Argentina y la OCDE se necesitan mutuamente

Este jueves, el secretario general de la organización, Mathias Corman, visitará Buenos Aires en el marco del proceso de la incorporación del país al organismo internacional

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El secretario general de la OCDE visitará Buenos Aires en medio del proceso de incorporación de Argentina al organismo
El secretario general de la OCDE visitará Buenos Aires en medio del proceso de incorporación de Argentina al organismo

Seis años después de expresar su interés inicial y dos años luego haber sido oficialmente invitada por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo) para iniciar el proceso de su incorporación en este importante organismo internacional, la Argentina ha recibido un detallado mapa de ruta para llegar a ese objetivo. En ese contexto, se destaca la visita esta semana del secretario general de la organización, el australiano Mathias Corman. Dentro de las limitaciones vigentes, pero considerando los beneficios para ambas partes, debería acelerarse el proceso lo mas posible.

La OCDE fue creada originariamente para administrar el Plan Marshall para la reconstrucción de Europa, pero se convirtió luego de 1961 en una organización internacional dedicada a promover el crecimiento económico y estimular el comercio global. Hoy, sus 38 países miembros -24 de ellos en Europa- representan casi la mitad del PBI mundial.

Localizada en Paris, la OCDE no proporciona a sus miembros financiamiento ni facilidades crediticias. En cambio, se concentra en establecer y monitorear las mejores prácticas económicas, abogando por la cooperación y la coordinación de políticas, y produciendo investigaciones de alta calidad. También opera un excelente (aunque menos conocido) centro de desarrollo que estudia temas relevantes para las economías emergentes.

Para Argentina, los beneficios de la membresía en la OCDE son claros. Después de décadas de mala gestión económica y turbulencias, el país finalmente está en el camino hacia la recuperación. Desde que asumió en diciembre de 2023, la administración del presidente Javier Milei ha iniciado un ambicioso programa de reformas para restaurar la estabilidad y el orden en la economía, cumpliendo al mismo tiempo con las obligaciones bajo el paquete de rescate de 44.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional. Notablemente, gran parte del plan del FMI está alineado con los requisitos de membresía de la OCDE.

Por supuesto, el camino por delante está lleno de desafíos. A pesar del compromiso del gobierno con la estabilización, Argentina podría tener dificultades para implementar todas las importantes reformas necesarias para cumplir con los estándares de la OCDE. Dado que la estructura económica y las políticas de Argentina pueden diferir de las de la mayoría de los países miembros de la OCDE, su incorporación podría dificultar la construcción de consensos y socavar la efectividad de las directrices y la credibilidad de la organización.

Si bien estas preocupaciones no carecen de fundamento, unirse a la OCDE también podría catalizar reformas políticas, fortalecer las instituciones democráticas de Argentina y garantizar la estabilidad económica y política. Al aumentar la confianza económica, también podría estimular la inversión nacional y extranjera, acelerando así la recuperación del país.

Más allá de los beneficios obvios que la membresía en la OCDE ofrecería a Argentina en términos de la recuperación de su credibilidad internacional, existen varias razones convincentes para que la organización admita al país, incluso antes de que cumpla con todos los requisitos de membresía.

Para empezar, la OCDE es una firme defensora de los enfoques económicos basados en el mercado, en un momento en que tales políticas están siendo atacadas. Bajo el liderazgo de Milei, Argentina ha emergido como un importante defensor de los principios de libre mercado. Admitir a una economía sistémicamente importante como la argentina podría mejorar la influencia regional de la OCDE.

En segundo lugar, la adhesión de Argentina ayudaría a la OCDE en sus continuos esfuerzos por promover reformas financieras internacionales. A pesar del papel crucial de la OCDE en este dominio, su efectividad a veces ha sido cuestionada debido a su falta de facilidades financieras. Sin embargo, el valor de la OCDE radica precisamente en su capacidad probada para influir en las políticas a través de la calidad de su investigación y asesoramiento técnico. Además, si al implementar reformas estructurales críticas, Argentina recupera aunque sea parcialmente su posición global, demostraría el valor de la membresía en la OCDE, fomentando la confianza en el organismo y fortaleciendo su reputación.

En tercer lugar, para mantener y mejorar su posición entre las organizaciones internacionales y el público, la OCDE debe responder a las necesidades en evolución. Criticada por su falta de diversidad, la OCDE ha estado buscando activamente ampliar su membresía para incluir más economías en desarrollo. Además de Argentina, la organización ha iniciado conversaciones de adhesión con Brasil, Bulgaria, Croacia, Perú y Rumania. Admitir a Argentina reafirmaría el compromiso de la organización de apoyar a estas economías en su búsqueda de reformas significativas.

En un momento en que la economía mundial está contendiendo con cambios rápidos en los mercados de capital, en medio de una acelerada desglobalización y crecientes tensiones geopolíticas, admitir a Argentina también podría demostrar la apertura de la OCDE a modelos económicos alternativos. En consecuencia, apoyar la entrada de Argentina significaría promover una globalización más equitativa y democrática.

Por último, admitir a Argentina simplemente sería rentable. A diferencia del FMI o el Banco Mundial, la OCDE no asume ningún riesgo financiero al agregar nuevos miembros. Dado que la membresía en la OCDE actúa como un potente impulsor de políticas, incorporar a Argentina aceleraría su proceso de reforma y estabilización en línea con la misión central de la organización.

Aunque las reformas económicas y políticas de Milei comenzaron con buen pie, la economía argentina todavía enfrenta desafíos significativos. Al alentar al gobierno a implementar cambios estructurales ambiciosos, el proceso de adhesión a la OCDE podría reducir la prima de riesgo del país.

Además, ofrece a la OCDE una oportunidad casi libre de costos para consolidar su estatus como una fuerza líder en la formulación de políticas globales. Admitir a Argentina sería un claro triunfo no solo para el país, sino también para la OCDE y sus miembros.

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