La intervención Argentina en la OEA

Es interesante que estos foros reflejen la diversidad de pensamiento existente en los países de América, en contraposición a la agenda que últimamente venía siendo liderada más desde Estados Unidos y Canadá.

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De izquierda a derecha, el sacerdote católico Guillermo Marcó; el juez de la Corte Ricardo Lorenzetti; el rabino Daniel Goldman y el líder islámico Omar Ahmed Abboud durante la reunión de la OEA.
De izquierda a derecha, el sacerdote católico Guillermo Marcó; el juez de la Corte Ricardo Lorenzetti; el rabino Daniel Goldman y el líder islámico Omar Ahmed Abboud durante la reunión de la OEA.

Durante la semana pasada fuimos invitados por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Dr. Luis Almagro, en calidad de Embajadores designados por dicha entidad, los co-presidentes del Instituto de Diálogo Interreligioso (IDI), rabino Daniel Goldman y dirigente Islámico Omar Aboud. Junto a Lucas Randle, secretario ejecutivo, el empresario José Stoiser y Gabriel Saposnik, participamos en la 54ª Asamblea General celebrada en Asunción, Paraguay.

Es destacable la amabilidad del pueblo y del Gobierno paraguayo, quienes fueron los anfitriones del evento.

El día previo a la asamblea estuvo dedicado a escuchar las voces de la sociedad civil, los trabajadores, el sector privado y otros actores sociales. Durante la tarde, tuvimos un panel sobre la justicia ambiental desde la perspectiva de las tradiciones religiosas, donde las exposiciones fueron muy valoradas por las perspectivas y visiones relacionadas con la espiritualidad y la vida religiosa plural, proporcionando un aire fresco y un diálogo renovador.

El objetivo era vincular el Derecho Ambiental con la encíclica Laudato Si y nuevas configuraciones en la acción de la sociedad civil en nuestro continente, culminando con una brillante disertación del Dr. Ricardo Lorenzetti. También fue interesante nuestra reunión con el embajador argentino en Paraguay, Dr. Guillermo Nielsen, la canciller argentina Diana Mondino y la embajadora Sonia Cavallo.

La posición argentina, con el cambio de gobierno inicialmente causó sorpresa, ya que generalmente las Asambleas Generales abordan temas preestablecidos por algunos países miembros.

Varios expositores mencionaron la dificultad para introducir temas diferentes a lo políticamente correcto de los últimos años. Este fue el caso de un joven de Argentina, Franco Coluchi (Global Center for Human Rights y Frente Joven), quien fue vocero de la coalición “Juventud y Libertades” y habló en nombre de millones de jóvenes de todo el continente comprometidos con la defensa de la libertad en las Américas. “Las organizaciones que represento centran su trabajo diario en cumplimiento con los mandatos recibidos por la OEA en relación con la defensa de la libertad y la promoción de la participación juvenil en los diversos ámbitos de la sociedad. Nos preocupa que los debates y políticas promovidas en la OEA disten mucho de estos mandatos. Los debates sobre la juventud en la OEA deberían centrarse en estrategias y políticas de empleo, desafíos educativos, deserción escolar, salud integral y especialmente salud mental. Sin embargo, observamos un sesgo y un enfoque casi exclusivo en temas relacionados con la sexualidad juvenil, que aunque es una etapa de grandes cambios, no debería ser el único tema en la agenda juvenil”, afirmó.

El Presidente de Paraguay, Santiago Peña; Luis Almagro, secretario general de la OEA; y el sacerdote Guillermo Marcó
El Presidente de Paraguay, Santiago Peña; Luis Almagro, secretario general de la OEA; y el sacerdote Guillermo Marcó

“En las resoluciones de la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos de la OEA este año, tanto en el Proyecto Ómnibus de Derechos Humanos, Democracia y Derecho Internacional, buscamos temas que realmente representen a la juventud de nuestras naciones y encontramos que no se mencionan políticas familiares (siendo la familia el núcleo fundamental de toda sociedad), empleo, salud integral ni políticas juveniles. En palabras del general José de San Martín, padre de la Libertad: ‘Hace más ruido un hombre gritando que cien mil callando’. Jóvenes de todas las naciones, sigamos hablando, participando y defendiendo nuestros derechos. No permitamos que nos silencien ni que hablen por nosotros. Porque ‘si somos libres, todo nos sobra” , terminó diciendo Coluchi.

Cuando Argentina anunció que no apoyaría algunas posiciones relacionadas con estos pensamientos, otros países como Perú, El Salvador y Paraguay se le sumaron. Es interesante que estos foros reflejen la diversidad de pensamiento existente en los países de América, en contraposición a la agenda que últimamente venía siendo liderada más desde Estados Unidos y Canadá. La disensión saludable y la apertura a distintas realidades enriquecen estos espacios.

El ambiente en la Asamblea fue cordial y se llegó rápidamente a un consenso en el texto final. La canciller Diana Mondino expresó: “Hemos roto el cono del silencio”. Es positivo que cada vez más voces sean escuchadas.

También es importante reconocer que este foro previo a la Asamblea fue incentivado por el actual secretario general, Luis Almagro, y su principal asesor, Gustavo Cinosi. En este sentido, el IDI propuso la creación de instancias que fortalezcan la convivencia integral, fomentando la cultura del encuentro, el fortalecimiento de la democracia y el pluralismo.

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