Los católicos peregrinamos por varias razones profundamente significativas. La peregrinación es una oportunidad para alejarse del mundo material, en términos modernos diría que es salir de nuestra zona de confort, y enfocarse en la fe, la reflexión y la conexión con Dios y con la Virgen.
Peregrinar se parece a la vida, se sale de Dios al nacer y se retorna a Él al morir. Por el trayecto pasamos por distintas etapas, la alegría de salir, el entusiasmo que no mide fuerzas, cuando el cansancio empieza a aparecer las charlas se vuelven más profundas y al final, cuando ya no damos más, surge la fe como algo vivo que nos sostiene y acompaña.
El punto de inicio es el Santuario de San Cayetano en Liniers y se llega al de la Virgen María en Luján. Lugares sagrados, asociados con santos y la Virgen María nos permiten ponerlos en el centro de nuestra vida y pedir su intercesión. La peregrinación es una forma de buscar también el perdón por los pecados y pedir gracia y bendiciones para uno y sus seres queridos. Sirve para encontrar consuelo y esperanza en momentos de dificultad, estamos como sociedad atravesando momentos difíciles. Es también una impactante experiencia comunitaria. Así como nadie se salva solo, tampoco se llega solo, cuando faltan las fuerzas alguien te carga, te anima y te ayuda.
Comunidad y hermandad es una buena definición, la peregrinación reúne a personas con el objetivo común de llegar a Luján fortaleciendo la comunidad y la hermandad entre los creyentes. Las diferentes comunidades que peregrinan lo hacen con sus móviles de sonido, carritos de diversas formas que amplifican el canto, sirven para los innumerables rosarios y ponen música para ayudar a llegar.
En cada una de las cinco paradas de descanso, otros miembros de las comunidades esperan con agua, comida, baños y masajes, para renovar con su alegría el ánimo de los peregrinos. La experiencia de la peregrinación renueva la fe y el compromiso con la Iglesia.
Varios son los motivos para peregrinar, promesas y pedidos por la salud y muchas veces simplemente agradecer. En el caso de la Peregrinación a Luján, específicamente, los católicos argentinos honramos a la patrona del país, y buscamos su protección y guía. Este año será la 50ª edición de la Peregrinación Juvenil a Luján y será un evento muy especial. El rector de la Basílica y Santuario Nacional de Nuestra Señora de Luján, el P. Lucas García decía: “Este año es un aniversario importante y se celebrará con mucha alegría”.
Actividades especiales
Se contará con 50 puestos sanitarios a lo largo de la Ruta Nacional N°7. Estos puestos también integrados por voluntarios, ofrecen asistencia gratuita a cualquier peregrino que lo necesite. La empresa AySA implementará un operativo con 13 camiones cisterna y 5 puntos de hidratación para proporcionar bolsitas de agua potable a los peregrinos. Se establecerá un hospital de campaña en el Puente de Control y en Avenida Nuestra Señora del Luján. La peregrinación oficial comenzará el sábado 5 de octubre a las 10 de la mañana desde el barrio porteño de Liniers, pero los fieles comienzan a salir la madrugada del sábado. Los participantes recorrerán un total de 63 kilómetros hasta llegar al Santuario de Nuestra Señora de Luján. La mayoría de los peregrinos tardan entre 12 y 15 horas en completar el trayecto.
El lema de la Peregrinación a Luján 2024 es “Madre, bajo tu mirada buscamos la unidad”. Este lema es especial porque marca la 50ª edición de la peregrinación, un hito importante para la comunidad católica en Argentina, el lema surge de la lectura de miles de pedidos que dejan los peregrinos cada año. Si nunca la hiciste, es una experiencia para no perderse.