¿Quién pone racionalidad en Argentina?

Hoy, una de las pocas certezas que tiene esta cronista es que es tiempo de preguntas, más que de respuestas

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La foto de un grupo de diputados radicales en la Casa Rosada que hizo estallar el bloque
La foto de un grupo de diputados radicales en la Casa Rosada que hizo estallar el bloque

¿Quién pone racionalidad ante tanta ira fomentada? ¿Puede la investidura presidencial impulsarla, utilizando el lenguaje barrabrava en escala progresiva? ¿Estamos dispuestos como sociedad a aceptar las consecuencias? ¿Saben -los impulsores de esta política- que puede terminar en agresiones mayores que las verbales? De haber reacciones sociales, ¿quién las controla ante la acefalía de liderazgos? Hablo de liderar y contener, no de reprimir.

Los artistas suelen hacer punta, poner luz en momentos de oscuridad. Suelen los intelectuales disputar ese podio. Hay bastante silencio. Tal vez por eso esta semana los Martin Fierro fueron un ámbito de críticas fuertes al gobierno nacional. Lo que sorprende es la falta de discusiones académicas en momentos de tanta movilización por el financiamiento universitario.

Los partidos multiplican con obcecación sus divisiones, se manifiesta con claridad en el Congreso. Acaba de suceder con la UCR. Se dividió porque los 5 diputados UCR-Mileístas no fueron apartados del radicalismo luego de haber votado a favor de los vetos presidenciales en el tema jubilados y en el que respecta a las universidades. De Loredo queda por ahora con un bloque de 21 diputados.

Infobae está en condiciones de afirmar que puede haber nuevas fragmentaciones. Diputados como Cobos y Barletta quedaron en “falsa escuadra”. El ex vicepresidente de la Nación actuaba como mediador y ponía equilibrio. En el caso del nuevo bloque presidido por Pablo Giuliano, será la expresión de 12 radicales no mileístas ni PRO, que responden a Manes, Lousteau y Pullaro, este último a través de Melina Giorgi. ¿Será el primer paso hacia algo más grande que pueda protagonizar Facundo Manes?

El PJ se tensa ante una interna. Cristina Kirchner no admite que un gobernador riojano, Quintela, protagonice una incipiente rebelión a sus designios, “aunque le gane 90 a 10″, manifiesta Pablo Salinas. Quedó clara la rispidez entre Axel Kicillof y la ex presidenta en el acto del 47° aniversario de Abuelas de Plaza de Mayo. Cada uno con barra propia. Fue catalogado como impropio por la anfitriona, Estela de Carlotto, quien ofició de “medianera” entre uno y otro. ¿Triste, no?

Los partidos políticos han implosionado. La UCR, rota. El PJ, sin diálogo por una interna.

“La política siempre es conflicto, es inherente a ésta. Pero debe haber arbitraje”. Esta aseveración corresponde al politólogo Hugo Quiroga. Es lógico, dado que, sin árbitro, ocurre lo que vemos: divisiones más divisiones.

Argentina perdió la posibilidad del diálogo, y con ello, que la comunidad político cívica pueda discutir con racionalidad. Priman los extremos, las pasiones, las emociones. Repregunto: ¿quién pone racionalidad?

Los partidos están entretenidos en sus propias disputas y divisiones: UCR,PJ,PRO. Aparecen implosionados, desorientados, hasta enajenados en sus disputas de poder. Desconcertados, sin rumbo. ¿Qué discuten en el PJ? ¿Cuál es la diferencia de proyecto entre las dos listas?

En el radicalismo, parece ser la cooptación o no por parte de Milei. El PRO de Mauricio Macri perdió parte de su gente: ya no los tiene ni a Rodríguez Larreta ni a Patricia Bullrich, y redujo su geografía política a CABA. Con ello, debe negociar con el Gobierno. Ante esta pobreza franciscana de todos, Milei protagoniza y concreta parte de sus planes.

¿La Justicia sería entonces la encargada de poner racionalidad? Si fuese así -en ese camino estamos-, es la judicialización de la política ante la incapacidad de ésta de resolver los conflictos. Entonces, la racionalidad, ¿dónde está?. Tal vez en la propia realidad, la de una sociedad que se aguanta todo de manera pacífica, quizás anestesiada por los ahogos diarios a los que la política la somete.

¿Cuál es el camino? Quizás, el que están intentando algunos gobernadores y dirigentes del interior del país, a quienes en algún momento se sumó Kicillof. ¿Cuál es? El de pergeñar un proyecto federal productivo, inclusivo.

Desde esta columna, anticipamos hace un tiempo lo que se concretó hace días: la ampliación de la Región Centro con la Región Litoral. Pullaro se reunió con Vías Navegables por el tema Hidrovía, clave para esta región, dado que el contrato anterior establecía la obligatoriedad de dragar 25 pies de Timbúes hasta puerto de Santa Fe. Eso es lo que no sucede más y lo que el gobernador logró es que se comprometieran a dragarlo hasta 17 pies. El calado hasta Timbúes es de 34 pies. No está conforme, pero sostiene que esto es mejor de lo que proponía el gobierno nacional la semana pasada.

El gobernador Pullaro seguirá insistiendo en revitalizar los puertos de Santa Fe al Norte. Paraguay pretende tener una terminal en zona de Santa Fe. Próximamente se sumarán Uruguay y algunos estados del sur de Brasil. El que teje esta estrategia es el gobernador santafesino, quien si sabe no aturdirse por la suma del poder que los votos le confirieron, puede ser el referente de un movimiento político distinto con destino final en La Rosada (él o quien este sector decida). Eso, si previamente son capaces de hacer política con propuestas y proyectos, no a los sopapos o bravuconadas.

La política está en el subsuelo, debe renacer posibilitadora e inclusiva.

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