Antes se denominaban las 7 fantásticas, en la actualidad existen 10 empresas tecnológicas norteamericanas que han impulsado últimamente el alza a la bolsa estadounidense: NVIDIA (NVDA), Google (GOOG), Microsoft (MSFT), Meta Platforms (META), Amazon (AMZN), Broadcom (AVGO), Qualcomm (QCOM), Advanced Micro Devices (AMD), Applied Materials (AMAT) y Micron Technology (MU). Estas empresas han sido líderes en sus respectivos campos y han jugado un papel crucial en el rendimiento general del mercado.
De hecho, los crecimientos de estas 10 empresas ya representan el 28% de toda la capitalización, según el índice Standard & Poor’s 500. Mientras que, en el año 2013, el “Big Ten de IA” representaba apenas el 5% del S&P 500. Su influencia, como se puede apreciar, ha aumentado de manera exponencial.
Pero existe un lado B poco agradable, la competencia por la supremacía entre estas compañías encarnaría una carrera que según los tecno-escépticos podría terminar con la civilización en menos tiempo que un pestañear cósmico.
Los especialistas en Inteligencia Artificial (IA) firmaron una declaración conjunta para pedir que se detenga el avance de grandes proyectos para el desarrollo de esa tecnología. El texto compartido en el sitio web del instituto Future Of Life cita bibliografía reunida en los últimos años sobre el potencial y los riesgos de la IA, a la que suscriben expertos y académicos estadounidenses. Entre los firmantes figuran empresarios como el cofundador de Open AI, Elon Musk, el de Apple, Steve Wozniak, miembros del laboratorio de AI DeepMind, de Google, el director de Stability AI, Emad Mostaque, así como ingenieros ejecutivos de la informática Microsoft.
“En los últimos meses hemos visto cómo los laboratorios de IA se han lanzado a una carrera descontrolada para desarrollar y desplegar cerebros digitales cada vez más potentes que nadie, ni siquiera sus creadores, pueden entender, predecir o controlar de manera fiable”, expresa la carta.
Pronostican que los próximos años serán vertiginosos. Las AGIs (Artificial General Intelligence) reemplazarán todo trabajo intelectual que requiera de conocimientos y experiencia. Por otro lado, los humanoides (robots con forma de humanos) con AI integrada reemplazarán las tareas operativas y mecánicas que requieran precisión y largas horas de esfuerzo sin descanso.
El mundo según algunos especialistas se dividirá en tres, los humanos que solo interactúan con humanos, los humanos que interactúan con robots y los robots que interactúan con robots. Incluso una nueva categoría la inteligencia híbrida una fusión de lo biológico y lo artificial hará más difícil la vida como la conocemos hasta ahora.
El reporte del año 2023 sobre el “Futuro del Trabajo” del Foro Económico Mundial predice grandes cambios para el mercado laboral en los próximos cinco años. Las mayores pérdidas de empleo se esperan en las funciones administrativas y en las funciones tradicionales de seguridad, fábrica y comercio”, dice el informe, señalando que la disminución de las funciones administrativas en particular será “impulsada principalmente por la digitalización y la automatización.”
Incluso especialistas también alertan que algunos de los puestos menos pensados serán los primeros en reemplazarse: los creativos, los de desarrollo de software, los de consulta de toda índole, psicólogos, médicos, abogados, consultores, redactores, escritores, y hasta jugadores virtuales.
La competencia será injusta, qué sentido sería competir contra una IA para ser el mejor jugador de GO o el mejor tenista. Es por eso que la nueva grieta será establecida desde la inteligencia híbrida.
Todo esto podría derivar en una baja del consumo generalizada y a la primera recesión global por culpa de la IA. Las personas no tendrán trabajo ni ningún incentivo para aprender, ya que la IA y los robots serán mejores que ellos y les ganarán en cualquier competencia o trabajo intelectual.
Algunos referentes del área proponen ante esta situación la renta básica universal que representa una de las ideas más radicales y debatidas en la política económica moderna. A medida que la inteligencia artificial y la automatización vayan transformando el mercado laboral, esta renta universal podría ser una posible solución para los desafíos económicos y sociales que estos cambios conllevan.
Pero otros alertan que el ser humano desmotivado y sin incentivo alguno se desorientará y podría sufrir trastornos psicológicos, podría incluso aumentar las tasas de adicciones y hasta de suicidios.
Los tecno-optimistas coinciden con los escépticos en la transformación radical del mundo del trabajo, en donde los próximos cinco años se experimentarán grandes cambios. La irrupción de la inteligencia artificial tendrá un efecto de destrucción de puestos de trabajo, pero también a diferencia de los pronósticos sombríos, presentan una faceta de creación de nuevos roles laborales hasta ahora inexistentes, sumado a esto la transición hacia una economía verde serán las principales fuerzas disruptivas que operan sobre el mercado de empleo.
Según el informe del año 2023, casi una cuarta parte de todos los puestos de trabajo (23%) a escala mundial cambiarán en los próximos cinco años. En 45 economías, que abarcan 673 millones de trabajadores, se prevé la creación de 69 millones de nuevos puestos de trabajo y la supresión de 83 millones, lo que supone una disminución neta de 14 millones de empleos, es decir, el 2% del empleo actual.
Incluso vaticina el mismo informe que la irrupción de las nuevas tendencias y la mayoría de las tecnologías en el empleo sea positiva en términos netos en los próximos cinco años. Sobre todo, en las áreas o sectores del análisis de macro datos, las tecnologías de gestión del cambio climático y el medio ambiente, y la encriptación y la ciberseguridad serán los principales motores del crecimiento del empleo. Incluso sectores que podrían verse impulsada la creación de empleo vinculada a la tecnología como los de la educación, la agricultura y la sanidad.
Entonces el futuro llegó hace rato, la pregunta es: ¿estamos preparados?