¿Alcanza con bajar la inflación?

La falta de un liderazgo opositor claro y de propuestas innovadoras ha dejado un vacío que Milei supo aprovechar. Pero también representa un desafío a largo plazo para la estabilidad y el desarrollo argentino

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Javier Milei
Javier Milei

Javier Milei llegó a la presidencia de Argentina en medio de una tormenta perfecta, un fenómeno donde múltiples factores adversos convergen simultáneamente, poniendo a prueba la capacidad de liderazgo y resiliencia de una nación. Esta metáfora nos permitirá analizar con mayor profundidad los desafíos y logros del actual gobierno, revelando las complejidades y oportunidades que surgen en medio del caos.

Desde la conclusión de la segunda vuelta electoral, la opinión pública en Argentina ha mostrado una notable estabilidad, observable tanto en la percepción del electorado como en el comportamiento del mercado. Aunque el mercado presenta fluctuaciones y síntomas variados, la opinión pública mantiene una consistencia sorprendente, con una imagen positiva de Milei situada en un 55%. Este dato sugiere que una parte significativa de la población sigue aferrada a la esperanza y a las expectativas de cambio prometidas por el gobierno actual, mientras que el 45% restante, que rechaza categóricamente a Milei, se encuentra sumido en un estado de tristeza y desesperanza, manteniéndose firme en su postura contraria al gobierno.

El gobierno de Milei ha iniciado lo que denomina “Fase 2″, aunque la opinión pública no parece haber avanzado hacia esta nueva etapa. Mientras que el mercado muestra signos de mayor ansiedad, la percepción de la opinión pública sigue anclada en la fase inicial. Este fenómeno puede interpretarse como una falta de comunicación efectiva o una desconexión entre las acciones del gobierno y las percepciones del electorado. Los ministros del gobierno, inicialmente desconocidos, han comenzado a ganar visibilidad y a ser asociados con la imagen de Milei, lo que sugiere un intento deliberado de presentar un equipo cohesionado y competente. Esta estrategia busca fortalecer la imagen del presidente y consolidar la percepción de un liderazgo unificado y efectivo.

Un estudio reciente de una consultora local ha indicado que la inflación ha dejado de ser la principal preocupación de la población, siendo superada por la percepción de que el gobierno está abordando estos problemas de manera efectiva. Esta percepción se ha visto reforzada por la acción visible del gobierno, que parece estar combatiendo eficazmente la inflación y otros problemas económicos. No obstante, esta mejora en la percepción no implica una resolución de los problemas subyacentes, sino una mayor confianza en que el gobierno está tomando medidas al respecto. Este cambio en la percepción pública refleja un fenómeno psicológico donde la percepción de acción puede ser tan importante como la acción misma, generando un sentimiento de esperanza y paciencia entre los ciudadanos.

Lo que algunos llaman el “dolor soportable” sugiere que los ciudadanos pueden tolerar ciertos sacrificios mientras mantienen la esperanza de una mejora futura. Sin embargo, este esfuerzo tiene un límite, y la acumulación de dolor y sacrificios puede eventualmente quebrar la voluntad de la población. En este contexto, consultores de opinión estiman que un 10% del electorado de Milei podría perder la paciencia antes de fin de año, mientras que otro 15% está dispuesto a aguantar hasta las elecciones de medio término del próximo año. Esta frontera de dolor es un concepto crucial para entender la resiliencia del electorado y su capacidad para soportar dificultades en espera de una recompensa futura. La gestión de esta tolerancia al dolor será vital para la estabilidad del gobierno de Milei y su capacidad para mantener el apoyo popular.

