Subas y bajas en el mundo cripto: que no cunda el pánico

En las últimas semanas, el mercado de las criptomonedas sufrió fluctuaciones intensas que mantuvieron a los inversores en vilo. La volatilidad, una de las características intrínsecas de este mercado, trajo tanto caídas pronunciadas como repuntes rápidos e inesperados. Este entorno incierto enfatiza la importancia de mantener la calma, estar bien informado y educarse continuamente sobre las dinámicas que impulsan estos movimientos.

La caída más reciente fue provocada en mayor medida por la suba en las tasas de interés del Banco de Japón y la implementación de una postura monetaria más restrictiva. Pero esto no es algo nuevo en el mercado. De hecho, es algo que ya pasó en varias ocasiones.

La primera baja significativa del Bitcoin fue en junio de 2011, cuando pasó de aproximadamente $32 a $2 por un hackeo en la principal plataforma de esa época, Mt. Gox. Dos años más tarde, nuevos problemas técnicos en Mt. Gox generaron pánico entre los inversores, con otra brutal caída de $260 a $50. Y en 2014, la plataforma -que manejaba el 70% de las transacciones en el mundo- se declaró en quiebra por un hackeo masivo.

Los vaivenes no se detuvieron. Pero tampoco las inversiones. A finales de 2017, Bitcoin alcanzó su máximo histórico alcanzando los $20.000 y meses más tarde cayó un 80%.

Luego llegó la pandemia de Covid-19 y provocó un nuevo shock, el denominado Jueves Negro, en marzo de 2020: el precio del BTC pasó de $44mil a $9mil en un par de días.

Estas caídas históricas sirvieron como recordatorios de la volatilidad inherente al mercado de las criptomonedas y de la necesidad de una gestión de riesgos adecuada por parte de los inversores.

Uno de los períodos más notables de crecimiento sucedió a fines de 2017, cuando Bitcoin pasó de aproximadamente $1.000 a casi $20.000 en diciembre. El auge de las ICOs (Initial Coin Offerings), un mayor interés institucional y la cobertura mediática masiva, junto con una fiebre especulativa global, alimentaron esta impresionante subida.

Otro momento de alza abrupta fue en noviembre de 2021, al tocar un un máximo histórico de más de $69.000.

Tras ese impulso, Bitcoin sufrió una caída prolongada durante 2022, al perder más del 70% de su valor y caer por debajo de los $20.000 debido a múltiples factores como el endurecimiento de la política monetaria global, la crisis de liquidez de Terra/LUNA, el colapso de plataformas como Celsius y la quiebra de FTX.

La lección más importante que nos dejan todas estas subas y bajas es que hay que mantener siempre la perspectiva. Nadie es el Lobo de Wall Street cuando Bitcoin sube ni un pésimo inversor cuando el precio cae.

Es fácil dejarse llevar por las emociones causadas por las fluctuaciones naturales del mercado o por sucesos extraordinarios. Sin embargo, las decisiones impulsivas, ya sea por euforia o por pánico, rara vez son las mejores.

La clave para navegar este mercado es mantener una perspectiva equilibrada y no permitir que las fluctuaciones diarias afecten una estrategia a largo plazo.

En un mercado tan volátil como el de las criptomonedas, la educación y la información son los aliados más valiosos. No basta con invertir y esperar lo mejor; es crucial comprender en qué estás invirtiendo. Esto incluye no sólo aprender sobre las tecnologías subyacentes, como blockchain, sino también mantenerse al día con las noticias, seguir análisis técnicos y estar al tanto de las opiniones de expertos.

Es un mercado altamente volátil y esto no va a cambiar. Sin embargo, no significa que haya que entrar en pánico cada vez que el mercado fluctúa. Con el tiempo, todos aquellos que se mantengan firmes y bien informados podrán aprovechar las oportunidades que este dinámico universo tiene para ofrecer.

Nunca es tarde para empezar en el apasionante mundo de las criptomonedas. Y es importante recordar que las claves para entender este mercado son la paciencia y el conocimiento.