El “voto supermercado” en las elecciones de EEUU preocupa también en Argentina

Hasta el 49,10% de un paquete de fideos son impuestos y las familias más necesitadas destinan hasta el 90% de sus ingresos al consumo de productos básicos esenciales; así surge la urgencia de bajar los impuestos de la canasta básica, y esto es posible si la política hace su trabajo

Un hombre emite su voto en las presidenciales de EEUU (Joshua Lott/The Washington Post)

El humor social de los votantes de EEUU se sintió con el “voto supermercado”, lo que recuerda el lema “votá con la heladera”. Desde esta perspectiva, el ajuste al bolsillo debe ser tenido en cuenta para las elecciones del año próximo en Argentina.

Desde la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam), venimos analizando la necesidad de acelerar la reactivación del consumo y bajar la presión impositiva, pero somos optimistas de que el gobierno podrá lograr la reactivación económica.

El ajuste generó cambios en las estrategias de ventas y en las tendencias de compras, desde el crecimiento de las ventas de las marcas B, hasta la decisión en base a las ofertas o promociones. Pero, a su vez, hay productos específicos que las familias fueron resignando en sus compras, como aceite de oliva, snacks, golosinas, yogures, postres y bebidas. También los artículos de tocador y cosmética sufrieron bajas significativas. En cuanto a los elementos de limpieza, se redujo el mix de productos, y se orientó la demanda a los básicos, como lavandina y detergente, mientras que las “compras de impulso” se vieron cada vez más restringidas.

El ajuste generó cambios en las estrategias de ventas y en las tendencias de compras, desde el crecimiento de las ventas de las marcas B, hasta la decisión en base a las ofertas o promociones

El año pasado el contexto era inverso. Había sobredemanda de ciertos productos faltantes que por las restricciones de importación no llegaban, y ahora lo que falta es consumo, hay sobreoferta y la competencia del mercado es cada vez mayor. Por eso esperamos que, con la reactivación económica proyectada, el consumidor se vuelque a las compras postergadas.

Hoy la búsqueda está orientada a cuotas sin interés, promociones bancarias o de plataformas de cobro, eso implica que el comercio está resignando rentabilidad, pero levantaron las ventas y ya se ven números positivos en las últimas semanas, pero necesitamos medidas que ayuden a consolidar esta tendencia. Por ejemplo, le propusimos a la Secretaría de Comercio de la Nación, impulsar “Cuota Mayorista”, para poder ofrecer a los comercios minoristas 3 cuotas sin interés con acreditación a los 40 días corridos. Así, extendiendo los plazos, se compensaría a los bancos, en un esfuerzo compartido.

La otra iniciativa del sector, es el lanzamiento del Black Week Nacional Mayorista, que se hará en noviembre, y es la primera acción conjunta de promociones mayoristas a nivel nacional, para comercios minoristas y público en general. Participará toda la cadena tradicional del comercio, porque el Black comenzará desde el origen, con decenas de industrias que apoyan la propuesta de los mayoristas, que abastecen a los 140 mil almacenes y supermercados de barrio, perfumerías y comercios de cercanía en todo el país, llegando a los consumidores en cada rincón del país.

El año pasado el contexto era inverso. Había sobredemanda de ciertos productos faltantes que por las restricciones de importación no llegaban, y ahora lo que falta es consumo

Cabe destacar que esta cadena abastece a los segmentos sociales más necesitados, captando las compras del día a día a través de los comercios de barrio.

Hasta el momento, son más de 150 las sucursales mayoristas que ofrecen productos masivos de primera necesidad (alimentos, bebidas, perfumería y limpieza), que confirmaron su participación, y sigue creciendo la adhesión cada día.

Si se tiene en cuenta, además, que hasta el 49,10% de un paquete de fideos son impuestos (entre IVA, Impuesto al Cheque, Ingresos Brutos y Tasas de seguridad e higiene) y que las familias más necesitadas destinan hasta el 90% de sus ingresos al consumo de productos básicos esenciales, surge la urgencia de bajar los impuestos de la canasta básica, y esto es posible si la política hace su trabajo.

Indudablemente, el consumo será un factor determinante para los votantes, y esperamos llegar esta vez con la heladera llena a las próximas elecciones.

El autor es Vicepresidente de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam)