Bajo ningún concepto el domador de un caballo puede ceder terreno. Es fundamental que sea persistente para poder lograr el objetivo. Corregir los desequilibrios económicos de un país con un extenso prontuario de políticas económicas contraproducentes es un proceso similar. El equipo económico sería el domador y la pregunta recurrente del mercado es si se quedó a mitad del camino o todavía es un trabajo en proceso.
En concreto, logró bajar la inflación a niveles no vistos desde principios del 2022, pero ahora muestra cierta resistencia. Por otro lado, redujo la brecha cambiaria, pero no sale del cepo. Más allá de las chicanas, lo cierto es que en sus primeros meses en el poder arriesgó y le salió bien.
El ministro de Economía, Luis Caputo, decidió devaluar en diciembre 2023, el presidente del BCRA, Santiago Bausili, dispuso el crawling del 2% mensual desde enero, que aparentaba insostenible, y estableció la tasa de interés real inicial en terreno negativo, contradiciendo el manual de la teoría económica, y lograron un resultado destacable.
La brecha cambiaria se redujo de 156% a principios de diciembre de 2023 a 22% en la actualidad, y la inflación bajó de 25,5% mensual a 3,5 por ciento
De hecho, el equipo económico sorprendió a la mayoría. La brecha cambiaria se redujo de 156% a principios de diciembre de 2023 a 22% en la actualidad, y la inflación bajó de 25,5% mensual a 3,5%. Sin embargo, hay que señalar que en adelante el statu quo podría ser su peor enemigo. El “plan llegar” podría tornarse peligroso, octubre 2025 queda lejos, y las expectativas podrían cambiar rápidamente.
Dicho sin tantos rodeos, actualmente la cuestión radica en si el Gobierno intentará llegar a las elecciones de medio término con cepo, apostando al proceso desinflacionario, o si saldrá antes.
La realidad es que hasta ahora la inflación ha sido la columna vertebral del capital político del Presidente. Algún politólogo podría decir que es fundamental ganar las elecciones antes de realizar cambios más profundos (algo que no distaría mucho de lo que le dijo Cristina Fernández de Kirchner en su carta a Martín Guzmán para ser competitivos en las elecciones de 2021). No obstante, es la primera vez en la historia que un economista es presidente en el país, por lo que también podría ser la primera vez que prime la economía por sobre la política. Se verá qué termina sucediendo.
Plan llegar
En principio, la narrativa del Gobierno parece jugar a favor del “plan llegar”. Por ahora, el mercado lo compra. Milei sigue poniendo condiciones vinculadas a la inflación para salir del cepo, dando muestras de que todavía falta. En Nueva York afirmó que va a liberar cuando la tasa de inflación que tiene el programa económico sea cero.
Según dio a entender el propio Javier Milei, no se refería a la tasa de inflación general sino a la neta del crawling peg y de la inflación internacional. Aun así, queda camino por recorrer.
Milei sigue poniendo condiciones vinculadas a la inflación para salir del cepo, dando muestras de que todavía falta
Al margen de esto, Luis Caputo mencionó que no hay una sola manera de salir del cepo. Afirmó que se puede hacer de manera gradual, como lo está haciendo, o de shock, pero que para esto necesitaría fondos frescos. Bajo este segundo escenario, la evolución de la inflación cómo factor determinante para la liberación quedaría en un segundo plano, aunque no hay que perderla de vista.
Acá, como en el juego de truco, no hay incentivos para mostrar las cartas. Si el Gobierno anunciara una devaluación futura o el Banco Central diera demasiadas señales en esa dirección, el mercado se anticiparía. Por ello, persisten las dudas sobre el discurso oficialista, aunque el mercado pricea creerle. Es cierto. También que el costo oportunidad de no creerle es muy alto (incluso si eventualmente se tuviera razón).
Así, no sorprende que no solo bajen la inflación con tasa de interés real negativa, sino que se acumulen reservas con un tipo de cambio atrasado. En septiembre, el BCRA tuvo un desempeño mejor al pronosticado y compró USD 373 millones en el mercado oficial.
Si bien es cierto que influyó la baja en la demanda privada, debido a la postergación de importaciones en respuesta al cambio de esquema y al anuncio anticipado de reducción del Impuesto PAIS, también tuvo que ver la oferta. Por un lado, contribuyó positivamente que la liquidación del agro se mantuviera relativamente elevada, en contra de la estacionalidad típica de estos meses. Por el otro, afectaron los pagos de impuestos y el blanqueo.
En adelante, con el nuevo esquema de importaciones vigente y la efectiva baja de 10 puntos porcentuales del impuesto PAIS, es probable que las reservas netas comiencen a verse presionadas a la baja partir de este mes.
Con el nuevo esquema de importaciones vigente y la efectiva baja de 10 puntos porcentuales del impuesto PAIS, es probable que las reservas netas comiencen a verse presionadas a la baja
Vislumbrando los drivers del “plan llegar”, la apuesta podría estar en que el sector privado sea protagonista. El exitoso blanqueo en curso y la espectacular oleada de colocaciones de deuda en el exterior por parte de corporativos vienen siendo un primer paso. La pregunta es si será suficiente este mes.
En el interín, la apreciación cambiaria es un tema que preocupa a muchos. Cómo se mencionó la inflación de septiembre se situó en 3,5% mensual, finalmente rompiendo la barrera del 4% (¿por única vez?) gracias al impacto de la quita de 10pp del impuesto PAIS, pero el crawling sigue corriendo al 2%. Además, habría que ver si esta ruptura es sostenible en el tiempo.
Hoy, la mayoría de los economistas asegurarían que está atrasado. Los académicos suelen mirarlo en términos reales o contra sus principales socios comerciales ajustados por precios (real multilateral), y, observan que está por debajo de su promedio histórico. Del lado empírico, por el momento el BCRA sigue mostrando un buen desempeño.
Relación con el FMI
Más allá de la disyuntiva, en líneas generales creemos que el camino es el correcto, y no descartamos gratas sorpresas que habiliten una salida ordenada del cepo más pronto que tarde. Quizás sea un eventual acuerdo con el FMI ahora que Argentina logró desprenderse de Rodrigo Valdés y negocia con un más comprensivo Luis Cubeddu.
Quizás sean inversiones basadas en el RIGI. Por lo pronto, el blanqueo se encamina a ser un éxito rotundo, lo cual un tiempo atrás era una gran incógnita. En definitiva, le volvemos a dar el beneficio de la duda al Gobierno, que hasta ahora ha resuelto sus grandes desafíos satisfactoriamente.
Lógicamente, no esperamos que el camino sea directo y libre de traspiés. La caída de imagen del Presidente tras el veto del ajuste jubilatorio también podría profundizarse, otorgándole mayor fuerza a los movimientos sociales. Esto toma más fuerza si se agrega el veto al financiamiento a la universidad pública.
Sin embargo, no se descarta que la inflación sostenga su velocidad y que el veranito cambiario llegue a su fin. Aunque, creemos que el equipo económico actuará con pragmatismo, y tiene una visión completa del escenario que enfrenta.
El autor es Analista de PPI (Portfolio Personal Inversiones)