Latinoamérica no alcanzó los niveles de concientización sobre el uso de sistemas de seguridad

Las empresas de servicios masivos y pymes del sector luchan por brindar mejores servicios

Un cliente instruido no solo comprende mejor las opciones disponibles, sino que también puede evaluar de manera más informada cuál es la mejor opción para sus necesidades específicas (Imagen Ilustrativa Infobae)

En el mercado de monitoreo de alarmas en Argentina, las empresas más grandes dominan gran parte del mercado debido a su capacidad comercial para ofrecer soluciones integrales y simples. Sin embargo, las pymes del sector, aunque enfrentan desafíos significativos, están logrando captar una porción del mercado al enfocarse en servicios personalizados y adaptados a las necesidades locales.

El mercado argentino de monitoreo de alarmas tiene un tamaño estimado de USD 480,13 millones en 2024 y se proyecta que crezca a una tasa compuesta anual del 7,1% hasta 2031. Este crecimiento es impulsado principalmente por los avances tecnológicos y la creciente adopción de soluciones de hogares inteligentes en el país, según Cognitive Market Research / Mordor Intelligence.

Mientras que las grandes empresas tienden a dominar en áreas urbanas y comerciales, las pymes han encontrado oportunidades en mercados más nichos y rurales, donde la atención personalizada y el conocimiento local son clave para competir.

Hace décadas que las empresas de monitoreo en la región luchan por ganar mercados frente a las grandes corporaciones. En el dinámico panorama de la seguridad electrónica, las estaciones de monitoreo masivas y las pequeñas y medianas empresas se erigen como dos competidores prominentes. Ambos modelos tienen sus propias ventajas y desventajas, sin embargo, el público final sigue quedando vulnerable a posibles malentendidos sobre la calidad de los servicios debido a la falta de información y conocimiento en la materia. A la hora de tomar decisiones de compra, es clave destacar el papel fundamental que desempeñan las pymes en este sector en constante evolución.

Hace décadas que las empresas de monitoreo en la región luchan por ganar mercados frente a las grandes corporaciones

Hacia finales de la década de los 90, el monitoreo de alarmas tomaba forma y hay que reconocer que si no hubiera sido por aquellas multinacionales que impulsaron deliberadamente el negocio, quizás argentina y otros países de Latinoamérica no estarían tan avanzados en este sentido. La impulsión del negocio fue importante en esa primera etapa, pero aún queda mucho por hacer, Latinoamérica no ha alcanzado los niveles de concientización sobre el uso de sistemas de seguridad para la protección de bienes y personas en contraste con Europa.

En el mercado de monitoreo de alarmas, es importante reconocer que existen dos modelos de negocio que compiten por la supremacía: las estaciones de monitoreo masivas (multinacionales) y las pequeñas y medianas empresas (pymes), ambos involucrados en un conflicto comercial histórico y de participación de mercado que no se detiene, donde el negocio de gran escala se enfrenta una y otra vez a un servicio de monitoreo de trato personalizado y la dedicación meticulosa, característica de las pymes. Es como presenciar un choque de titanes, donde cada uno lucha por dominar el campo de juego, pero donde la verdadera batalla se libra en las preferencias y necesidades de los clientes. Sin embargo, surge un desafío cuando el cliente no logra comprender plenamente lo que está adquiriendo, o peor aún, no logra apreciar el valor que realmente ofrecen las pymes en comparación con las multinacionales.

Imaginemos una escena donde las estaciones de monitoreo masivas se alzan como gigantes, con grandes inversiones en publicidad seduciendo a todo aquel que se lo ponga por delante, infraestructuras y recursos que les permiten abarcar grandes mercados potenciales. Sin dudas estos titanes financieros, capaces de ofrecer servicios a una escala que impresiona, fuerzan así precios muy bajos y difíciles de igualar por las pymes. Estas estaciones pueden llegar a cualquier rincón, ofreciendo una sensación de seguridad a una gran cantidad de hogares y pequeñas empresas. Sin embargo, detrás de esa imponente fachada, yace una realidad que no siempre se ve. La falta de atención personalizada es un hecho y un denominador común. Al atender a una multitud de clientes, a veces se pierde esa conexión individualizada que hace que cada cliente se sienta único cuando se trata de seguridad, en donde los bienes y la familia está en juego.

El papel crucial de las pymes

En contraste, las pymes en el mundo del monitoreo de alarmas se distinguen por su enfoque meticuloso y atención al detalle, cumpliendo rigurosamente normas y protocolos de seguridad para brindar un servicio confiable y efectivo. Esto les permite proporcionar avisos inmediatos, responder rápidamente a situaciones de riesgo y actuar de manera eficiente en casos de emergencia. En Argentina, estas empresas representadas por la Cámara de Empresas de Monitoreo (Cemara), sin dudas tienen un enfoque distinto hacia la atención y el servicio brindado al cliente final. Se especializan en ofrecer soluciones personalizadas, adaptadas a las necesidades específicas de cada cliente.

Es como presenciar un choque de titanes, donde cada uno lucha por dominar el campo de juego, pero donde la verdadera batalla se libra en las preferencias y necesidades de los clientes

La cercanía y la atención al cliente son los pilares de estas empresas que invierten en tecnología de punta y calidad de servicio a través de un enfoque más íntimo, brindando un servicio que va más allá de simplemente monitorear una alarma.

Es esencial considerar que, al contratar servicios de seguridad, los clientes deben seleccionar empresas con las que puedan establecer relaciones sólidas y perdurables en el tiempo. La construcción de esta confianza es imprescindible, especialmente cuando se trata de cuidar los bienes o en sí mismo la familia.

Al final del camino el cliente decidirá, la elección entre una estación de monitoreo masiva y una que no lo es, dependerá de muchos factores y preferencias individuales de cada uno. Pero lo que es innegable es el valor intrínseco que aportan las pymes al sector de seguridad electrónica y las cámaras que trabajan para mejorar un mercado que aún tiene mucho potencial.

Es crucial que las Cámaras de seguridad y las empresas del sector inviertan en programas de formación dirigidos al público final. Un cliente instruido no solo comprende mejor las opciones disponibles, sino que también puede evaluar de manera más informada cuál es la mejor opción para sus necesidades específicas. Al proporcionar información clara y accesible sobre los distintos sistemas de seguridad, las Cámaras pueden empoderar a los clientes para que tomen decisiones más acertadas. Este conocimiento no solo beneficia a los clientes, sino que también contribuye al desarrollo de un mercado más transparente y competitivo en el sector de la seguridad electrónica.

El autor es director Ejecutivo de Garnet Technology