En septiembre se celebra, cada año, el Día Mundial del Vehículo Eléctrico, para concientizar a la sociedad sobre la importancia de usar este tipo de movilidad para trasladarse en las ciudades y cuidar el medio ambiente. Según las cifras reveladas en el último informe del Sistema de Información Online del Mercado Automotor de Argentina (Siomaa), el mercado de vehículos híbridos y eléctricos registró un aumento del 32,7% durante la primera mitad de 2024, en comparación con 2023. Durante el segundo trimestre del año se patentaron en Argentina 3672 vehículos 0km con motorizaciones híbridas y eléctricas, lo que denota un aumento del 47,1% frente al primer trimestre y del 45,8% en comparación con el mismo período del año anterior.
Estos resultados nos invitan a reflexionar sobre el presente de la movilidad eléctrica, que ya no es solo una tendencia, sino una transformación en auge que involucra a diversas industrias, a la experiencia de los usuarios que la eligen, y a quienes aún no. En este sentido, la transición hacia la adopción de vehículos eléctricos es un debate que está en boca de la sociedad actual, y gira constantemente en torno a las complejidades que involucra cambiar el paradigma de la movilidad. La adopción de esta tendencia, y los retos que conlleva, son necesarios para que la movilidad eléctrica deje de ser una tendencia emergente y se convierta en una opción cada vez más común en distintas ciudades del mundo.
Por otra parte, esta adaptación está siendo impulsada por cambios tecnológicos, económicos y culturales. Gobiernos, empresas e industrias trabajan a diario para reducir los costos de producción, mejorar la autonomía de las baterías y ofrecer una mayor variedad de modelos. Además, esta transición es fomentada en muchas ciudades por la presencia de incentivos o beneficios fiscales en impuestos o tasas para aquellos que posean este tipo de vehículos.
Otro aspecto fundamental es la experiencia del usuario: el desarrollo de este tipo de autos no quedó exento de los últimos avances que la tecnología presenta para optimizar la práctica de conducir. Desde actualizaciones de software constantes y remotas y la conexión a la nube, hasta la integración de sus funciones con la Inteligencia Artificial, son muchas las ventajas que “la nueva movilidad” brinda para interactuar con el entorno, autogestionar la carga, optimizar las rutas y mejorar la seguridad.
A medida que las tecnologías avanzan, la infraestructura y las industrias crecen, y las exigencias de los consumidores aumentan, el desafío para las empresas se centrará en garantizar propuestas innovadoras que sean inclusivas, accesibles y brinden beneficios tangibles y duraderos. No sólo deberán apostar por un futuro seguro, sostenible y responsable, sino invertir y creer en la innovación como pilar fundamental para el desarrollo de soluciones que mejoren la eficiencia, potencien la experiencia del usuario, ofrezcan mayores beneficios, generen soluciones sostenibles y viables a largo plazo.