Tipo Real de Cambio
Dicho lo anterior, agrego que la inflación de sólo 2,7% en octubre ha sido un dato realmente importante. Se está logrando la convergencia de las tasas de variación. O sea, que la inflación llega al nivel de la tasa de devaluación (exógena) más la devaluación internacional. La caída en la inflación fue posible gracias a la enorme disminución de tasa de interés del Banco Central y al ajuste fiscal, que posibilitaron la virtual eliminación de la emisión monetaria.
Sin embargo, las tasas de interés han sigo mayores que la tasa constante de devaluación del 2% del plan.
La convergencia de tasas de variación se está logrando a costa de una importante caída en el nivel del Tipo Real de Cambio. Falta obtener ahora la convergencia de ese nivel de Tipo Real de Cambio. Para eso, dentro del sistema de “tablita cambiaria” implementado, la inflación debería ser menor que la devaluación (más la inflación internacional) por suficiente tiempo y montos, como para que se consiga la convergencia de niveles.
Este tema lo he analizado en detalle con relación al Plan de Estabilización implementado a partir de diciembre de 1978 (puede consultarse en https://ucema.edu.ar/publicaciones/download/documentos/5.pdf). Desde diciembre de 1978 hasta diciembre de 1980, José Alfredo Martínez de Hoz logró la convergencia de tasas a costa de un enorme atraso cambiario. La pequeña devaluación de enero de 1981, de 10%, sólo generó desconfianza y salida de capitales.
El dólar libre billete (blue) ha caído significativamente en los últimos meses, producto del blanqueo implementado y de un importante “carry trade” favorecido por las altas tasas de interés en pesos
Al asumir el nuevo ministro, Lorenzo Sigaut, en marzo de 1981, el mercado estimaba un atraso cambiario de 30 por ciento. Sigaut abandonó la “tablita” y recurrió a la tradicional macrodevaluación. Empezó por una de 30% que sólo generó más corridas y mayor inflación. Tras repetidas devaluaciones, fracasadas todas, el gobierno cayó a fines de año. El resto es historia.
No cabe duda que a lo largo de 2024 Argentina se convirtió en un país caro. Como hay tipos de cambio múltiples y control de cambios, esa afirmación depende del tipo de cambio que se use. La realidad es que el Gobierno abastece de dólares al turismo saliente a través del dólar tarjeta de $1.600 (solo vende, no compra a ese precio), mientras que la cotización comercial sostenida por el cepo es de 1000 pesos.
El dólar libre billete (blue) ha caído significativamente en los últimos meses, producto del blanqueo implementado y de un importante “carry trade” favorecido por las altas tasas de interés en pesos, las que, corregidas por la baja tasa de devaluación, resultan en atractivos retornos en dólares. El carry trade disminuye la demanda de dólares cuando se arma y la aumenta cuando se desarma.
Estos dos factores adicionales, blanqueo y carry trade, no fueron considerados en mi modelo para el plan de 1978. Ambos son fenómenos de corto plazo que operan en direcciones contrarias sobre el dólar libre (cuando se desarma el carry trade). Sólo resta esperar...