Estamos atravesando la primera etapa de la exteriorización de activos a la AFIP. Y, si bien no hay estimaciones oficiales, muchas noticias e informes mencionan que viene siendo muy exitoso (los depósitos en dólares en bancos crecieron casi USD 2.000 millones desde mitad de agosto).
Para aquellos que no estén familiarizados con el concepto, el “blanqueo” es en realidad un Régimen legal que permite a individuos y/o empresas regularizar cualquier monto en efectivo y/o bienes (que no haya sido declarado) con ciertos beneficios durante un período de tiempo.
El plazo para adherir será hasta el 30 de abril de 2025 (el Gobierno lo puede extender hasta el 31 de julio del próximo año), pero es muy importante considerar las diferentes etapas en las que puede realizarse.
De hecho, la primera etapa -la única en la cual se puede regularizar efectivo y en la cual la alícuota aplicable es del 5%- es hasta el 30 de septiembre próximo. Mientras que entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre 2024 esa alícuota sube a 10% y, hasta el 30 de abril 2025 a 15 por ciento.
Ahora bien, hay algunos datos importantes que hay que considerar. Por un lado, si el monto a blanquear es menor a USD 100.000, estás dentro de la franquicia que no paga el impuesto y se lo puede retirar de la cuenta especial desde el 1 de octubre próximo.
Si el monto a blanquear es mayor a USD 100.000, se puede evitar pagar la alícuota, si los fondos regularizados se mueven dentro del ecosistema de cuentas especiales, ya sea bancarias o en un ALyC, hasta fin del año próximo
Si es mayor a USD 100.000, se puede evitar pagar la alícuota, si los fondos regularizados se mueven dentro del ecosistema de cuentas especiales, ya sea bancarias o en un ALyC, hasta fin del año próximo. Incluso dentro de ese universo, las opciones de inversión elegibles, que te permiten mantener en cero el impuesto son variadas. Entre ellas, por ejemplo:
- Títulos públicos emitidos por los Estados Nacional (incluidos los Bopreal), Provinciales, Municipales y/o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
- Acciones colocadas por oferta pública autorizada por la Comisión Nacional de Valores (CNV).
- Obligaciones negociables con oferta pública autorizada por la CNV.
- Cuotapartes especiales de Fondos Comunes de Inversión abiertos y cerrados, éstos últimos colocados por oferta pública autorizada por la CNV.
- Certificados de participación o títulos de deuda de fideicomisos colocados por oferta pública autorizada por la CNV, destinados al financiamiento de las Mipyme, y/o a la inversión y/o financiamiento en proyectos productivos, inmobiliarios y/o de infraestructura, para el fomento de la inversión productiva.
- Cheques de Pago diferido y pagarés negociados en mercados autorizados por la Comisión Nacional de Valores en cualquiera de los segmentos habilitados por la normativa de dicho organismo.
- Proyectos inmobiliarios iniciados a partir de la vigencia del Título II de la Ley 27.743, o con un grado de avance inferior al 50% de la finalización de la obra a ese momento. Comprende construcciones, ampliaciones, instalaciones, entre otros trabajos, en inmuebles propios o de terceros.
Diversificación de carteras
Considerando estás condiciones y el dinero nuevo que está ingresando en el mercado de capitales, es importante conocer en qué invertirlo. Como siempre, es clave la diversificación e invertir en instrumentos acordes al perfil de riesgo de cada uno.
Perfil moderado: Un 100% en instrumentos de renta fija, pero con diferentes ponderaciones dependiendo del emisor. Un 40% en Obligaciones Negociables, que son bonos emitidos por empresas de alta calidad crediticia, y 60% restante repartido en partes iguales (20%) entre bonos provinciales, Bopreales y soberanos. ¿Su objetivo? Mantener el capital en dólares y, a la vez, presentar un sesgo defensivo en un contexto de incertidumbre tanto política como económica.
- Dentro de las ONs, dos buenas alternativas son $Ymcxo de YPF con vencimiento en 2031 y Tlcmo de Telecom con vencimiento en el mismo año. Ambas están rindiendo aproximadamente 9 por ciento.
- En cuanto a los provinciales, son instrumentos que ofrecen interesantes oportunidades debido a su menor volatilidad con relación a los bonos soberanos. El Tideneu de Neuquén ($NDT25) que está rindiendo arriba del 11% es una opción conservadora.
- Por su parte, los Bopreales son una serie de bonos emitidos este año por el BCRA, que permiten obtener una exposición a una tasa atractiva en dólares con un riesgo menor al de los soberanos y vencimientos más cortos. Por ejemplo, el Serie 3 ($BPY26) está rindiendo 16% y es una excelente alternativa para los dólares a un corto/mediano plazo.
- Por último, la inversión más popular en Argentina en los últimos meses: los bonos soberanos, que si bien son una alternativa riesgosa, el potencial upside que puedan tener si al país le va bien es muy grande. En ese sentido, el GD35 puede resultar el mejor vehículo para capturar ese upside, pero también es el más defensivo ante un escenario adverso.
Más allá de estas recomendaciones, lo mejor siempre es consultar con un asesor financiero cuál es la cartera e instrumentos que mejor se adaptan al perfil y objetivos de cada uno.
El autor es Gerente de Desarrollo Comercial en PPI (Portfolio Personal Inversiones)