Juego ilegal en línea: de la penalización a la ciberludopatía infantil

La cifra de menores que acceden a juegos de apuestas en línea es alarmante

La Organización Mundial de la Salud presenta a la ludopatía en una categoría internacional de enfermedades como un trastorno en el control de los impulsos - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El devenir evolutivo, marcado por una sucesión de acontecimientos, trazó el camino que impulsó el creciente interés en torno al juego online ilegal que, con el paso del tiempo fue cobrando fuerza, hasta convertirse en un fenómeno de gran relevancia y visibilidad en la actualidad.

El juego de azar en línea es un delito Si bien en el ámbito de la CABA se venía trabajando a nivel contravencional en casos de captación de apuestas de manera remota con la utilización de plataformas ilegales, el primer suceso relevante que marca el comienzo de la ampliación del marco de interés del juego en línea ilegal proviene de una fuente jurídica nacional.

A finales de 2016, la sanción de la Ley Nº 27.346 por parte del Congreso Nacional, incorporó al Código Penal el artículo 301 bis, que penaliza las conductas de quien explota, opera, administra y organiza juegos de azar sin la debida autorización de las autoridades competentes. “Esta criminalización abarcó tanto las formas tradicionales y físicas del juego, como también la captación de apuestas a través de medios tecnológicos, incluyendo las plataformas creadas específicamente para ese propósito”.

La reacción penal derivada de la pena en expectativa de 3 a 6 años de prisión despertó, como consecuencia natural, mayor interés de los actores destacados del sistema. El Ministerio Público Fiscal, por medio de los fiscales, incrementó la persecución sobre las conductas ligadas al nuevo delito. Los entes oficiales de juego en representación de cada Provincia y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, intensificaron las políticas regulatorias para operar juego en línea y asumieron una posición más agresiva en la presentación de denuncias.

Un gran número de operadores del servicio de prestación de juego en línea que, hasta ese entonces, navegaban en una zona de ilegalidad se integraron a los procesos regulatorios en marcha. Mientras otras empresas que operan a distancia desde el extranjero y sin arraigo en el país, permanecen en lo que el Libro Verde del Juego online para el Mercado Europeo clasifica como “mercados negros del juego online”.

Los jueces en el Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires afianzaron la tendencia hacia el bloqueo a los accesos a plataformas de apuestas en línea no autorizadas (ilegales) y bloqueos de mecanismos de pasarelas de pago entre los usuarios y los servicios de juego en línea ilegales, restringiendo operaciones por tarjetas de crédito, medios de pago electrónicos y cuentas bancarias con el congelamiento e incautaciones de los fondos provenientes del delito.

La gestión de trabajo del Poder Judicial de la CABA alcanzó la cumbre con la primera sentencia condenatoria en Argentina en los términos del art. 301 bis del Código Penal. Se trata del caso Mil Jugadas. Una casa de apuestas online que operaba juego ilegal desde la Provincia de Misiones.

El juego en línea ilegal, gran ganador del confinamiento

En junio de 2020, publicamos en Infobae el artículo titulado “El juego de azar ilegal online: el gran ganador del confinamiento”, una reflexión sobre las condiciones y circunstancias que trajo consigo el confinamiento impuesto por la emergencia sanitaria del COVID-19. En ese contexto, la expansión del juego en línea se entrelazó con los profundos cambios en los hábitos y prácticas cotidianas de las personas, quienes se vieron forzadas a adaptarse a la vida digital en lo que pronto se conoció como la “nueva normalidad”.

La cuarentena obligatoria fue un parte aguas en términos de la aceleración tecnológica y su impacto en la vida cotidiana. Fue un catalizador que forzó a las personas a adaptarse rápidamente a nuevas formas de aprender, trabajar, comunicarse y comerciar.

El confinamiento confirió grandes ventajas a la actividad de juego en línea que se encontraban insertas, reconocidas y afincadas en la lógica transaccional digital en el ecosistema del comercio electrónico con una gran aceptación social y en franco crecimiento. El tráfico de los juegos de azar online se vio incrementado durante este periodo con las consecuentes ganancias adquiridas por los operadores, vale decir, fruto de una explotación no autorizada.

El juego de apuestas online no necesitó readaptarse o reinventarse a las urgencias del confinamiento, como ocurrió con otras actividades. Con esa ventaja tecnológica, las transacciones online siguieron fluyendo. Por defecto, no hizo más que confirmar y afianzar patrones de conducta lúdica propios, ya aprehendidos por los usuarios del juego en línea que diversifica las formas de consumos y de gastos, muy distintas a los parámetros presenciales.

