Museos al aire libre

Las vacaciones de invierno resultan una excusa perfecta para realizar este tipo de planes

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Ver el arte en su contexto natural, permite conectar con el pasado (EFE)
Ver el arte en su contexto natural, permite conectar con el pasado (EFE)

Los museos y espacios culturales resultan un gran atractivo para la sociedad argentina. Tras la época de restricciones que vivimos durante la pandemia de Covid19, hoy los espacios abiertos son más valorados que nunca por todas las personas y el turismo no está ajeno. Al mismo tiempo, los museos al aire libre se constituyen como una solución para la falta de creatividad y exploración física tan preponderante en la época que nos ocupa.

Los museos a “cielo abierto” son, en esencia, vitrinas vivientes de historia, arte y cultura. Caminar entre estructuras significativas, tocar esculturas, conocer nuevas formas, y ver el arte en su contexto natural, permite conectar con el pasado y el presente de una manera dinámica. Son experiencias de lo más enriquecedoras que invitan a todos los miembros de la familia a descubrir nuevos mundos en estas vacaciones de invierno, en las que se espera un 15% más de visitas*, dado el crecimiento que tuvo el turismo local en el último tiempo.

Una de las mayores ventajas de las aldeas históricas es su capacidad para integrar la naturaleza en el proceso educativo y fomentar la apreciación y el cuidado por el medio ambiente. Los niños pueden aprender sobre historia y cultura mientras se rodean de árboles, jardines y paisajes naturales.

La era digital presenta, sin duda, importantes beneficios, pero acarrea también la imposibilidad de “desconectarnos de las pantallas” y vivir el mundo real. Es por ello que los museos son un muy buen momento y lugar para que chicos y grandes dejen el celular y puedan compartir más momentos de integración y charlas familiares.

La libertad que ofrecen estos espacios es un catalizador poderoso para la imaginación infantil: permite que aprendan a la vez que se divierten, que exploren libremente y desarrollen su creatividad. Es por eso, por lo que estos espacios son fundamentales en la oferta de las vacaciones de invierno que se está aproximando.

Sin las limitaciones físicas de un espacio cerrado, los niños pueden convertir un paseo por un parque temático de un pueblo de estilo medieval en una expedición de exploradores, en una épica aventura medieval o en el hogar de personajes imaginarios.

De esta forma, los museos al aire libre representan mucho más que simples colecciones de arte o historia. Son espacios dinámicos donde la imaginación puede florecer sin restricciones. Hoy la educación y la recreación ya no son concebidos como opuestos, sino todo lo contrario, y estos ambientes demuestran que pueden coexistir de manera armoniosa y enriquecedora.

En este sentido, las vacaciones de invierno resultan una excusa perfecta para realizar este tipo de planes, tanto en familia, en pareja o grupos de amigos. Es el momento ideal para aprovechar a compartir momentos, aprender con nuevas experiencias e impulsar la capacidad para soñar y crear.

*Cifras del último indicador arrojadas por la CAME sobre el último fin de semana largo.

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