Las SAD: una opción para levantar el cepo al fútbol

Esta nueva forma de organización de los clubes, que permitirá atrae inversiones nacionales e internacionales, es simplemente una alternativa para solucionar sus deficiencias económicas. No es ninguna imposición a nadie

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Sociedades Anónimas Deportivas
Sociedades Anónimas Deportivas

La libertad es el valor más importante de los seres humanos. Y así como hay que defenderla en todos los ámbitos de la vida, ¿por qué no debe ser defendida en la pasión más característica de nuestro país, el fútbol? Milton Friedman, en su libro Libertad de Elegir supo destacar que un modelo económico que amplía libertades es mejor y más justo que uno que las reprime. Dicho concepto puede aplicarse a la discusión actual entre el Gobierno y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

El fútbol argentino viene perdiendo hace años su competitividad, una situación exacerbada por la crisis económica que azota al país desde hace dos décadas por lo menos. En este contexto, cualquier jugador argentino con potencial elige migrar a otros países de Latinoamérica o Europa, buscando mejores oportunidades y estabilidad económica. Las épocas en las que Argentina podía mantener contratos competitivos con Europa ya no existen.

Es por eso que el gobierno de Javier Milei implementó la posibilidad de permitir la creación de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). El presidente ya reconoció su postura a favor de este modelo, pero la medida no trata de imponer su posicionamiento. La decisión busca abrir el juego, ampliar libertades, una política similar a la de cielos abiertos en el mercado aerocomercial. Las SAD aparecen como una opción que podría revitalizar el fútbol local y brindar múltiples beneficios tanto a los clubes como a sus hinchas.

Las SAD ofrecen una estructura organizativa sólida y transparente que permite una gestión financiera profesionalizada. En términos financieros, la transparencia en la gestión evita el mal manejo de los fondos y asegura que el dinero se invierta de manera adecuada, algo no tan frecuente en los balances de los clubes argentinos.

El punto principal es que atrae inversiones nacionales e internacionales, potenciando el desarrollo del club en todas sus áreas, desde la ampliación de instalaciones hasta la jerarquización de los planteles. Captar la atención de inversores permitiría a los clubes desarrollar proyectos a largo plazo y competir en igualdad de condiciones con los equipos de otros países que ya adoptan este modelo, como el mercado de Brasil. Por poner un ejemplo, las últimas 5 ediciones de la Copa Libertadores fueron ganadas por equipos brasileros gestionados por modelos similares a las SAD.

Pero existen numerosos ejemplos de clubes alcanzaron el éxito deportivo y financiero gracias a la adopción de estructuras empresariales eficientes. Uno de esos casos es el Manchester City. Desde la adquisición por parte de Abu Dhabi United Group en 2008 muestra cómo la inversión extranjera y una gestión empresarial pueden convertir a un club en un gigante del fútbol europeo en pocos años. Desde entonces, el club ganó múltiples títulos y se consolidó como uno de los equipos más poderosos del mundo.

El caso especialmente cercano para los argentinos es el del PSG, que gracias al dinero de los privados se dio el lujo de tener en sus filas a Lionel Messi. Pero hay más. RB Leipzig, de Alemania, fue fundado en 2009 y se convirtió rápidamente en un club de élite, a nivel local e internacional. En poco tiempo, el equipo ascendió a la Bundesliga y compitió de igual a igual en la UEFA Champions League.

Aunque no es una SAD, el modelo de gestión del Barcelona también es un ejemplo de cómo una administración eficiente puede llevar a un club al éxito. La profesionalización de su estructura le permitió a la entidad catalana mantenerse en la élite del fútbol mundial, logrando numerosos títulos y estableciéndose como una marca global.

La implementación de las SAD en el fútbol argentino es una medida crucial para revitalizar su jerarquía y devolverle su competitividad internacional. Con una gestión más profesional y la atracción de inversiones, los clubes podrán retener talentos y mejorar sus infraestructuras, beneficiando a los hinchas y al fútbol local en su conjunto.

Pero volviendo a la cuestión central, la clave está en la libertad de elección de los clubes. Las SAD son simplemente una alternativa para solucionar las deficiencias económicas. El Decreto 70/23 enviado por el Gobierno se basa en modificar el estatuto para que esta posibilidad esté disponible. Nada más. No es ninguna imposición a nadie. Se trata de una opción para levantar el cepo al fútbol argentino y erradicar su pobrismo de las últimas décadas.

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