“Para qué voy a seguir yendo a comer milanesas si después no cumple nada”.
Mauricio Macri está ofuscado y ese enojo se traslada al PRO. Está recibiendo señales fuertes que confirman la advertencia de que Milei lo va llevando a puro chamuyo pero que la idea es jubilarlo. Entre las palabras bonitas de Milei y el frío que le aplica el triángulo de hierro hay un abismo. Lo van limando.
La foto de Patricia Bullrich junto al libertario Agustín Romo y otros dirigentes, registrada en la Casa Rosada, formalizando la fusión de La Libertad Avanza y el PRO Libertad, tuvo el impacto de una bomba de profundidad. Una movida que va desgastando por goteo el poder de Macri. Le va comiendo las fichas de a una.
La respuesta no se hizo esperar. Macri apareció rodeado de varios intendentes del PRO, encabezados por Cristian Ritondo y Diego Santilli, durante un acto en Pergamino. La guerra de las imágenes quedó instalada.
El acto de lanzamiento a nivel nacional de La Libertad Avanza en Parque Lezama, también fue vivido como un tiro por elevación por el ex presidente, una estocada en el plexo macrista.
El avance de los libertarios sobre el territorio fundacional de los amarillos no pega bien en el comando del PRO. Las tensiones por el poder recrudecen a medida que nos acercamos al 2025 y las elecciones de medio término.
Macri se resiste a una alianza entre LLA y el PRO. Hay desconfianza. El ruido político se traslada al parlamento. El ex presidente parece dispuesto a ejercer su poder de fuego. El aliado hasta aquí incondicional empieza a tomar distancia.
Cristian Ritondo advirtió que no puede garantizar el acompañamiento de su bloque para frenar la insistencia opositora a la Ley de Financiamiento Universitario. Son varios los legisladores que ya manifestaron no estar dispuestos a seguir acompañando. Hay tensión entre los diputados del PRO por este tema.
Interviene Guillermo Francos. Irónico salió a cruzar a Macri. “Qué dice la Ley de Financiamiento Universitario, cuánto se gasta hoy, cuáles con los recursos que se pide, éstas son las preguntas y no si como milanesas o no”. La cuestión política embarró la cancha. Esa es la verdad de la milanesa.
La oposición está abroquelada en defender la ley. Esta vez le será difícil a Milei reclutar los “héroes” necesarios para conseguir el tercio indispensable que le blinda el veto. Ni siquiera los cinco radicales abducidos por el oficialismo aseguran lealtad. Nadie quiere inmolarse en el altar del libertarianismo.
En el Senado de la Nación los números son aún mucho más difíciles. En la Cámara Alta el PRO tampoco muestra intención para sostener el veto de Milei.
Fiel a su estilo confrontativo, el presidente libertario insiste en acelerar en las curvas. Lejos de tomar nota del ruido de la calle, puso primera y avanza en orden a una derrota parlamentaria. El plan B está decidido: en ningún caso el Ejecutivo acatará la Ley.
“Si quieren ir a la Justicia, que vayan”. Según el Gobierno, la ley es violatoria del art 38 de la Ley de Administración Financiera que expresa que toda norma que autorice gastos no previstos en el presupuesto general deberá especificar las fuentes de los recursos que se utilizarán para su financiamiento..
Lejos de dejarse amedrentar, Milei parece estar evaluando el momento bajo la lógica del “cuanto peor mejor”.
La politización de la marcha universitaria fue absolutamente funcional a la estrategia mileísta de amontonar a toda la oposición en un extremo filo kirchnerista. La aparición en escena de tren fantasma K acicateó la agresividad de la narrativa libertaria.
Sergio Massa, Pablo Moyano, Wado de Pedro, Fernando Espinoza, Mayra Mendoza, Emilio Persico y Juan Grabois marcharon entre la multitud al ras del suelo. Cristina Fernández de Kirchner se sumó desde un balcón del Instituto Patria. La causa universitaria es tan sensible como transversal. Una oportunidad única para todes.
Reaparecido, Horacio Rodríguez Larreta la pasó mal. Al feroz escrache callejero se sumó Milei. “Siniestro mentiroso”, le dedicó en un posteo en X exhumando declaraciones del ex jefe de Gobierno de la Ciudad en las que auguraba un dólar a $3500. “Más de 5 millones de nuevos pobres. Eso es lo siniestro”, replicó Larreta.
En el comunicado de la Oficina del Presidente queda plasmado el escenario político soñado por el anarco libertario.
“El Poder Ejecutivo celebra el sinceramiento de los dirigentes Cristina Kirchner, Sergio Massa, Martín Lousteau, Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió quienes han decidido unirse en una nueva convergencia pública. Esta coalición deja en claro su intención de obstruir la consolidación del plan económico del Presidente. Se trata de un frente populista de izquierda”. Todos en la misma bolsa.
En la mesa de arena de la política, Javier Milei levanta a CFK, la sube al ring. El “operativo clamor” no se hace esperar. Wado De Pedro exalta la virtudes de la lideresa del camporismo y la propone para hacerse cargo de la conducción del peronismo. De allí a una candidatura 2025 hay apenas pasos. Ya están quienes sueñan con un duelo electoral entre Cristina y Karina. La leyenda continúa, la grieta también.
La intransigencia mileísta incentiva a la oposición. El tono agresivo y arremetedor de Milei divide el territorio de la política en dos. O se está al 100% con el libertarianismo o se está del otro lado. La exacerbación del discurso de odio va en en ese sentido. Es probable que sea parte de una estrategia. Puede salir mal.
En Parque Lezama Milei exhibió la radicalización exaltada de su núcleo duro de seguidores y causó espanto. La violencia discursiva no se agotó en el acto partidario. Fue una semana de furia. Redes, posteos y streaming. La guardia pretoriana digital funcionando a pleno.
El cotillón de la salvaje narrativa obtura la conversación pública opacando las buenas nuevas. En la semana en la que se aprobó la Boleta Única para las próximas elecciones, los dólares bajan, se achica la brecha cambiaria y los rendimientos financieros alivian, la agenda termina dominada por los insultos e imprecaciones.
La escalada de la virulencia oficialista comenzó a disparar señales de alarma.
Amnistía Internacional publicó una carta abierta dirigida a Milei en la que lamenta que “encabece una confrontación violenta e intolerable, propia de prácticas autoritarias, que utiliza discursos de odio y desinformación como estrategia para silenciar y censurar a los que piensan diferente”. Amnistía advierte también que las autoridades argentinas han avanzado en regulaciones que combinan el uso de tecnologías e inteligencia artificial para vigilar de manera masiva e indiscriminada a las personas.
Montado en el potro de la rabia Javier Milei pretende catalizar el enojo colectivo. En su rally no repara en daños autoinflingidos. Lo suyo es al todo o nada.
La última encuesta bimestral de la Universidad de San Andrés sostiene que el 46% aprueba el Gobierno contra un 51% de desaprobación.
El 70% de los encuestados por UDESA desaprueba la reacción del gobierno ante las críticas de los periodistas. El 62% desaprueba el veto a la ley de movilidad jubilatoria.
El 68% considera a Unión por la Patria como el principal espacio opositor.
Los bajos salarios y la pobreza lideran la lista de los principales problemas según el estudio de la prestigiosa universidad privada.
La baja de 6 a 7 puntos en la imagen presidencial no preocupa a Milei, sostuvo el jefe de Gabinete. Tampoco parecen perturbarlo las observaciones a su intemperancia. Lo único innegociable es el déficit cero. El resto va y viene.