Para entender a Milei deberíamos saber hacia dónde va el mundo, qué poderes dirimen su dominio y, en todo caso, a quiénes el presidente argentino les es útil. Una lectura simple nos lleva a analizar la puja entre Estados Unidos y China y sus puntos de apoyo mundiales para este cometido. Otra mirada es la que nos permite analizar los resultados de los balances de las empresas más importantes del planeta y el bolsillo de sus dueños. Muchos superan ampliamente los PBI de países importantes, incluso potencias. Tal vez lo que el jefe de Estado ha descubierto es que, si los Elon Musk lo tienen en cuenta, ese es el camino. Claro, ese es su camino, no el del país que gobierna: Argentina.
En la ONU, lo primero que dijo es que no es político. Raro: Argentina no es una multinacional y él su CEO. El puñadito de los más ricos del mundo sólo piensa en ser más ricos aún, no en los millones de pobres que un mundo sin árbitro reproduce hasta el hartazgo. Tiene razón Milei en cuanto a que la ONU fue perdiendo centralidad y efectividad. Sólo le faltó en su discurso pedir su cierre, como hace en su país con las cosas que van perdiendo eficiencia o con las que quiere para negocios de otros.
Si entendemos que el Presidente descubrió un nicho de poder mundial donde no pasa desapercibido, comprenderemos por qué no gobierna para resolver los grandes problemas sociales que su país tiene, sino para ser tenido en cuenta por otra casta -no la que él denuncia- que no tiene que ver con las “fuerzas del cielo”, sino con el más terrenal y brutal poder económico individual.
Lo que señalan encuestadoras serias, como la de la Universidad Di Tella, la de Raúl Timernan, Zuban Córdoba -entre otras prestigiosas-, es que el núcleo duro de adhesión al presidente Milei está rebelde.
Gustavo Córdoba dice que, del núcleo duro del 40%, sólo un 20% apoya al Presidente sin peros, ni quejas, ni dudas. Raúl Timerman señala quizá el dato más significativo: la caída de la esperanza. No se cree que dentro de un año se esté mejor.
También sorprendió la credibilidad del Presidente. Zuban Córdoba tomó doce textuales de Milei y consultó sobre si esos dichos eran verdad o mentira. Lo sorprendente es que de las doce aseveraciones, todas fueron consideradas en alto porcentaje como una mentira. Y el dato desagregado importante es que esta convicción la sostiene el 71% de votantes en primera vuelta de Patricia Bullrich, el 73% de Juan Schiaretti y el 98% de Sergio Massa. En cuanto a los votantes de Milei en primera vuelta, el 50% coincide con los dichos del Presidente y el 40% no.
Olivos pasó a ser últimamente un dolor de cabeza para los presidentes. Dos cenas, dos hitos significantes con graves implicancias políticas. El cumple de la otrora “querida Fabiola” y el asado para “los 87 héroes”, estos últimos comiendo asado a costa de los jubilados que no lo pueden probar. A propósito, se conoció que la canasta básica de los jubilados es de $ 912.584 al 1 de octubre de 2024 (incluye gastos de vivienda), donde 4.5 millones de jubilados -10% de la población argentina- cobran el haber mínimo de $ 234.540,23 más un bono de $ 70 mil.
Al cierre de este análisis, se conoció que el índice de pobreza del primer semestre 2024 elaborado por el INDEC fue del 52,9%, mientras que la indigencia trepó al 18,1%. Milei recibió de Alberto Fernández y Cristina Kirchner un espantoso piso de un 41%. En un país como Argentina, la pobreza mide el costo real de los planes económicos o políticos, malos o sesgados, cuyas consecuencias trágicas las viven en tiempo real generaciones de nuevos y viejos desclasados y asalariados pobres. Sigo preguntándome de qué forma Argentina puede encontrar una intersección a las paralelas en la que hoy se encuentra. Paralelas entre el camino que eligió Milei y las necesidades de los argentinos.
Vengo insistiendo en que, si existen las oposiciones, es aquí y ahora el momento de decir presente. Hasta ahora, la única oposición real es el dolor, el sufrimiento de millones de personas, por eso las encuestas van a la baja.
