El conflicto con la organización terrorista de Hamás no es un incidente aislado; es el resultado de años de hostilidades y amenazas a la seguridad israelíes. Desde su creación, Hamás ha sido una organización terrorista que niega el derecho de Israel a existir y ha llevado a cabo múltiples ataques terroristas contra civiles israelíes. Un ataque sorpresa de Hamás en octubre de 2023 desencadenó una escalada de violencia durante el año pasado que dejó miles de muertos y heridos, lo que llevó a Israel a responder con una ofensiva militar para proteger a su población y lanzar ataques terrestres en Gaza y el sur de Beirut en defensa propia. Israel enfrenta amenazas constantes no sólo de Hamás sino también de grupos terroristas como el Hezbolá libanés respaldado por Irán. En este contexto, la última ofensiva de Israel ha incluido ataques específicos contra posiciones de Hezbollah, provocando la muerte de varios dirigentes. Según informes recientes, Israel ha eliminado con éxito a figuras clave dentro de Hezbollah, debilitando así la estructura de mando del grupo. Las muertes del alto comandante Imad Mughniyeh II y otros miembros del liderazgo militar han tenido un impacto significativo en las capacidades de combate de Hezbollah. Los ataques son parte de una estrategia más amplia para desmantelar la infraestructura militar de Hezbollah, que representa una amenaza constante para Israel.
Destruir a los altos dirigentes de Hamas también es un objetivo clave de la estrategia de Israel. Durante el año pasado, surgieron informes de numerosas bajas entre los líderes militares de Hamás, lo que paralizó la capacidad del grupo para operar. La muerte del comandante de la fuerza de Hamás, Mohammed Deif, y de otros altos dirigentes es un golpe devastador para la organización. Estos ataques no sólo destruyeron estructuras de liderazgo sino que también enviaron un mensaje claro: Israel no tolerará que su seguridad esté amenazada. La respuesta militar de Israel es necesaria para restablecer la seguridad del país. Las sirenas y los ataques aéreos se han convertido en parte de la vida cotidiana en muchas ciudades israelíes, y los ciudadanos viven en un estado de alerta constante. La ofensiva contra Hamás y Hezbolá no consiste sólo en salvar vidas, sino también en garantizar un futuro pacífico para las generaciones futuras.
El conflicto subraya la importancia de la unidad entre la diáspora judía y el Estado de Israel. Las comunidades judías de todo el mundo han expresado su apoyo a las acciones defensivas de Israel, enfatizando la necesidad de proteger a su pueblo de la violencia. Es vital que la comunidad internacional comprenda el contexto de estos ataques y apoye el derecho de Israel a existir y a la autodefensa. Un año después del conflicto, las acciones de Israel son claramente una respuesta a una amenaza existencial. El ataque se justificó por el derecho a la legítima defensa y la necesidad de proteger a los ciudadanos israelíes de los ataques terroristas. Los muerte de los altos dirigentes de Hamás y Hezbolá representan un progreso significativo en la lucha contra el terrorismo y reafirman la determinación de Israel de garantizar la seguridad de su pueblo.
A medida que avanzamos hacia el futuro, la comunidad internacional reconoce la necesidad de responder enérgicamente al terrorismo y apoyar el derecho de Israel a la autodefensa. La paz duradera sólo puede lograrse reconociendo las aspiraciones legítimas de ambos pueblos, pero esto debe ir acompañado del fin de la violencia y el terrorismo. La historia ha demostrado que el diálogo y la diplomacia son necesarios, pero la seguridad del pueblo israelí siempre debe ser lo primero.
La lucha contra el terrorismo es un problema global y la comunidad internacional debe unirse para oponerse a ella. Esta amenaza. La seguridad de Israel no es sólo una cuestión de defensa nacional, sino también un principio básico para luchar por la paz y la estabilidad regionales. Es hora de tomar medidas decisivas y claras, apoyar a quienes defienden sus derechos y su supervivencia ante la adversidad.
(*) El autor es Comisario General (r) PFA y CEO FIDELEM Security ADVISOR.