El panorama económico de Argentina es complejo. El sistema educativo enfrenta niveles alarmantemente bajos que plantean interrogantes sobre el futuro de una generación de jóvenes. Según datos del Ministerio de Educación, menos del 50% de los estudiantes de nivel secundario logran completar sus estudios en tiempo y forma, y los niveles de comprensión lectora y matemática son alarmantemente bajos en comparación con estándares internacionales. Esto se traduce en un capital humano insuficiente para competir en una economía globalizada. Las PYMES, que representan una parte crucial del tejido económico y social del país, están luchando por sobrevivir bajo una presión fiscal asfixiante. Más del 70% de las PYMES consideran que la carga impositiva es uno de los principales obstáculos para su crecimiento y sostenibilidad. La falta de financiamiento y la burocracia excesiva son barreras adicionales que dificultaron su desarrollo, temas en curso de reforma por parte del actual gobierno.

La administración de Milei heredó una economía devastada por políticas populistas y un Banco Central en bancarrota, con un pasivo remunerado del 9% del PIB. La administración actual implementó una devaluación significativa y un ajuste fiscal sin recurrir a la emisión monetaria para financiar el déficit, lo cual ha tenido un costo social considerable. Según el INDEC, la pobreza afecta al 42% de la población y la indigencia al 10%, cifras que reflejan el impacto de las medidas de ajuste sobre los sectores más vulnerables.

La presión fiscal continua, el cepo cambiario, los reclamos sociales y una oposición implacable complican aún más la situación. Las protestas sociales, que han aumentado en frecuencia e intensidad, reflejan el descontento de amplios sectores de la población que sienten que las políticas del gobierno no están mejorando sus condiciones de vida. La oposición política, fragmentada pero vocal, ha bloqueado varias iniciativas legislativas clave, dificultando la implementación de reformas estructurales necesarias.

El reciente atentado contra Donald Trump añade otra capa de incertidumbre. La estrecha relación entre Milei y el candidato republicano podría traducirse en un mayor apoyo del FMI, facilitando la estabilización económica de Argentina. No obstante, este apoyo externo no es una solución mágica y el reloj de la paciencia social sigue corriendo inexorablemente.

Donald Trump y Javier Milei
Donald Trump y Javier Milei

El comportamiento del dólar y su impacto en la economía también juega un papel importante en la percepción pública. Para gran parte de la población, el dólar es un termómetro que indica el clima económico general, aunque no interactúen directamente con la divisa. La volatilidad del dólar genera incertidumbre y afecta la percepción de estabilidad económica, lo que a su vez impacta en la confianza en el gobierno. La gestión de esta percepción es crucial para mantener la estabilidad política y económica del país.

El escenario político argentino actual refleja una profunda crisis de liderazgo en los partidos tradicionales. La figura de Macri y el PRO, por ejemplo, se han desgastado considerablemente. Esta pérdida de relevancia se debe a la incapacidad de estos actores políticos para adaptarse a los cambios y las demandas del electorado moderno. Del mismo modo, el kirchnerismo, liderado por Cristina Fernández de Kirchner, ha perdido su capacidad de construir un futuro político viable, atrapado en un ciclo de repetición de fórmulas que ya no resuenan con la mayoría de los votantes.

En este contexto, la necesidad de construir nuevas identidades políticas y ecosistemas que puedan ofrecer soluciones a largo plazo es evidente. Tanto el liberalismo como el progresismo están en una fase de construcción de futuro que aún no ha mostrado resultados tangibles. La falta de un liderazgo claro y de propuestas innovadoras ha dejado un vacío que Milei supo aprovechar, pero que también representa un desafío a largo plazo para la estabilidad y el desarrollo del sistema político argentino.

En conclusión, la situación actual de la opinión pública en Argentina refleja una compleja interacción de percepciones, acciones gubernamentales y contextos políticos. La estabilidad de la percepción pública bajo la gestión de Milei muestra una resistencia notable, aunque la acumulación de sacrificios y desafíos económicos puede eventualmente poner a prueba esta resiliencia. La capacidad del gobierno para gestionar esta “frontera de dolor tolerable” y mantener la esperanza del electorado será crucial para su estabilidad y éxito a largo plazo. La renovación de los liderazgos políticos y la construcción de nuevas identidades políticas serán esenciales para enfrentar los desafíos futuros y garantizar un desarrollo político y económico sostenible para el país.

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