Cómo ayudar a nuestros hijos en la elección de la carrera universitaria

Una forma rápida para la elección de la carrera suele centrarse en qué materias prefieren estudiar, sin tener en cuenta la real salida laboral

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Hoy, menos del 30% de
Hoy, menos del 30% de los universitarios egresan en tiempo teórico (Imagen Ilustrativa Infobae)

Termina la temporada de los viajes de egresados a Bariloche y los alumnos de quinto año comienzan con la de inscripciones a la facultad.

Un título es algo para toda la vida. Pero ¿cómo saber a los 18 que se quiere de ta vida cuan­do recién han empezado a recorrerla?

Es normal ver la situación con una mirada antigua, quizás hasta con la heredada de nues­tros padres y abuelos. Sin embargo, la realidad cam­bió. Y mucho. Antes, los hijos se independi­zaban (de los padres) con el casamiento. Querían recibirse rápido para comenzar a trabajar e irse de la casa. Hoy, menos del 30% de los universitarios egresan en tiempo teórico. Muchos jóvenes no quieren dejar el nido para poder ahorrar, viajar o porque simplemente no pueden costear vivir solos. Del otro lado, encontramos a padres que quieren independizarse de sus hijos.

Para ser alguien en la vida hay que estudiar

“Para ser alguien en la vida hay que estudiar”, decía mi abuela refiriéndose a obtener un título universitario.

Una forma rápida para la elección de la carrera suele centrarse en qué materias prefieren estudiar, sin tener en cuenta la real salida laboral. Y allí encontra­mos casos como al que le encantaba biolo­gía y eligió medicina. Hoy, siendo doctor, tuvo que optar entre forense o patología porque no le gusta socializar con gente. Por eso es recomendable no solo enfocarse en las materias de estudio, sino en las posibilidades que esa carrera abrirá.

La competencia de la universidad hoy son cursos de corta duración que prome­ten salida laboral casi inmediata y hasta la posibilidad de ganar en dóla­res

La Universidad pública y gratuita, cada vez más cara.

Otro factor determinante a la hora de elegir una carrera es el económico. Quienes optamos por apoyar a que sigan una carrera universitaria, nos encontramos con gastos extras, como miles de fotocopias.

Otra dificultad, es el traslado hacia la facultad, ya que muchas carreras no se dictan en todas las universidades públicas. En el 2023, sólo el 37% de los alumnos de la Universidad Nacional de Córdoba eran de esa ciudad. El resto de los alumnos se dividía en partes iguales entre gente del interior de Córdoba y del resto del país. En la Universidad Nacional de Rosario, solo la mitad son de dicha ciudad.

Teniendo en cuenta que menos del 25% de los alumnos de la UBA se reciben en los años estipulados, es importante saber si se podrá hacer la inversión durante este tiempo o se requerirá que nuestro hijo trabaje para ayudar con los gastos. En este caso, es importante tener en cuenta que la época de estudio suele prolongarse aún más.

Aunque en la crisis de los 40 quieras cambiar de carrera, tu título anterior podría servir como trampolín

El título ya no es para toda la vida.

Si bien en Argentina los títulos no caducan, es necesario estar aggiornándose continuamente frente a una reali­dad que cambia cada vez más rápido.

Aunque en la crisis de los 40 quieras cambiar de carrera, tu título anterior podría servir como trampolín. Por ejemplo, un contador que se cansó del trabajo en oficina y quiere mudarse al campo podría hacer una maestría en gestión agropecuaria.

La competencia de la universidad hoy son cursos de corta duración que prome­ten salida laboral casi inmediata y hasta la posibilidad de ganar en dóla­res. Obviamente, esta opción es arancelada y en algunos casos, hasta iguala la cuota de una Universidad paga.

Como todo en la vida, están las opcio­nes serias, en donde encontramos instituciones, generalmente de origen privado, formadas por profesores con experien­cia y trabajo comprobado en la indus­tria. Dictan certificaciones prácticas y muy actuales, como lenguajes de programación o negocios digitales. Temáticas que evolucionan día a día y que las universidades no llegan a adaptarse por todo lo que implica cambiar el plan de estudios

Alerta: Posible fraude

Del otro lado de la moneda encontramos personas independientes que se aprovechan de esta situación y comercializan cursos de maneras disruptivas, si queremos ser políticamente correctos. Sus publicida­des ya no apuntan a los futuros alumnos, sino a sus padres. Hábiles en el arte de la persuasión, saben quienes pagan. Publican videos regalándole una camioneta a su mamá, o llevando a sus padres en un paseo en helicóptero. Es el hijo salvador, con la promesa de que el tuyo tenga sus mismos resultados y resuelva mágicamente tus problemas. Venden un estilo de vida pero nunca se muestran trabajando. Es como ver a Messi paseando por Fort Lauderdale con el mate en la mano y vestido de Dolce Gabbana, olvidando que a la mañana hizo cientos de abdominales y que no tuvo viaje de egresados.

Todos los padres queremos lo mejor para nuestros hijos, aunque nuestra definición de “mejor” difiera de la de ellos. A la hora de sentarnos con ellos para charlar sobre su futuro es bueno ser claros con las posibilidades económicas reales y recordarles que tus consejos no vienen de tu experiencia, sino de tu amor hacia tu hijo.

La autora es coach, asesora de emprendedores y autora de “Alma emprendedora”

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