30 años del atentado contra la Amia: agenda internacional en Buenos Aires

La hoja de ruta para guiar a los gobiernos en su accionar contra el antisemitismo. Reflexiones sobre la evolución del terrorismo en el mundo

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Una pancarta en la que se lee "Memoria y justicia" y los nombres de las víctimas del atentado de 1994 (Archivo, Reuters/Agustin Marcarian)
Una pancarta en la que se lee "Memoria y justicia" y los nombres de las víctimas del atentado de 1994 (Archivo, Reuters/Agustin Marcarian)

El 18 de julio es siempre una fecha difícil para los argentinos, pasa por nuestra memoria el recuerdo del trágico atentado a la AMIA ocurrido en 1994 y a la Embajada de Israel ocurrido apenas dos años antes. Este año, al cumplirse 30 años del ataque a la AMIA, se decidió que la fecha fuera recordada no solamente por la tragedia sino también por acciones positivas tendientes a evitar que hechos de este tipo vuelvan a repetirse.

Con ese espíritu invitamos a Buenos Aires a los enviados especiales contra el antisemitismo, ministros de Seguridad, parlamentarios internacionales, representantes de Gobierno y de organizaciones internacionales que dijeron presente en una demostración de apoyo y solidaridad con la Argentina, para acompañarnos en la conmemoración del 30 aniversario.

Recibimos la visita de más de 40 delegaciones extranjeras y aprovechamos la presencia de estos representantes para reflexionar juntos sobre la evolución del terrorismo internacional y del antisemitismo, en particular desde el atentado de Hamas contra Israel el pasado 7 de octubre y sobre la posibilidad de adoptar estrategias innovadoras para avanzar en la lucha contra estos flagelos que se han incrementado de manera exponencial a nivel mundial.

Vehículos quemados en la ciudad israelí de Ashkelon tras lanzamientos de cohetes desde Gaza, ocurrido el 7 de octubre de 2023 (EFE/EPA/Atef Safadi)
Vehículos quemados en la ciudad israelí de Ashkelon tras lanzamientos de cohetes desde Gaza, ocurrido el 7 de octubre de 2023 (EFE/EPA/Atef Safadi)

Los preparativos de esa semana especial fueron extensos y exigieron un importante grado de coordinación entre diferentes actores nacionales. Se trató de un esfuerzo conjunto entre organismos estatales y organizaciones de la sociedad civil nacionales e internacionales. Todos unidos en el objetivo común de dar visibilidad a este nuevo aniversario y de hacer todo lo posible para que lograr avances en relación con el reclamo de justicia que plantean los familiares de las víctimas y en la lucha contra el antisemitismo y el terrorismo Internacional, que son prioridades en la agenda del Gobierno nacional.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación tuvo a su cargo, junto con el Congreso Judío Mundial y el Congreso Judío Latinoamericano, de la organización del Foro de Representantes Especiales contra el Antisemitismo que reúne a una treintena de enviados en un diálogo político y de coordinación que se realiza anualmente y que decidió organizar esta sesión el 17 de julio en Buenos Aires como una forma de apoyar la conmemoración del atentado a la AMIA.

Al mismo tiempo, y en forma paralela a la reunión de enviados especiales, los Congresos anteriormente citados organizaron junto con el Ministerio de Seguridad de la Nación y el Congreso Nacional, un encuentro de ministros de Seguridad y otro de parlamentarios que intercambiaron ideas y puntos de vista sobre la misma problemática: cómo hacer frente a la amenaza latente del terrorismo internacional y cómo combatir todo tipo de discriminación y odio incluyendo el antisemitismo.

Un entramado de reuniones se celebró en paralelo, tanto a nivel gubernamental como a nivel de las organizaciones de la sociedad civil. Fue una semana que permitió que la Argentina mostrara el compromiso y liderazgo que mantiene en estos temas.

El Foro de Enviados Especiales contra el Antisemitismo (Cancillería argentina)
El Foro de Enviados Especiales contra el Antisemitismo (Cancillería argentina)

Previamente a la reunión del Foro de Enviados Especiales, el mismo día 17 de julio, la Cancillería Argentina organizó en el Palacio San Martín un encuentro de representantes gubernamentales para endosar un nuevo documento: las Guías Globales para contrarrestar el Antisemitismo. El documento, negociado sobre la base de una idea presentada por la Oficina para el Monitoreo y el Combate al Antisemitismo de los Estados Unidos, se convirtió en una verdadera iniciativa global al ser endosado por más de 35 países y organizaciones internacionales como la Unión Europea (UE), el Consejo de Europa y la Organización de Estados Americanos (OEA).

