Ludopatía: irresponsable promoción de las apuestas online entre menores

Se explota la ilusión de la plata fácil. Muchos influencers lo recomiendan a sus seguidores adolescentes como un entretenimiento sin consecuencias. Las apuestas son presentadas como algo postivo y sin riesgos

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La ilusión de que se puede desarrollar estrategias o habilidades para ganar, genera una falsa sensación de control que refuerza la conducta de aportar repetidamente (Imagen Ilustrativa Infobae)
La ilusión de que se puede desarrollar estrategias o habilidades para ganar, genera una falsa sensación de control que refuerza la conducta de aportar repetidamente (Imagen Ilustrativa Infobae)

A todos nos gusta ganar, cuando discutimos por algo, es común que se tire la pregunta ¿qué te apuesto? Estamos dispuestos a ganar, pero también a que el otro pierda algo si tengo razón.

Muchos creen que pueden desarrollar estrategias o habilidades para ganar, lo que les da una falsa sensación de control sobre el resultado. Esta ilusión puede reforzar la conducta de apostar repetidamente, en personas que tienen un fuerte deseo de competir y demostrar sus habilidades, y las apuestas proporcionan una plataforma para hacerlo. Ganar en las apuestas puede ser visto como una confirmación de superioridad o destreza, una ocasión para sentirme mejor que el resto: “Yo la vi y vos no”.

La posibilidad de ganar plata rápido y fácil, sin tener que trabajar tiene un atractivo poderoso. En un contexto de inseguridad económica o falta de oportunidades laborales, las apuestas pueden parecer una solución atractiva. Ganar grandes sumas puede traer reconocimiento y estatus entre pares, lo cual es muy valorado en la juventud. El deseo de ser admirado y respetado puede llevar a los jóvenes a tomar riesgos en las apuestas. En contextos de rebeldía propios de los adolescentes que no quieren escuchar a sus padres y les aburren sus docentes, prefieren las voces de sus “influencers” cuya sabiduría es validada por un tilde azul y la cantidad de seguidores. Muchos de éstos, irresponsablemente y solo porque lo consideraron una acción de marketing, recomiendan los juegos online, lo hacen como algo divertido, sin consecuencias para los que quieran usarlos, un mero entretenimiento donde apostar puede ser percibido como algo positivo y sin riesgos.

En un Documento conjunto los equipos de Pastoral Social de todo el país abordaron las preocupaciones de la Iglesia sobre la problemática de las apuestas “online”.

“Coincidimos en que se está naturalizando una conducta muy nociva para todas las personas, de nuestras ciudades, pueblos y comunidades rurales”, señala el texto.

“Advertimos que es una realidad que no discrimina ni clase social ni regiones geográficas. En el contexto socioeconómico que vivimos desde hace décadas, nos preocupa profundamente cómo esta práctica adictiva socava la cultura del trabajo y del esfuerzo, además de lo gravoso que resulta fomentar una conducta que genera adicción”. Advierten sobre el problema: “Debemos afirmar, una vez más, que la legalización de juegos ‘online’ logró dos cosas: aumentar la riqueza de quienes manejan el negocio y, paralelamente, aumentar la cantidad de apostadores en general y de adictos ludópatas o potenciales ludópatas. Nunca se debió permitir”.

Muchos medios de comunicación no dejan de hablar de esta problemática y también observamos que hay “influencers” y comunicadores que cuentan que fueron tentados con mucho dinero para promocionar sitios de apuestas y decidieron resignar esas sumas y no exponer su trayectoria y su fama por una causa que, por donde se la mire, es insana para las personas.

Preocupante: los adolescentes están presentando cuadros de ludopatía
Preocupante: los adolescentes están presentando cuadros de ludopatía

En un informe de la Fundación Éforo se daban algunos datos interesantes:

  1. El 41% de las apuestas están vinculadas al fútbol.
  2. En la Argentina las apuestas son legales recién para las personas mayores de 18 años, pero los jóvenes falsifican datos para poder apostar en plataformas donde la facilidad para registrarse y la diversas opciones de pago los incentivan aun mas a hacerlo.
  3. De 24 sitios declarados de apuestas, 18 son ilegales.
  4. En 2023, 19 millones de personas en el mundo apostaron por internet y aumentaron un 150% las visitas a las plataformas ilegales, estas plataformas no piden límite de edad, ni chequean que el que apuesta disponga de fondos.
  5. La ludopatía presenta síntomas difíciles de ocultar, impulso incontrolable, depresión, ansiedad, alteraciones del sueño, caída en el rendimiento escolar.

Anteriormente el juego estaba regido por la Lotería Nacional, pero posteriormente el juego pasó a depender de cada una de las provincias. En 2019, en la Provincia de Buenos Aires, en tiempo en que María Eugenia Vidal era la gobernadora, se aprobó la posibilidad de las apuestas online por unanimidad del massismo y el PRO.

En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, si entramos a la Página de la Legislatura, en una nota del 2019, se lee: “Tanto el Gobierno de la Ciudad como el de la Provincia de Buenos Aires se comprometen a promover, estimular y desarrollar por todos los medios el juego saludable y responsable”. Podemos apreciar en qué terminó esta “promoción saludable del juego”: en vicio.

Continuaba diciendo el documento eclesial: “Sabemos que la problemática se está tratando en comisiones de la Cámara de Diputados de la Nación, y que también hay proyectos provinciales y municipales. Esto es positivo porque no hay duda de que este flagelo es una pandemia que va creciendo de manera exponencial”. Sin embargo, en el Congreso Nacional se presentaron 23 proyectos de ley (16 en Diputados, 7 en Senadores) para la “regulación del juego online”. Si estamos de acuerdo en lo nefasto de las consecuencias que acarrea el juego, no debería ser tan difícil aunar las distintas propuestas, dejando de lado los personalismos y reparando el daño que le han causado a tanta gente.

Y finalizaba compartiendo lo que nos pasa a todos: “Nos preocupa, además, que se vinculen las apuestas “online” con el deporte, especialmente con el fútbol. Todos sabemos que en la patria de los ‘campeones del mundo’ el fútbol, por ser el deporte más popular, tiene un fuerte arraigo cultural y afectivo en cada rincón del país. Es penoso que desde ámbitos del deporte se promocione algo que va en contra de la salud. ¿Adónde nos están conduciendo los que promocionan esto? ¿Qué buscan fomentando algo tan peligroso y dañino para la sociedad? ¿Por qué lo hacen?”

“Estamos dispuestos a colaborar y a ayudar para terminar con este flagelo que nos afecta a todos, sin importar región o clase social, y que repercute sobre todo en los sectores más vulnerables”, termina aconsejando este documento unificado por las Pastorales Sociales del país.

Un tema respecto al cual no podemos ser indiferentes.

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