Desde ya, la confluencia entre aceleración tecnológica, pandemia y delito, fundó nuevas oportunidades para la gestación de modalidades en el juego ilegal integrada por otros actores. Ejemplo claro de esta dinámica producto de la pandemia, es la sentencia condenatoria del Poder Judicial de la Provincia de Córdoba. El caso RAPOKER (Red Argentina de Poker) es una modalidad piramidal que incluye la plataforma de juego, administradores, cajeros y usuarios. Este esquema compuesto por administradores (reclutadores de cajeros) y cajeros (atraen clientes por redes sociales) que organizan un sistema de captación de apuestas con venta de créditos para poder acceder a los juegos ofrecidos por la plataforma, se ajustó a las oportunidades delictivas de la cuarentena obligatoria.

Ciberludopatía infantil

El punto más alto de atención de la problemática del juego en línea ilegal Entre los efectos pluriofensivos del juego de azar ilegal en línea, que impactan en nuestra sociedad, emerge con particular gravedad el peligro inminente en el ámbito digital: la exposición de menores a plataformas de juego de apuestas. Este acceso no solo abre la puerta las apuestas prohibidas para ese grupo vulnerable (underage gambling), sino que también facilita la incorporación de comportamientos adictivos en la vida de niños y adolescentes, como un reconocible peligro en la zona digital, generativos de posibles trastornos asociados a los juegos de apuestas con un fuerte arraigo nocivo en su desarrollo y bienestar futuro.

Datos recogidos por el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires y estudios realizados en España muestran cifras alarmantes sobre la disminución de la franja etaria que recurre a los juegos de apuestas, las constancias en las frecuencias de conexión online, los gastos que se invierten, el bajo control de autenticación de identidad y demás elementos que contribuyen a la facilitación de accesos a menores. La Organización Mundial de la Salud presenta a la ludopatía en una categoría internacional de enfermedades como un trastorno en el control de los impulsos hacia las actividades lúdicas que se encuentra asociado a deterioros funcionales que ingresa a la dimensión de la salud pública.

En este sentido, la OMS relaciona el comportamiento adictivo con uso excesivo de Internet, computadoras, teléfonos inteligentes y otros dispositivos electrónicos que se ha aumentado drásticamente en las últimas décadas. Entre los efectos negativos para la salud que surgen de las acciones relacionados con el juego se incluye la actividad física insuficiente, dieta poco saludable, problemas de vista o audición, problemas musculoesqueléticos, falta de sueño, aislamiento, depresión y cuadros de ansiedad.

El creciente uso excesivo de la tecnología y la exposición temprana de los menores a los juegos de apuestas en línea, facilitada por diversos canales y mecanismos de estimulación (publicidad agresiva, influencers, streamers, creaciones culturales como la falacia del jugador, cultos a la estrategia, sensación habilidad y control del juego, etc.), parece ser una tendencia en aumento, sumado a la sencillez con que los nativos digitales dominan y combinan diferentes servicios, como por ejemplo, las trasferencias por medio de sistemas de pago electrónico.

La problemática de la ludopatía digital ha escalado como un riesgo muy cercano a niños y adolescentes. Hoy en día, ha alcanzado un nivel de visibilidad, preocupación y sensibilidad sin precedentes, incorporándose entre los temas urgentes de la agenda pública de los Estados que reclama atención.

Especialistas en adicciones coinciden en identificar las consecuencias dañosas de alto impacto en la salud mental en niños y adolescentes sumado a las detracciones económicas que atraviesan las familias como el resultado de un fenómeno silente que no se manifestó en nuestros hogares -bajo el control parental-, sino que se detectó -en la mayoría de los casos- por los docentes en espacios y tiempos educativos.

Tras haber recorrido una curva ascendente en el interés que ha suscitado el juego en línea ilegal, es la ciberludopatía infantil la que, por su gravedad y emergencia, logró posicionar en su justa medida el problema, como uno los efectos derivados más ofensivos. Queda ahora, como medida inmediata, asumir políticas públicas diseñadas para implementar acciones con la intervención directa de especialistas en materia de trastornos de compulsión al juego con abordaje en niños, niñas y adolescentes con el propósito de difundir, prevenir y concientizar sobre la problemática del juego patológico y sus consecuencias en el plano individual, familiar y social, en busca de evitar y disminuir al extremo, la exposición y acceso de este grupo vulnerable a las apuestas en línea.