La lección de Evita

La revolución justicialista significó bienestar, trabajo, producción y futuro para todos los argentinos

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Un millón de niños en Argentina se van a dormir comiendo una sola vez al día (Reuters)
Un millón de niños en Argentina se van a dormir comiendo una sola vez al día (Reuters)

El peronismo son las esperanzas del Pueblo que se convertían en hermosas realidades, así definió Evita al movimiento del que era parte en el mismo momento que renunciaba al honor que le había otorgado el cabildo abierto de la CGT convocado en la 9 de Julio el 22 de Agosto de 1951.

En un solo gesto Eva Perón marcó un modelo de conducta: generar transformaciones por sobre ocupar lugares; una guía doctrinaria: las esperanzas del Pueblo sólo pueden tener un destino, convertirse en hermosas realizaciones. Eva Perón está ahí para quien quiera invocar su presencia, es nuestra reserva moral de quien lo dio todo. Ella representa en el inconsciente colectivo el trabajo como dignificador, la justicia social, la movilidad social ascendente.

El último mes, tuvimos que ver cómo nuestras reservas en oro viajan en avión hacia Gran Bretaña, con todo lo que eso significa. Nos enteramos que en Argentina un millón de niños se van a dormir comiendo una sola vez al día. El sueño de la movilidad social se desvanece con el presupuesto universitario y las huelgas de los docentes para reclamar salarios por arriba de la línea de pobreza.

También nos enteramos que a quien habíamos acompañado como presidente de la nación, como diría Perón era lisa y llanamente un miserable que no es digno de nuestro movimiento nacional. Me parece oportuno recordar el Renunciamiento de Evita como punto de partida para la necesaria e impostergable Regeneración de nuestro espacio político. Recordar que la fuerza moral de nuestro movimiento surge de la convicción de hombres y mujeres que con honestidad promueven la justicia y la igualdad.

Recordar que nuestro movimiento tiene sentido si es el movimiento de los que siempre han sido ignorados y en el que caben todos sin importar su origen. Recordar que nuestro movimiento defiende la soberanía nacional y que no estamos de acuerdo con que intereses extranjeros decidan el destino de nuestro país. Recordar que la revolución justicialista fue bienestar, trabajo, producción y futuro para todos los argentinos.

En la provincia de Buenos Aires le dijimos a los bonaerenses que tenían derecho al futuro, hoy abrazamos y defendemos a cada uno de los bonaerenses para contrarrestar la ola libertaria que todo lo destruye, podemos afirmar que estamos construyendo una alternativa que evidencia que existe una forma de hacer las cosas sin dejar a nadie afuera, a nadie sin comida, educación, techo y trabajo, con un gobernador que entiende el valor de la palabra, que escucha y puede mirar a cada compañero a los ojos con la tranquilidad de que honra la máxima de otro gran argentino que prometió no dejar las convicciones en la puerta del palacio y cumplió.

Organización del esfuerzo popular y un estado que protege ese esfuerzo es nuestra fórmula bonaerense para enfrentar a quienes prometen un amanecer mientras nos envuelven en una noche que sueñan eterna. Nuestro desafío hoy es traducir las esperanzas del pueblo, de vivir mejor, de recuperar esa soberanía patriótica que nos caracteriza, y transformarlas en realidades.

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