El Gobierno tiene que demostrar que su modelo funciona

No se entiende muy bien por qué reemplazar el impuesto inflacionario por Ganancias, PAIS y Combustibles va a generar un impulso de las inversiones

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Luis Caputo dijo en la provincia de Córdoba durante la semana anterior que si los empresarios entienden la política económica del gobierno, la recuperación va a ser mucho más fuerte y mucho más rápida
Luis Caputo dijo en la provincia de Córdoba durante la semana anterior que si los empresarios entienden la política económica del gobierno, la recuperación va a ser mucho más fuerte y mucho más rápida

En una conferencia que dio el ministro Luis Caputo en la provincia de Córdoba durante la semana anterior, sostuvo, dirigiéndose a los empresarios: “Si entienden la política económica del gobierno, la recuperación va a ser mucho más fuerte y mucho más rápida”.

Y agregó que cuando se recupere la economía el Estado no solo va a tener equilibrio fiscal, sino que va a tener superávit fiscal y cuando eso ocurra, entonces, va a bajar impuestos. El punto es que no se entiende es por qué la economía se va a recuperar más rápido y más fuerte solo porque los empresarios crean en la política económica.

Pero en todo caso, lo que plantea Caputo es un viejo debate que tiene que ver cuándo se puede bajar la presión impositiva, y supuestamente eso ocurrirá cuando se reduzca la evasión. Pero, en rigor el proceso es inverso. Primero hay que bajar la presión impositiva para que el premio por evadir sea mínimo.

En el caso que argumenta Caputo hay, en mi opinión, una inconsistencia. Desde hace décadas hay consenso entre los economistas liberales y promercado que una de las causas que han llevado a la decadencia económica argentina es el alto gasto público que tiene como contrapartida una elevada carga impositiva.

Primero hay que bajar la presión impositiva para que el premio por evadir sea mínimo

Argentina sigue siendo el segundo país, luego de la isla de las Comoras, al este de África sobre el océano Índico, que más impuestos les cobra a las empresas. ¿Por qué invertir en un país en que a las empresas la esquilman con impuestos? En todo caso conviene esperar a ver los resultados de la política económica y, si se ve que bajan los impuestos, entonces sí se invertirá.

Es más, el Gobierno tiene que mostrar que efectivamente va a bajar los impuestos porque hasta ahora los ha aumentado, como el PAIS y lo extendió a todas las compras de dólares, algo que no ocurría con en la pésima gestión de Sergio Massa; Ganancias de los trabajadores y, mensualmente, a la Transferencia de Combustible.

El Gobierno tiene que mostrar que efectivamente va a bajar los impuestos porque hasta ahora los ha aumentado, como el PAIS y lo extendió a todas las compras de dólares, algo que no ocurría con en la pésima gestión de Sergio Massa; Ganancias de los trabajadores y, mensualmente, a la Transferencia de Combustible (Maximiliano Luna)
El Gobierno tiene que mostrar que efectivamente va a bajar los impuestos porque hasta ahora los ha aumentado, como el PAIS y lo extendió a todas las compras de dólares, algo que no ocurría con en la pésima gestión de Sergio Massa; Ganancias de los trabajadores y, mensualmente, a la Transferencia de Combustible (Maximiliano Luna)

En definitiva, hasta ahora ha demostrado ser un Gobierno pro-aumento de impuestos, por tanto, no es que los empresarios tienen que creerles que van a reducir la presión fiscal, sino a la inversa.

Contrario a sus principios

Resulta realmente sorprendente que liberales que siempre han defendido la baja de impuestos, ahora justifiquen el aumento, como lo hicieron los anteriores gobiernos populistas.

Es más, también resulta sorprendente que liberales que siempre estuvieron a favor del mercado libre ahora justifiquen el control de cambios y el cepo; y que siempre estuvieron a favor de la apertura de la economía, defiendan el impuesto PAIS que encarece las importaciones, actúa como un arancel adicional.

Resulta sorprendente que liberales que siempre estuvieron a favor del mercado libre ahora justifiquen el control de cambios y el cepo

Cuando se ven estas contradicciones en que se justifica el intervencionismo como forma de resolver los problemas que dejó el intervencionismo, surge la pregunta: ¿Por qué ahora va a ser diferente?

Por eso, insisto, primero el Gobierno debe mostrar que está dispuesto a cambiar esta manía por castigar impositivamente al sector privado, creyendo que de esa manera va a lograr el éxito económico. En rigor, no se entiende muy bien por qué reemplazar el impuesto inflacionario por Ganancias, PAIS y Combustibles, va a mejorar las perspectivas de inversión.

En todo caso, el camino a seguir para enfrentar el ajuste fiscal era no aumentar los impuestos y financiarlo el déficit con deuda pública en lugar de con emisión monetaria. No veo tan terrible tomar deuda mientras si se baja el gasto público y, de esta forma, mejora el flujo futuro del sector público sin castigar al sector privado.

Las exportaciones están comprometidas por el atraso cambiario (EFE)
Las exportaciones están comprometidas por el atraso cambiario (EFE)

Una vez más cabe insistir en que no se ve cuál va a ser el motor que movilizará la economía como sostiene Caputo:

  • Las exportaciones están comprometidas por el atraso cambiario;
  • La inversión no aparecerá hasta tanto no se despeje el horizonte económico. Esto es, hasta tanto se sepa qué política monetaria se aplicará;
  • Cuando se eliminarán el control de cambios y el cepo;
  • Cuando se abrirá la economía para generar competencia; y
  • Cómo se hará para pagar la deuda pública que vence sin tener dólares en el BCRA para hacer frente a esos vencimientos y demás rubros que están pendientes de explicación, y no agravar la tradición de no respetar las reglas de juego. La credibilidad para atraer inversiones lleva más tiempo que un solo gobierno.

Consumo e inversión

Queda el consumo interno que, según el presidente Javier Milei, va a crecer porque los salarios están aumentando por encima de las jubilaciones y hay más crédito al sector privado.

La realidad es que los salarios reales crecen por mayor productividad de la economía, la que depende de la tasa de inversión y, según los datos de Orlando Ferreres y Asociados, la tasa de inversión viene cayendo fuertemente: 22% en el primer semestre, tras el derrumbe de 27,5% en junio.

La realidad es que los salarios reales crecen por mayor productividad de la economía, la que depende de la tasa de inversión que está cayendo

De ahí que no se entiende de dónde surge una mejora sostenible en el tiempo de los salarios reales, y tampoco la hoja de ruta que plantea Caputo cuando sostiene que, si la gente confía, la recuperación va a ser más fuerte y rápida.

Tal vez habría que reformular la salida de este enredo cambiario y, sobre todo, empezar a tener un discurso consistente a lo largo del tiempo, algo que no se observa en este gobierno que puede pasar, sin escalas, de la dolarización y el cierre del BCRA a una política de peso fuerte.

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