China: asertiva o confrontación

La política exterior china podrá ser “asertiva” pero no deja de ser “confrontativa” al exigir un sistema de gobernanza global multipolar

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La política exterior del presidente chino Xi Jinping implica confrontación (Reuters)
La política exterior del presidente chino Xi Jinping implica confrontación (Reuters)

El Comité de Asuntos Asiáticos del CARI manifestó su respaldo a la política exterior de China en la reunión del 26 de junio calificándola de “asertiva”. El adjetivo pretende destacar la finalidad de una presencia activa en los asuntos internacionales en contraposición a la posición mantenida hasta 2013 en coincidencia con el nombramiento de Xi Jinping como Secretario General del Comité Central del PCC y Presidente de la Comisión Militar Central el 15 de noviembre de 2012 y Presidente del país el 15 de marzo de 2013.

El 28 de junio el Presidente Xi Jinping recordó los 70 años de la declaración de los “Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica” surgidos durante las conversaciones entre Jawaharlal Nehru y Chou En-lai, plasmados en el Acuerdo denominado Panchsheel e incorporados en la Declaración de Bandung en 1955. Los cinco principios que deberían guiar la política exterior son: respeto a la soberanía e integridad territorial, no agresión, no injerencia en los asuntos internos, igualdad y cooperación de beneficios mutuos y coexistencia pacífica. En 1950, China intervino en la guerra de Corea apoyando la invasión del régimen de Kim Il-sung a pesar de la condena de las Naciones Unidas; en 1951, anexó el Tibet; en 1962 invadió India por reclamos territoriales; en 1969 se produjeron graves incidentes armados con la Unión Soviética; en 1979 atacó a Vietnam como represalia por la ocupación de Camboya y en 2013 extendió su soberanía al Mar de China Oriental y sus islas.

Durante los años de la Revolución Cultural, China desplegó una intensa campaña de interferencia en los asuntos internos de otros países criticando la política de coexistencia pacífica de la Unión Soviética. Los líderes consideraban en esos años que la coexistencia pacífica era una política revisionista tendiente a capitular ante el capitalismo y alentaron los movimientos guerrilleros en Asia y otras regiones incluyendo América Latina. Después de la muerte de Mao y el golpe de estado de 1976, China bajo la conducción de Deng Xiaoping inició un período de estrecha colaboración con los Estados Unidos que incluyó la contención de la Unión Soviética y Vietnam y la eliminación de la insurgencia comunista en los países del sudeste asiático a cambio de ayuda económica para rectificar su modelo autárquico por la apertura a la inversión extranjera e integración en la economía mundial.

El Comité de Asuntos Asiático sostuvo en línea con los cambios introducidos por Xi Jinping que la nueva política “asertiva” aspira a recuperar el papel protagónico de China en el escenario mundial y evitar la reiteración de las ocupaciones imperialistas del Sigo XIX. Xi Jinping utiliza el término “rejuvenecimiento” para enfatizar el destino de grandeza de la civilización china y junto con ella el ensalzamiento del Partido Comunista como único representante del pueblo.

Con estas premisas, el Comité alabó el apoyo de China a Hamas calificándolo de lucha contra la ocupación y calificó las acciones militares israelíes en Gaza como un intento de “aniquilamiento del pueblo palestino”. En el mismo sentido, consideró “hipócrita” la política de los Estados Unidos en Medio Oriente y celebró el acuerdo entre China y Arabia Saudita para la “desdolarización” del intercambio comercial. También justificó la represión de China y Rusia a los reclamos de las minorías musulmanas en ambos países por estar “instigados” por intereses foráneos.

La política exterior china podrá ser “asertiva” pero no deja de ser “confrontativa” al exigir un sistema de gobernanza global multipolar compartido con Rusia como lo reflejan los documentos firmados entre ambos cuestionando también la validez del sistema democrático occidental. En esta campaña para extender su influencia, China apoya a los regímenes totalitarios con la excusa de no injerencia y justifica la invasión rusa a Ucrania por razones de seguridad.

En momentos críticos de la realidad internacional donde se enfrentan dos modelos de organización institucional la penetración en los medios académicos resulta importante para actuar sobre los formadores de opinión e influenciar las decisiones políticas. El Director del Comité, Jorge Malena, expresó su coincidencia con las posiciones vertidas en el seminario y explicó que los documentos preparados por los miembros tenían la finalidad de esclarecer y colaborar con las autoridades. Sin embargo, la pérdida de profesionalidad y su reemplazo por un alineamiento desinhibido solo suma confusión y desorientación en el análisis de la situación global.

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