Sin salarios dignos las universidades no funcionan

Los sueldos de docentes y no docentes han sufrido, desde diciembre a hoy, la pérdida de más del 40% de su poder adquisitivo

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Marcha universitaria federal (Mario Sar)
Marcha universitaria federal (Mario Sar)

Ante la información falsa que el Ministerio de Capital Humano hizo circular por diferentes medios de comunicación acerca del salario de trabajadoras y trabajadores universitarios, nos vemos en la necesidad de desmentir categóricamente que nuestros sueldos se encuentren actualizados por encima de la Administración Nacional, y aclarar que ni siquiera se acercan al brutal incremento de la inflación desde el pasado mes de diciembre.

Los salarios de docentes y no docentes han sufrido, desde el mes de diciembre a hoy, la pérdida de más del 40% de su poder adquisitivo, convirtiéndose, de esta manera, en el mayor ajuste de toda su historia.

Resulta llamativo el manejo de las cifras que hace la señora Petovello. Dado que la inflación acumulada de diciembre a junio fue del 126,4% y la variación salarial en ese mismo período fue del 55%, es claro que la inflación duplicó holgadamente los aumentos salariales.

Tamaño cinismo, en estos momentos tan difíciles, no hace sino avivar más el padecimiento de trabajadoras y trabajadores que, desde los primeros meses de este año, vienen reclamando la actualización de sus haberes para poder mantener a sus familias.

El desfinanciamiento de la educación universitaria ha sufrido este año el pico más alto del que se tenga memoria. Y así lo demostraron las masivas marchas para enfrentarlo. Trabajadoras y trabajadores continuarán con el plan de lucha hasta recibir la recomposición que les corresponde.

Y esto no se soluciona con mentiras, sino con hechos y mejoras concretas que comiencen a revertir este camino que ha puesto en riesgo, como nunca antes, la existencia misma de la educación universitaria.

Con vocación de diálogo, pero también con la firmeza y la convicción de siempre, llamamos a la reflexión a la Ministra Petovello y reafirmamos lo que hemos dicho a lo largo de todo este conflicto: sin salarios dignos las universidades no funcionan.

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