A un año de dos consultas históricas

La voluntad popular reafirma el compromiso con la protección del medio ambiente

Guardar

Nuevo

La contaminación ambiental y el ozono son preocupaciones importantes relacionadas con el cambio climático y la calidad del aire. - (Imagen Ilustrativa Infobae)
La contaminación ambiental y el ozono son preocupaciones importantes relacionadas con el cambio climático y la calidad del aire. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Hace un año, Ecuador vivió un proceso democrático sin precedentes, marcado por dos consultas populares que nacieron en el corazón de la sociedad civil. Los resultados de estas consultas son un testimonio del poder de la ciudadanía: el crudo del Yasuní ITT se mantendrá indefinidamente bajo tierra, y el Chocó Andino de Quito fue declarado un territorio libre de minería. Estos acontecimientos no solo celebran la voluntad popular, sino que también reafirman el compromiso de los ecuatorianos con la protección del medio ambiente y la defensa de los derechos de los pueblos ancestrales.

En un país que ha sufrido por años disputas políticas estériles, donde los actores políticos no han logrado resolver los problemas urgentes de la ciudadanía, estas decisiones representan un respiro de aire fresco. La movilización de la sociedad civil en defensa de la naturaleza demuestra que, cuando los canales institucionales fallan, la voz de la ciudadanía sigue siendo una fuerza poderosa y transformadora.

Este aniversario es más que una celebración; es un llamado a la reflexión para la clase política de Ecuador. Los procesos democráticos deben ser entendidos desde una perspectiva más amplia, donde el acto de votar es solo una parte del compromiso cívico. La decisión de dejar el crudo del Yasuní ITT bajo tierra y declarar al Chocó Andino libre de minería es un mandato claro de la ciudadanía que exige ser escuchado y respetado.

En este contexto, Ecuador no puede ignorar el punto de no retorno al que se enfrenta la Amazonía debido al calentamiento global. Las negociaciones sobre biodiversidad y clima de Cali y Bakú subrayan la urgencia de cumplir con los acuerdos internacionales para reducir la deforestación, frenar la pérdida de biodiversidad y promover una transición no solo energética, sino también hacia un modelo económico que priorice la economía regenerativa, basada en la protección de la biodiversidad y los sistemas fluviales. Ecuador tiene la responsabilidad y el deber de cumplir los acuerdos vinculantes establecidos en las cumbres internacionales de clima y biodiversidad, y de repensar su modelo económico basado en el extractivismo, para garantizar un futuro donde la naturaleza sea priorizada, se reduzcan las desigualdades sociales, y se dé paso a un modelo regenerativo que pueda convertirse en un referente para la región de América Latina. Estos elementos son fundamentales para la sostenibilidad y para construir un futuro en el que Ecuador avance hacia una democracia más robusta, donde se respeten y ejerzan plenamente los derechos de la naturaleza y los derechos colectivos.

Este primer aniversario nos recuerda que, aunque el camino hacia la sostenibilidad es largo y desafiante, estamos avanzando con pasos firmes hacia un futuro menos desigual, menos empobrecido y con menor impacto ambiental. La sociedad civil ha tomado la delantera; ahora es el turno de los líderes políticos para seguir su ejemplo y actuar en consecuencia.

Guardar

Nuevo