Ante tantas crisis, ¿hacia dónde va el país?

Hasta ahora, el enorme e injusto esfuerzo de los sectores más vulnerables de la sociedad van hacia el sostenimiento del sector financiero. Y aún sobre esto último, economistas, como Domingo Cavallo, sostienen que no funcionará sin devaluar

Mientras Alberto Fernández es investigado por corrupción y violencia de género, Javier Milei no logra que se recupere la producción (Foto: Alejandro Pagni/AFP)

Alberto Fernández, aún sin condena de la Justicia pero sí de la sociedad, deja a la política huérfana de ganas, hiriendo a la democracia. También al peronismo, aunque en esto no es el único. Los hombres y mujeres que cometen delitos deben ser juzgados por ello, no por su ropaje ideológico. La violencia, la corrupción, no tienen partidos políticos. El peronismo no es -no figura en su génesis- ni corrupto, ni violento. Como tampoco figura en la génesis de la UCR, del socialismo, de LLA, etc.

El respeto (80% de adhesión en el 2020) que supo conseguir Alberto Fernández, con la fiesta de Olivos quedó malherido. Cayó muy bajo desnudando brutales contradicciones entre su decir y hacer. Era el porteño más federal: su gobierno sólo fue para el AMBA. Era la reencarnación del progresismo. Hoy aparece seriamente cuestionado por la Justicia, por delitos de corrupción y violencia de género. En cuanto a este último, la Justicia ha intervenido de manera directa, y debe tener indicios fundados, dado que le prohíbe salir del país e impuesto una restricción perimetral.

Pregonaba como su principal valor la honestidad y la Justicia sospecha e investiga su pertenencia o no a un esquema de corrupción a través de los seguros. Ha quedado con gran orfandad política, ya que tanto La Cámpora como gran parte del kirchnerismo lo han condenado antes del dictamen final de la Justicia.

Esta cronista insiste en que si ciertos organismos no funcionan, hay que cambiar sus conducciones, no cerrarlos. Ahora bien, lo que no podemos ni debemos dejar de señalar y/o preguntar es a dónde va el país.

Hasta ahora, el enorme e injusto esfuerzo de los sectores más vulnerables de la sociedad van hacia el sostenimiento del sector financiero. Y aún sobre esto último, economistas, como Domingo Cavallo, sostienen que no funcionará sin devaluar. Lo tremendo es que el gobierno nacional no se interesa, o al menos no pone énfasis, en la producción que no para de caer. Los científicos están con los brazos atados. Es decir, nuestra ciencia pionera y respetada en el mundo está grogui. El 60% de los salarios de los docentes universitarios están por debajo de la línea de pobreza. Argentina no sólo se está quedando sin médicos, también sin profesores universitarios, sin científicos. El 80% de niños argentinos viven en hogares pobres. ¿Qué población tendremos en 10 años?

¿Quién se hace cargo de la legión de personas que van quedando en el camino en ese mientras tanto, esperando que la recesión vaya pasando, generando empleo nuevamente? De los desempleados de hoy, de los platos vacíos de hoy, de quienes tuvieron que ir a vivir a la calle, ¿quién se hace cargo? Aún no aparece el proyecto que dé respuesta a esta situación.

Mientras tanto, el gobierno desespera para que le aprueben a la SIDE gastos reservados por $100 mil millones. De lograrlo, ¿quién será el encargado de administrarlos y con qué objetivo?

La Región Centro tiene condiciones virtuosas estructurales. Hoy se conjuga con tres gobernadores de alto perfil. Pero sí debe transformar su dinamismo económico en poder político. El politólogo Federico Zapata cree que si la Región no logra una oferta política pensada en términos nacionales, los problemas se van a seguir repitiendo: “La salida de la crisis del 2001 implicó el surgimiento de la hegemonía política del AMBA: kirchnerismo en la provincia, macrismo en la ciudad. Se vio en los subsidios, en las economías que se favorecieron y en las que se penalizaron. Ese modelo impidió nuevos estallidos sociales, pero no generó una dinámica económica social sustentable en la Argentina”.

Zapata señala que la dificultad de la Región Centro es la falta de una narrativa nacional que aglutine y unifique, y eso se hace con mucha política y liderazgo nacional. Con la ventaja de un presidente Milei sin vocación de construcción política interna, sino internacional.

Santa Fe ha conseguido que el ministro Luis Caputo apruebe la toma de créditos internacionales, y que los provenientes del BID y Banco Mundial que Nación no tome los pueda recepcionar la provincia.

También hay una política del gobierno nacional que beneficia a Santa Fe, la conversada con el secretario Juan Paso del área de producción en cuanto a obras de riego para expandir las tierras productivas y darle estabilidad ante el estrés hídrico.

En lo lácteo, Santa Fe acordó a través del BICE una línea de créditos para el sector a tasa 0 %, subsidiada por el Gobierno de Santa Fe. Los productores que tomen dichos créditos, orientados a inversión productiva y adquisición de maquinaria, podrán devolverlo en litros de leche. Es la primera vez que se realiza y el BICE está pensando en iterarlo con otros sectores productivos.

La presencia del presidente Milei en la Exposición Rural de Palermo fue un gesto que el sector valoró y mucho. Desinflada las expectativas por la quita de retenciones a la soja, principalmente, el anuncio de la quita de retención avícola y a la leche, como se conoció esta semana, fue ponderado. Pero no conmueve a los efectos de que el sector liquide lo que tiene en los silo bolsas, como el gobierno necesita. A propósito, un importante empresario de este sector con responsabilidades institucionales le comentaba a Infobae que han encargado un trabajo para evaluar cómo impactaría una quita del 5% en la retención de la soja en el incremento del precio y cuánto ganaría el gobierno en impuestos: “En soja, para una producción de 50 millones de toneladas, faltan comercializar el 51%. En maíz, para una oferta total de 49.9 millones de toneladas, campaña 2023/24, falta comercializar el 45%”.

Sancor

El gremio ATILRA ha firmado, en el ámbito de la conciliación obligatoria dispuesta por el ministerio de Capital Humano, un acuerdo con la empresa, para el retorno al trabajo. El secretario general, Héctor “Etín” Ponce, le ha dicho a Infobae: “Confiamos en la construcción de un futuro sustentable, a partir de las decisiones que tome la empresa y que nosotros acompañaremos, como lo venimos haciendo; aunque a veces resulta difícil congeniar los intereses de la empresa con los intereses que debemos defender. Como muestra de acompañamiento, recuerdo que los trabajadores vienen percibiendo salarios inferiores al resto de la actividad y nosotros no venimos recibiendo los aportes de la empresa. Se necesitan inversores importantes. Grandes empresas que conozcan el negocio y tengan espaldas anchas. De lo contrario, los grandes jugadores, lo veo aquí en el mundo, fagocitan a la industria. Pertenezco a la Unión Internacional de la Alimentación, y veo cómo la industria a nivel internacional está quedando en manos de pocos. Por último, quiero aclarar que nosotros también hemos hablado con inversores internacionales y es mentira que hayamos tenido preferencia por alguno de ellos”.