El 2 de octubre habrá una nueva marcha universitaria. Sería interesante que los organizadores adosen la voz de los jubilados -somos por ellos, a ellos nos debemos-. Queda claro que en lo universitario, al igual que en lo de los jubilados, no es un tema de recursos, sino de prioridades para el Gobierno. No se prioriza a la educación, la ciencia, la tecnología -habría que preguntarle a Elon Musk en que sustentó sus logros-. No hay plata para estos rubros que debieran ser ya políticas de Estado, para evitar las desviaciones de los presidentes de turno, pero sí para defensa -incluido gas pimienta- y viajes proselitistas por el mundo.
Los problemas, como bien dice el comunicado del CIN “Para seguir siendo una Nación, sí al financiamiento universitario”, no están en las universidades y en la ciencia; en ellas están las soluciones para los problemas que tenemos.
El Gobierno luce desordenado, manotea distintos temas y busca -y encuentra- en Cristina Kirchner un fronting que le sirve a los dos para sostenerse, no al país para encarrilarse.
Aerolíneas Argentinas volvió al redil. El Dr Diego Giuliano, ex ministro de Transporte, le dijo a Infobae: “Aerolíneas Argentinas atravesó una de las crisis más grandes del mundo y esto es real, por la pandemia. La atravesó con éxito. No hicimos ninguna trasferencia del Tesoro, incluso tampoco en el último año de mi función, en 2023. Aerolíneas le devuelve al sistema y al PBI U$S 6 mil millones anuales. Esa cuenta no la hace el Gobierno, la hace IATA. Esto ya se hizo, con el Grupo Marsans en el 2001. El titular del Grupo Marsans terminó preso dos años en España. Vendieron 22 aviones en pocas semanas y las oficinas en Madrid, Nueva York. La vaciaron. El Gobierno argentino debió hacerse cargo de salarios, combustible. En el 2001, con una de las peores crisis argentinas, Aerolíneas Argentinas estaba privatizada, los trenes cerrados y las empresas públicas privatizadas, y eso no salvó al país de la crisis”.
También se anunció con tono de catástrofe que habrá cortes de luz del verano. El titular del CEARE, Dr. Ing. Raúl Bertero, analizó para este medio: “Yo diría que la falta de tarifas realistas hace muchos años y la consecuente falta de inversión llevó a todo el sistema energético -generación, transporte y distribución- a una situación delicada. Sin embargo, los cortes dependen del clima y de eventos muchas veces aleatorios, por lo que no se puede pronosticar con seguridad la existencia de su corte o su importancia, pero sí la necesidad de tener planes de respuesta rápida ante esa posibilidad”.
Bertero agregó: “Dar solidez al sector energético es un problema estructural que debe ser bien planificado y ejecutado durante varios años. Bien realizado puede incluso llevar a una baja significativa del costo real de la electricidad, dados los extraordinarios recursos con que cuenta el país”.
También esta semana se reglamentó la ley laboral. Primeras reflexiones del Dr. Mario Ackerman: “Lo primero que miré es el fondo de cese laboral, y veo dos cosas. Primero, todo depende de que se ponga en práctica por convenio colectivo. Segundo, está concebido y diseñado como un negocio bancario, del seguro y del sistema financiero. De hecho, en la aplicación, tiene un gran protagonismo el BCRA -ese que va a desaparecer-, y especialmente la CNV. La Constitución Nacional, en el artículo 14 bis, asegura al trabajador protección contra el despido arbitrario. No creo que en ninguna de las tres opciones planteadas la garantice. Veo un vicio de origen, que es el artículo 96 de la Ley Bases, que delega al Ejecutivo el diseño del sistema. Esto no lo permite el artículo 76 de la Constitución, que limita en su contenido, por un año, la posibilidad de que el Congreso delegue al Ejecutivo la facultad de dictar normas de contenido legislativo. Estoy diciendo que esto puede, por contenido y por su origen, pasar al control judicial. Y no creo que sea un buen negocio para las pymes”.
Remata diciendo el profesor: “Algo anda mal y poco bueno se puede esperar en un país en que los empleadores son ‘usuarios’ de unos ‘bienes muebles semovientes registrables’, antes llamados trabajadores, y en el que las indemnizaciones laborales son la excusa para negocios financieros”.