La inteligencia artificial está revolucionando el mundo. Según el informe McKinsey Technology Trends Outlook 2024, se estima que la IA generativa podría generar un valor anual de entre USD 2,6 y USD 4,4 billones a la economía global, donde el 65% de las organizaciones ya la utiliza regularmente en al menos un proceso empresarial. Por estos y otros motivos, la demanda de infraestructura para entrenar y ejecutar modelos de IA está creciendo exponencialmente. Sin embargo, este creciente requerimiento ha puesto de manifiesto una limitación crucial en muchas regiones desarrolladas: la escasez de energía limpia y confiable para alimentar, por ejemplo, a los data centers.
Argentina posee un potencial energético renovable inmenso, especialmente en energía solar y eólica. Esta abundancia de recursos naturales, combinada con el recientemente reglamentado Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que considera a la tecnología como sector clave, podría atraer inversiones relevantes y posicionar a nuestro país como un líder mundial en la producción de energía limpia para alimentar los centros de datos que impulsan la IA. Además, la creciente demanda global de servicios de nube y la necesidad de reducir la huella de carbono están generando una demanda insatisfecha de data centers sostenibles, lo que podría posicionar a nuestro país como una plataforma para la explotación de nuevas capacidades en IA durante la próxima década.
La IA es una revolución tecnológica que está redefiniendo la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos, y es la responsable del comienzo de una nueva era de innovación y productividad. Su impacto está transformando industrias enteras, desde atención médica y las finanzas hasta la manufactura, el transporte y el entretenimiento.
Ahora bien, cuando hablamos de innovación también tenemos que hablar de la infraestructura en la que se apoya: los centros de datos. La IA se alimenta de datos y los data centers proporcionan el espacio de almacenamiento necesario para albergar las vastas cantidades de información que los algoritmos de IA requieren para aprender y mejorar.
Los servidores de los data centers ejecutan los complejos cálculos matemáticos que sustentan los modelos de IA. Cuanto mayor sea la capacidad de cómputo de esta instalación, más rápido y eficientemente podrán entrenarse los modelos de IA.
Además, según Bloomberg Línea, las limitaciones energéticas en áreas desarrolladas de Estados Unidos y Europa, principalmente de fuentes renovables, están resaltando las oportunidades para nuestra región de atraer nuevas inversiones y ser relevantes en el mercado mundial de centros de datos.
Data centers
En síntesis, los Data Centers son fundamentales para el futuro de la inteligencia artificial en nuestro territorio. Y es acá donde entra el eslabón clave de esta pirámide de la innovación: la energía verde y sostenible.
Los data centers deben adaptar en su diseño, la infraestructura física necesaria para satisfacer las necesidades cambiantes en la era de la disrupción de la IA. A medida que aumentan los costos de energía y las preocupaciones ambientales, los centros de datos deben centrarse en hardwares energéticamente eficientes, como sistemas de energía y enfriamiento de alta eficiencia, y fuentes de energía renovables para ayudar a reducir los costos operativos y la huella de carbono.
La inversión en infraestructura de centros de datos no solo estaría contribuyendo al desarrollo del ecosistema tecnológico local, sino que también estaría asegurando una fuente de energía limpia y confiable para el impulso de la IA. Esto resulta especialmente atractivo para empresas que deben cumplir con objetivos de sostenibilidad cada vez más exigentes para alcanzar financiamiento y nuevos negocios.
Retomando la idea inicial, si bien el potencial de Argentina es enorme, existen desafíos que deben abordarse para aprovechar esta oportunidad en su máximo potencial. Entre ellos se encuentran la necesidad de mejorar la infraestructura de red, el desarrollo de fuentes de abastecimiento de energía limpia e impulsar la capacitación del talento humano.
Argentina se encuentra en una posición privilegiada para convertirse en un polo de desarrollo de inteligencia artificial sostenible en América Latina y el mundo. Al aprovechar nuestra abundancia de energía renovable y nuestra creciente capacidad tecnológica, podemos atraer inversiones significativas, crear empleos de calidad y posicionarnos en la carrera global de esta revolución; tenemos las condiciones para convertirnos en un jugador clave en esta nueva era.