Los secretos de Alberto

“El silencio estimula al verdugo” - Elie Wiesel

Los dispositivos electrónicos secuestrados a Alberto Fernández (que él mismo entregó con clave incluida, para facilitar la investigación) y la posibilidad de que cuente algunas cosas que conoce, mantienen en alerta al kirchnerismo.

El 13 de agosto de 2021, Fabiola Yañez le envió a Alberto Fernández las dos primeras fotos que grafican la violencia doméstica a la que fue sometida.

El 1 de julio de 2022 Cristina Kirchner pronunció una frase clave, que ahora cobra todo el sentido: “Cualquiera puede leer mi celular, no sé si todos pueden decir lo mismo”. Siempre se supuso que la referencia estaba vinculada a la disipada vida privada del entonces Jefe de Estado y al uso de su teléfono celular para guardar un registro de sus relaciones extraconyugales. Ahora debemos suponer que, aquello a lo que CFK hacía referencia, era algo infinitamente más grave.

Allí se terminó la paciencia de “la Jefa” que, luego de la derrota electoral de las elecciones de medio término, dispuso un ataque frontal sobre el “okupa”, como llamó Fernanda Vallejos a Alberto Fernández. Vallejos también calificó “enfermo” a quien (ahora sabemos) golpeaba a su mujer.

¿CFK habrá recordado en esos momentos la violenta personalidad de Néstor Kirchner? Son muchas las anécdotas que cuentan los que trataron a esta singular pareja.

Por ejemplo, el escritor y embajador Abel Posse en su libro Sobrevivir Argentina, Retrato de un país de la deriva (Emecé) cuenta que Néstor Kirchner dentro de nuestra Embajada en España atacó a patadas y trompadas al subdirector de Ceremonial por el solo hecho de avisarle que llegaba tarde a una entrevista con el presidente español José Maria Aznar.

Relata el novelista que “el esmirriado funcionario” se cubría con los codos y “las piernas largas de Kichner alcanzaban el trasero del subdirector”.

Por su parte el periodista de investigación Ceferino Reato en su libro Salvo que me muera antes (Sudamericana) cuenta dos casos de violenta agresión de Néstor Kirchner a su esposa Cristina. Una durante una cena y la otra en el avión de la Gobernación de Santa Cruz.

¿Qué podrá relatar Alberto Fernández de lo vivido durante el largo tiempo que fue Jefe de Gabinete de ambos protagonistas? Este hombre, humillado por el conocimiento público del caso de los seguros y de las denuncias de su ex mujer, sabrá soportar en silencio la soledad a la que lo someten?

Alberto Fernández siempre se ha sentido “fundador del kirchnerismo”.

Quizás para evitar deslices oratorios es que Luis D’Elia lo ha invitado al suicidio. Algo es indudable, seguramente muchos suspirarían aliviados “si se calla el cantor”.