Emprender en Argentina: un camino de resiliencia y oportunidad

La capacidad de innovar y adaptarse en un entorno tan volátil es lo que distingue a quienes logran consolidar sus negocios

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Con pasión y dedicación, se logran los mejores resultados. Rodearse de personas que complementen las habilidades propias, cuidarlas y formar equipos de trabajo sólidos es crucial para enfrentar las adversidades (Imagen Ilustrativa Infobae)
Con pasión y dedicación, se logran los mejores resultados. Rodearse de personas que complementen las habilidades propias, cuidarlas y formar equipos de trabajo sólidos es crucial para enfrentar las adversidades (Imagen Ilustrativa Infobae)

Emprender en Argentina es, sin duda, un desafío complejo, lleno de obstáculos, pero también de oportunidades. Las condiciones económicas, las barreras regulatorias y la volatilidad que caracteriza al país presentan un escenario desafiante para quienes deciden apostar por desarrollar un proyecto propio. Sin embargo, esta misma realidad impulsa a las personas emprendedoras a ser resilientes y creativas, encontrando caminos alternativos para hacer crecer sus negocios.

Un estudio realizado en 2023 por Alegra, arrojó algunos datos reveladores sobre el ecosistema emprendedor argentino. Más del 50% de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) argentinas son creadas por mujeres. Este crecimiento constante es un testimonio del rol cada vez más activo que las mujeres están tomando en el ecosistema emprendedor. En un contexto que históricamente no les ha facilitado el camino, su presencia creciente es una señal positiva de los cambios sociales y culturales en marcha.

Otro aspecto interesante es la equidad generacional. A diferencia de otros países latinoamericanos, donde ciertos grupos etarios predominan, en Argentina las personas emprendedoras se distribuyen de manera equitativa entre diferentes edades. Este fenómeno refuerza la diversidad de experiencias y conocimientos que alimentan el ecosistema emprendedor local.

Más del 50% de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) argentinas son creadas por mujeres

Pero a pesar de estas cifras esperanzadoras, los desafíos estructurales no deben ignorarse. Las complicaciones relacionadas con las importaciones, las fluctuaciones en la moneda y la falta de políticas económicas estables afectan profundamente a quienes buscan desarrollar un negocio en el país. Los cambios abruptos en el contexto económico exigen una capacidad constante de adaptación. Los emprendedores deben lidiar con barreras fiscales, restricciones en el acceso a divisas, y una inflación persistente que impacta en los costos operativos.

Frente a este panorama, una de las claves para superar estos obstáculos es la innovación. La capacidad de innovar y adaptarse en un entorno tan volátil es lo que distingue a quienes logran consolidar sus negocios. Ya sea a través de la tecnología, la búsqueda de nuevos mercados, o el desarrollo de productos con alto valor agregado, la innovación permite a los emprendedores mantenerse competitivos y, en muchos casos, encontrar oportunidades que otros no ven.

Otro factor clave es definir una misión clara, con visión y foco, para no perderse en el camino. Apostar siempre a la excelencia en la transformación continua, adecuarse a los tiempos incorporando sostenibilidad y buenas prácticas, y sobre todo escuchar al consumidor son principios fundamentales. La relación cercana con quienes eligen los productos permite aprender y superarse, construyendo una empresa que no solo crece, sino que también se adapta a los desafíos del entorno.

Valorar y reconocer a las personas que trabajan en conjunto es la única manera de crecer, porque en definitiva, somos un equipo que va hacia el mismo lugar

El acto de emprender en Argentina no solo es un esfuerzo individual, sino que también se nutre de la colaboración. Estudiar, escuchar y tratar de ser el mejor en el camino elegido son pilares primordiales. Con pasión y dedicación, se logran los mejores resultados. Rodearse de personas que complementen las habilidades propias, cuidarlas y formar equipos de trabajo sólidos es crucial para enfrentar las adversidades. Valorar y reconocer a las personas que trabajan en conjunto es la única manera de crecer, porque en definitiva, somos un equipo que va hacia el mismo lugar.

En definitiva, aunque el camino no siempre es sencillo, aquellos que deciden transitarlo son los que marcan la diferencia. Porque, al final del día, emprender es un acto de valentía y determinación que, con el enfoque correcto, puede convertirse en una fuerza transformadora para quienes arrancan el proyecto y para quienes se suman a él.

La autora es fundadora de Lidherma

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