La cuota alimentaria es un derecho humano

En Argentina hay 1.6 millones de hogares a cargo de madres. En tres casos de cada cinco, no reciben el dinero en tiempo y forma

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En Argentina hay 1.6 millones de hogares únicamente a cargo de madres
En Argentina hay 1.6 millones de hogares únicamente a cargo de madres

El incumplimiento de la cuota alimentaria afecta la calidad de vida de los hijos e hijas y también pone a las madres en una posición de precariedad económica.

La mujer, generalmente a cargo de las tareas de cuidado, se ve obligada a buscar formas adicionales de ingreso para asumir la totalidad de las cargas y los gastos familiares, lo que incrementa su carga física y emocional.

En Argentina, según INDEC hay 1.6 millones de hogares únicamente a cargo de madres donde viven más de 3 millones de niños/as y adolescentes. Según datos de UNICEF, 3 de cada 5 de estos hogares no recibe la cuota alimentaria en tiempo y forma, y cuentan con 19% menos de ingresos que los demás hogares.

Más de la mitad de las madres que viven en Argentina no reciben la cuota alimentaria (56%) cuando el padre no habita en la vivienda y esa proporción asciende (68%) si se toman en cuenta a quienes no la reciben de manera regular.

En la Provincia de Buenos Aires más del 60% de las madres no recibe el pago por la cuota alimentaria, o la percibe eventualmente y el 29% de las encuestadas tuvo que aumentar las horas de trabajo para incrementar los ingresos del hogar frente al incumplimiento o insuficiencia de los aportes del papá de sus hijos e hijas. El 44% están endeudadas.

Según una investigación conjunta realizada en 2023 entre el Ministerio de Economía y la CEPAL, el 59% de los hogares a cargo de mujeres -monomarentales- destina más de la mitad hasta casi todos sus ingresos al pago de deudas o atrasos. En promedio el 73% de estos hogares sostenidos exclusivamente por mujeres se endeudan para comprar comida o remedios.

Esto coloca a las madres en una posición de vulnerabilidad extrema. Aparece así la denominada feminización de la pobreza, es decir el predominio de las mujeres con respecto a los hombres en la población empobrecida, con empeoramiento de sus condiciones de vida y la de sus hijos/as, ocasionada entre otros factores por la violencia patrimonial ejercida por el deudor alimentario.

Además según UNICEF, entre quienes no reciben este dinero, 6 de cada 10 indica que el progenitor tampoco se hace cargo de otros gastos de manera directa y, entre las que sí, un 24% afirma que no es suficiente para cubrir los gastos de las niñas y los niños. Entre los motivos por los cuales los padres no pagan la cuota alimentaria, se destaca la falta o la mala relación con la madre y/o con las niñas y los niños (61%), y en un 24% es por falta de trabajo o insuficiencia de ingresos.

La feminización de la pobreza denomina al predominio de las mujeres con respecto a los hombres en la población empobrecida (Fernando Calzada)
La feminización de la pobreza denomina al predominio de las mujeres con respecto a los hombres en la población empobrecida (Fernando Calzada)

Coparentar: criar es responsabilidad de dos

La obligación de la prestación alimentaria corresponde en la misma medida a ambos progenitores. Esto implica la igualdad entre mujeres y varones en los deberes y los derechos de criar a sus hijos/as, alimentarlos y educarlos aunque el cuidado personal, o algunas tareas particulares, estén a cargo de uno de ellos por razones prácticas. La coparentalidad es un 50 y 50 (cf. arts. 1, 2, 3, 7, 638, 639 y cc. CCCN).

Pocos son los varones que cumplen, la gran mayoría evade al punto tal que es recurrente que efectuen grandes maniobras para pasar a tener todos los ingresos en negro, transformándo el reclamos de la cuota en una verdadera epopeya. Prohibiciones para salir del país, embargos o trabas para obtener el registro de conducir son algunas de las acciones que se implementan, pero que, en la práctica, no resuelven de manera efectiva la situación inmediata de necesidad.

El proceso judicial actual: un laberinto para las madres

En el derecho argentino un reclamo en un juicio por alimentos se asimila a un reclamo patrimonial casi como si se estuviera discutiendo sobre la venta de un auto. Quien reclama en un juicio, en su mayoría las madres o abuelas, tiene que probarle a un juez/a que su hijo o hija son efectivamente suyos y demostrar cuánto efectivamente le cuesta criarlos. Entonces, esas mujeres se vuelven expertas en coleccionar tickets de cada gasto, discriminando en cada compra, registrando para demostrarle a ese juez/a lo que cuesta criar a su hijo o hija. Esto las coloca en una posición de desventaja desde el inicio, ya que deben invertir tiempo y recursos que muchas veces no tienen.

El incumplimiento de la cuota alimentaria es un problema que afecta a miles de familias en la provincia de Buenos Aires, y la reforma del Código Procesal Civil y Comercial es una necesidad urgente para garantizar que este derecho humano fundamental sea protegido de manera eficiente.

El Proyecto de ley de mi autoría, que impulsamos desde Mujeres del Frente Renovador, junto al Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género, y Diversidad Sexual,y que hoy cuenta con media sanción del Senado Bonaerense, incorpora un mecanismo que busca garantizar un piso a la hora de regular alimentos, pues el juez o jueza podrá utilizar la Canasta Básica de Crianza publicada por el INDEC que refleja el básico de cuánto cuesta criar (costos de bienes y servicios + costos de cuidado) según distintos rangos etarios. Esta canasta es la primera en Latinoamérica y se publica desde 2023 durante la gestión de Sergio Massa en el Ministerio de Economía.

En casos de incumplimiento, el juez o jueza, podrá de manera inmediata y con base en este índice, fijar alimentos provisorios, dictar sentencia o regular alimentos adeudados en base a dicha canasta, garantizando el derecho alimentario de los niños y niñas sin requerir otros medios de prueba, que dependiendo el caso podrían ser complementarios.

También contempla herramientas que permitan a las partes poder efectuar convenios de común acuerdo y legalizar la firma en sede administrativa. Esos convenios son fácilmente ejecutables pues les da fuerza de título ejecutivo, casi como si estuviéramos reclamando una deuda financiera. Es decir, el proceso ante incumplimiento se acelera y adopta herramientas de otros tipos de juicios que ayudan a su cobrabilidad, garantizando el derecho alimentario de los niños y niñas.

Entendiendo que gran parte de los procesos se dilatan en las notificaciones, se incorpora como opción para la primera notificación la vía de mensajería instantánea como Whatsapp y Telegram.

Las cifras dejan en claro que el incumplimiento de la cuota alimentaria es una problemática compleja y profunda, que requiere un cambio en la legislación para profundizar un cambio cultural donde ya no se acepte que un padre no le de comer a sus hijos/as.

La cuota alimentaria es un derecho humano y garantizarla no es responsabilidad sólo de las madres.

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