Las claves de un mercado inmobiliario en alza

¿Es un buen negocio comprar hoy una propiedad en la Argentina?

La demanda de propiedades a corto tiempo podría subir hasta un 50 por ciento

El mercado inmobiliario continúa con índices positivos y en alza. Los precios suben, al igual que la demanda. Si se tienen en cuenta las cifras de escrituraciones, crecieron entre un 25 y un 30 por ciento desde agosto de 2023 al mismo mes de este año. La mayor demanda de propiedades es para las unidades de un ambiente en construcción, pozo o terminados. Según estimaciones del sector, la demanda de propiedades a corto tiempo podría subir hasta un 50 por ciento.

¿Es un buen negocio comprar hoy una propiedad en la Argentina? Ésa es la pregunta que se repite de modo constante; la respuesta, claramente, es que sí. Los precios de las propiedades alcanzan hoy buenos valores y dejan atrás un período de retracción, que se arrastraba desde hace años. Después de tocar fondo, hoy alcanzan un valor razonable. La economía argentina actualmente ofrece condiciones para que los valores continúen en alza, tanto de metro cuadrado construido como en construcción.

El impacto de los créditos hipotecarios

El acceso al crédito hipotecario, una herramienta vital que volvió a ser parte del lenguaje cotidiano, generó que tanto rentistas como inversores puedan interactuar más en el mercado. A pesar de no traccionar aún al máximo nivel, el impacto es positivo y eso subió los valores. Si bien no tocaron todavía los niveles de masividad de otros tiempos, los créditos sirvieron para generar movimientos en el mercado. Las propiedades de valores que superan los 100 mil dólares empezaron a tener una demanda que antes no encontraban y se presentaban retraídas, tanto en el precio como en la demanda. Un ejemplo de eso es el caso de la provincia de Buenos Aires, donde durante agosto las transacciones con créditos hipotecarios aumentaron un 30,4 por ciento interanual, con 747 operaciones (según datos del Colegio de Escribanos de la Provincia). Si bien los precios están a la suba, los valores aún no están su máximo; es ahí que se impone como opción la oportunidad de acceder a créditos.

A esta situación favorable para el sector se sumaron otros cambios que lo alteraron en buena medida, como la derogación de la Ley de Alquileres, que movilizó todo el stock de propuestas al volver a ser rentables para los propietarios, y eso activó fuertemente la demanda.

La construcción, con cambios

La construcción se encuentra en un momento de reestructuración. Sin embargo, la inversión en el sector se hace viable ya que existen parámetros normales de precios, a raíz del escenario prometedor en materia económica y financiera que atraviesa la Argentina, la disminución del Riesgo País, la baja de la inflación y el superávit fiscal. El escenario conlleva a poder pronosticar la rentabilidad de un negocio, en la que la estabilidad financiera es un pilar de la construcción. Y hay otra clave a destacar: al no haber obra pública, algo que solo servía para negociaciones políticas, los proveedores de insumos se ven obligados a competir con los consumidores finales. Eso resalta la competencia de precios, que lleva al mercado a regularse solo, algo muy beneficioso para los emprendedores.

Así lo demuestra el caso de las construcciones de pozo. Invertir hoy en un departamento, si la unidad se vende al final del emprendimiento, puede generar un margen que oscila entre un 70 y un 100 por ciento. La inversión en el sector recién empieza, con lo cual la rentabilidad para el inversor será aún más alta. El costo de la construcción no va a subir, pero si va a subir el valor de venta, con lo cual la rentabilidad va a ser mayor. Esto conlleva a una revalorización de los terrenos, pero con costos de construcción certeros, sin inflación, algo que ya es latente. La previsibilidad es real.