Régimen de Regulación de Activos: a favor de la reactivación de la economía argentina

Se trata de una enorme oportunidad, para la familia argentina y el empresario pyme, de regularizar fondos que hoy no están en circuito y no están produciendo ni generando valor

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El blanqueo puede destinarse a propiedades y otras herramientas financieras
El blanqueo puede destinarse a propiedades y otras herramientas financieras

El Régimen de Regulación de Activos establecido en la Ley 27.743 representa un avance hacia una Argentina con mayor seguridad y oportunidad de inversión, hacia una Argentina de certezas y previsibilidad, una nueva Argentina. Es una iniciativa que significa una enorme oportunidad que tiene nuestro país de regularizar activos que, como se dice comúnmente, están en el “colchón”, en beneficio del crecimiento y del futuro del país en su conjunto.

No tengo ninguna duda de que este Régimen es a favor de la actividad económica y su consiguiente generación de puestos de trabajo. Como fue diseñada, esta propuesta no tiene un objetivo fiscal de que aumente o se recaude por el blanqueo una suma determinada en impuestos. Muy por el contrario, el sentido es darles a los argentinos y al país la alternativa de regularizar activos y ponerlos al servicio de la producción, para que impacte de manera positiva en la economía.

Tenemos esta posibilidad porque los fondos tienen que ser destinados a inversiones. La misión del BNA es mucho más amplia, no sólo porque vamos a invitar a todos a participar, sino porque tenemos que ser un brazo ejecutor en la política de nuestro gobierno.

No tengo ninguna duda de que este Régimen es a favor de la actividad económica y su consiguiente generación de puestos de trabajo.

Cuando se impulsó el “Pacto de Mayo”, uno de los objetivos primordiales era la solvencia fiscal y la estabilidad de las leyes, todo lo que necesita la organización de un país para transformarse con crecimiento e inversión. En ese sentido, este Régimen de Exteriorización y Regulación es el más económico, sencillo y accesible de la historia. Se trata de una enorme oportunidad, para la familia argentina y el empresario pyme, de regularizar fondos que hoy no están en circuito y no están produciendo ni generando valor.

Para contextualizar cuál es la misión de esta gestión del BNA, ya llevamos otorgados USD 6.500 millones en créditos en los primeros siete meses del año. Eso representó un 500% más que el año anterior. Más allá de que hay un trabajo enorme del equipo, cada día más empresas nos transmiten el clima de recomposición del capital de trabajo, nos cuentan y participan de sus proyectos de inversión, y nos están transfiriendo la credibilidad en esta nueva situación que está viviendo la Argentina.

En este escenario, el BNA tiene la responsabilidad en este Régimen de juntar a los partes e incluir a los que comparten ese ánimo con que estamos empujando nuestra tarea diaria para el éxito de esta nueva iniciativa. Porque, así como “vendemos” préstamos, ofrecemos créditos hipotecarios e impulsamos el crecimiento de la economía, en la misma dirección debemos aconsejar a adherirse en este Régimen de Regularización.

Este Régimen de Exteriorización y Regulación es el más económico, sencillo y accesible de la historia

Desde nuestro Banco, habilitaremos un Centro de Atención Telefónica para resolver todas las consultas de los clientes que estén interesados en esta iniciativa. A través del canal de comunicación directo con los usuarios, los pequeños o grandes inversores podrán evacuar sus dudas, recibir la información necesaria para avanzar con el trámite y, al mismo tiempo, contarán con la posibilidad de cambiar de activos en el momento.

El trámite es muy sencillo. En nuestro caso, no hace falta ser cliente para enviar la solicitud por la web. Sólo con el número de DNI, se abre una “Cuenta Especial de Regularización de Activos” (CERA), luego se hace la gestión en la AFIP y, más tarde, se realiza el ingreso de los fondos.

Como quedó expuesto, este es un blanqueo proactividad económica; es decir, no tiene en su diseño un sesgo fiscalista, ni de acumulación de reservas. En definitiva, está muy acentuado a favor de movilizar fondos que están fuera de la actividad, que vuelven a la economía y, por consiguiente, salen a escena en favor de la producción y del empleo.

Esto es totalmente simétrico con el trabajo que hacemos cada día de nuestra gestión, a través de todo el equipo del Banco, que es promover el crédito tanto para las pequeñas, medianas y grandes empresas, como para las familias. Es, sin dudas, una enorme oportunidad para el país.

El autor es Presidente del Banco Nación

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