Se trata de una hoja de ruta para guiar a los gobiernos en su accionar contra el antisemitismo, es lo suficientemente flexible como para adaptarse a distintos contextos nacionales y regionales y tiene vocación de universalidad porque queda abierto a que se sumen no sólo otros países sino también de organizaciones internacionales, regionales y de la sociedad civil.

Destaco el endoso de las guías globales porque, en un momento en el que el mundo atraviesa por un incremento significativo del antisemitismo, es imperioso y urgente que los Estados refuercen su accionar en la lucha contra todo tipo de discriminación y odio en diferentes niveles.

A fin de que estos esfuerzos sean efectivos no es suficiente con el esfuerzo de los gobiernos, se requiere que toda la sociedad tome conciencia de que el incremento del antisemitismo, al igual que todo tipo de discriminación y de violencia, no afecta sólo a la comunidad involucrada sino que puede hacer peligrar la convivencia pacífica y los valores democráticos, por eso es importante reaccionar a tiempo y prevenir situaciones no deseadas.

El lema del Foro de Enviados Especiales contra el Antisemitismo fue “Construyendo un futuro más seguro” y sirvió de marco a los debates que, entre otros temas, vincularon el incremento del Antisemitismo con la amenaza latente del terrorismo internacional. El debate en el Foro se centró en el incremento del antisemitismo y las manifestaciones antisemitas que tuvieron lugar en distintas partes del mundo, en particular, después de los atentados de Hamas del pasado 7 de octubre, en el análisis de las nuevas formas de antisemitismo y en el desafío que representa continuar combatiendo el Antisemitismo en una coyuntura internacional cada vez más compleja. Quedó claro que se trata de un problema global que requiere de un mayor involucramiento de los Estados y de un esfuerzo sostenido de todos los actores.

Los representantes del Congreso Judío Latinoamericano
Los representantes del Congreso Judío Latinoamericano

La agenda del día 17 culminó con la celebración de una Cumbre de Alto Nivel, organizada por el Congreso Judío Mundial y el Congreso Judío Latinoamericano, contó con la participación del presidente de la Nación, Javier Milei y de los presidentes de las hermanas repúblicas de Paraguay y del Uruguay quienes transmitieron mensajes claros y firmes contra el terrorismo, el antisemitismo y el odio.

Al mismo tiempo, la Cumbre marcó el comienzo de los actos conmemorativos del 18 de julio a través del encendido de velas en memoria de las víctimas del atentado y del relato de uno de los sobrevivientes que nos preparó emocionalmente para lo que viviríamos al día siguiente.

El 18 de julio, como cada año, pero esta vez con un público ampliado por la presencia de muchísimos representantes extranjeros y autoridades nacionales, volvimos a revivir el horror. Todos juntos, de pie en la calle Pasteur, volvimos a estremecernos y a llorar al escuchar los testimonios de los familiares de las víctimas y a acompañarlos en su reclamo de justicia.

La responsabilidad de juzgar y condenar a los responsables del atentado a la AMIA y a la Embajada de Israel corresponde a la Justicia argentina. Mientras tanto, desde otras áreas del Estado nacional, vamos a seguir impulsando la lucha contra todo tipo de discriminación y racismo, incluido el antisemitismo, en un esfuerzo conjunto con las organizaciones de la comunidad argentino judía, tratando de generar una sociedad menos indiferente y más comprometida con estos temas.

La semana del 18 de julio puso de manifiesto el liderazgo argentino en la región en relación con esta agenda. Al mismo tiempo, para nosotros, los que trabajamos a diario en estos temas desde nuestros pequeños lugares, lo que sucedió en Buenos Aires durante esos días, significó un impulso para redoblar la apuesta y seguir caminando juntos buscando soluciones nuevas para enfrentar los mismos desafíos, que lamentablemente persisten.

* La autora de esta columna es embajadora extraordinaria y plenipotencia, representante especial para la lucha contra el antisemitismo. Y representante especial de la Argentina ante la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto

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