Memoria y verdad para Alfonsín, prócer de la democracia

La mentira, la calumnia y la injuria caracterizan a gobiernos que descreen de la democracia y la república

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El ex presidente Raul Alfonsin
El ex presidente Raul Alfonsin junto a su esposa María Lorenza Barrenechea , el 10 de diciembre de 1983, el dia que asume la primer magistratura, convirtiendose en el primer presidente democratico tras la dictadura civico militar que goberno argentina entre 1976 y 1983.

Memoria y olvido son dos funciones fundamentales en el desarrollo del cerebro. La memoria almacena información que el ser humano evoca cuando le resulta necesario interactuar con personas y objetos. Podemos afirmar que, sin memoria, no tendríamos vida; no existiría un antes y un después. La memoria se vincula con las emociones y el conocimiento. Las sociedades, a lo largo de la historia universal, han hecho de la memoria y el olvido herramientas para su construcción social. Mario Benedetti afirma que “el olvido está lleno de memoria”. Tanto el olvido como la mentira son dos insumos fundamentales de los demagogos y populismos del siglo XXI.

Las redes y las nuevas tecnologías son instrumentos que nos permiten “bucear” en el pasado para analizar, estudiar y proyectar hechos históricos. La masividad de su circulación sirve para argumentar con la verdad, aunque algunos las utilizan para difundir fake news. Frente a las declaraciones del presidente Milei sobre los hechos de diciembre de 2001 y la caída del presidente De la Rúa, así como su calificación del presidente Alfonsín como coautor responsable de un golpe, conviene recordar las palabras del propio doctor Fernando De la Rúa con motivo del fallecimiento de Raúl Alfonsín: “El pueblo asiste a la pérdida de quien luchó toda su vida por la República y la Democracia. Como ex presidente quiero saludar a quien fue un gran presidente argentino y, como amigo, expresar mi dolor por su fallecimiento. Ante lo definitivo de la muerte, alentemos la esperanza de que se consolide y mejore la Democracia sobre los valores por los que él luchó…”. Posteriormente, el ex presidente De la Rúa acompañó, de pie, el cortejo con los restos de Alfonsín desde el Congreso hasta el cementerio.

Por otra parte, en diversas declaraciones judiciales sobre un supuesto complot en 2001, De la Rúa afirmó que Alfonsín le advirtió, en octubre de 2001, durante una cena en Olivos, sobre un comentario desestabilizador de Duhalde durante un viaje a EE.UU. Alfonsín vaticinaba el fin del gobierno de la Alianza, aunque De la Rúa, en su momento, no le dio importancia.

Además, en varias declaraciones, el ex presidente De la Rúa puso el foco de su caída en el peronismo y el FMI. En una entrevista con el diario La Nación el 17 de junio de 2006, decía: “Yo diría que hubo una perversa coincidencia entre el Fondo, que retaceaba la asistencia financiera que debía dar. Decían que no había acuerdos políticos, los cuales no existían porque Duhalde y Ruckauf se combinaban en el Congreso para poner obstrucciones (…)”. De la Rúa calificó el accionar del Fondo como “muy negativo para el país, la actitud del organismo y de la señora Anne Krueger [ex directora gerente del FMI]”.

Las declaraciones del presidente Milei sobre Raúl Alfonsín, junto al ataque a la sede del Comité Nacional de la UCR, forman parte de una campaña que vulnera los mínimos éticos de la convivencia democrática. La mentira, la calumnia y la injuria, así como el amedrentamiento ejercidos desde la cima del poder, caracterizan a gobiernos que descreen de la Democracia y la República, terminando en una deriva autoritaria.

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