“Los objetivos de las organizaciones de trabajadores residen en la participación plena, la colaboración institucionalizada en la formulación del Proyecto Nacional y su instrumentación en la tarea de desarrollo del país. Los trabajadores tienen que organizarse para que su participación trascienda largamente de la discusión de salarios y condiciones de trabajo. El país necesita que los trabajadores, como grupo social, definan cuál es la comunidad a la que aspiran, de la misma manera que los demás grupos políticos y sociales”.
Juan Domingo Perón
“Nuestra patria tiene todo lo necesario para que sus hijos sientan el gozo infinito de la vida. Dios nos ha brindado riquezas incalculables: sólo falta que asumamos la decisión irrevocable de realizar la empresa que nos aguarda”.
Juan Domingo Perón
El 1° de julio se cumplen cinco décadas de la partida del líder de la Revolución Justicialista, del General y tres veces presidente del país Juan Domingo Perón. En 2024 se cumplen además cincuenta años de la formulación del Modelo Argentino para el Proyecto Nacional y del Plan Trienal para la Reconstrucción y la Liberación Nacional.
El Modelo Argentino para el Proyecto Nacional es la última obra del líder que refundó y revolucionó la política argentina. Allí condensó una doctrina que es resultado de la cultura, de los valores y de la historia de lucha de nuestro pueblo. En el documento quedó expresada la capacidad inigualable del estadista que dedicó su vida a construir una patria libre, justa y soberana.
La idea ordenadora de la obra que Perón formuló junto a Vicente Damasco y otros colaboradores es que el país necesita un Modelo que exprese el ser nacional y que condense su mandato histórico. El Modelo no era una ideología o una teoría especulativa, sino que implicaba el reconocimiento de los valores sentidos y comprendidos que orientaban políticamente a la comunidad y que le daban su unidad de destino.
Perón convocó al pueblo y a sus dirigentes a formular los principios de su Modelo, para luego poder construir un Proyecto Nacional. La tarea puso en movimiento la creatividad y la inteligencia del pueblo libre organizado. Perón remarcó que “sólo la idea vence al tiempo. Hagamos de ella nuestro medio esencial para la lucha interna”.
Luego de años de desencuentros y de violentos enfrentamientos, el mandatario hizo una convocatoria a un gran acuerdo de todos los argentinos y los llamó a forjar un conjunto de coincidencias nacionales sobre los cuales refundar la patria. En este sentido sostuvo: “Tenemos la responsabilidad histórica de definir el país que deseamos, con el propósito de abandonar las luchas internas que desgastan nuestra esperanza y nos desvían del camino por el que podemos y debemos transitar”.
Perón destacó que el pueblo libre es el sujeto de la historia universal. Su anhelo a lo largo de los tiempos ha sido la liberación social, económica, política, cultural y espiritual. Nuestro Modelo Argentino no era ni el propio del individualismo egoísta liberal, ni el del esclavo del totalitarismo del Estado Comunista. Nuestro ser nacional adquiría entidad y desarrollo histórico en la Comunidad Organizada, en el marco de una democracia social y de una patria justa, libre y soberana.
En los últimos siglos, la Comunidad había adquirido la forma nacional, antesala del Continentalismo, de la Tercera Posición y de la tendencia al universalismo. Para poder integrarnos al mundo y no naufragar en la corriente histórica, era necesario clarificar nuestro Modelo, construir e implementar nuestro Proyecto y mantener organizada y consiente a nuestra Comunidad.
En la segunda parte del Modelo Perón introdujo temas de organización y cuestiones institucionales que son sumamente actuales. Retomó y extendió el concepto de la Comunidad Organizada que fue presentado en el año 1949, describió las bases del ámbito económico, presentó los lineamientos para una política científica e intelectual nacional y llamó la atención sobre la necesidad de cuidar la ecología o nuestra Casa en Común como actualmente dice el Papa Francisco.
En el Modelo Perón se refirió a la falta de representación de los partidos demoliberales. En línea con la histórica tradición justicialista, propugnó la organización del pueblo de abajo hacia arriba y fomentó la intervención protagónica de los representantes de los obreros, de los militares, de los intelectuales y hombres de cultura, de los empresarios y de la Iglesia. Para institucionalizar su aporte al proyecto, propuso crear una Consejo Para el Proyecto Nacional. Sostuvo que “el ciudadano se expresa como tal a través de los partidos políticos, cuya vigencia lleva al funcionamiento de los cuerpos políticos legislativos y ejecutivos. Pero también el hombre, a través de su condición de trabajador, intelectual, empresario, militar, sacerdote, etc., tiene que organizarse para participar en otro tipo de recinto, como puede ser, por ejemplo, el Consejo para el Proyecto Nacional Argentino. Este ente debe enfocar su tarea hacia la gran obra de formulación del Proyecto Nacional, en la cual todo el país tiene que empeñarse”.
En el Modelo se refirió extensamente al rol de los trabajadores en la historia y en el futuro nacional. Perón remarcó que “el trabajo es un derecho y es un deber, porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume”. Se comprometió a garantizar los Derechos del Trabajador, valores centrales del Modelo y del Proyecto Nacional Justicialista.
Subrayó el hecho de que “Los trabajadores constituyen uno de los pilares del proceso de cambio. En el momento en que teníamos que rescatar a la sociedad argentina de una concepción liberal, los trabajadores configuraron la columna vertebral del proceso”. Para cumplir esta tarea nos convocó a organizarnos y “En la comunidad a la que aspiramos, la organización de los trabajadores es condición imprescindible para la solución auténtica de las necesidades del pueblo”.
Destacó que los sindicatos libremente organizados eran los pilares fundamentales de la Comunidad Organiza y nos recordó la importancia de la unidad y “de la indivisibilidad de la clase obrera organizada. Se requiere, en consecuencia, una sola central obrera. El fundamento del vínculo es la solidaridad”.
En síntesis el Modelo es una guía práctica y sencilla que orienta la forma de volver a ser una gran Nación donde el Pueblo sea feliz y construyamos la grandeza de la Patria.
De la formulación del Modelo a la actualidad, pasaron ya varias décadas. El país padeció una terrible dictadura que se propuso terminar con las chimeneas que levantó Perón y abolir los derechos que instauró la Revolución Justicialista. En cuatro décadas de democracia en la Argentina ni se viste, ni se educa, ni comen dignamente la mitad de los compatriotas.
Más aun , es tal el abandono a estos principios por muchos de los que condujeron los destinos del país y del peronismo, que hoy se animan ante tales fracasos a cuestionar los principios de solidaridad , bien común y justicia social que profundamente calaron en la conciencia de nuestro pueblo , valores que alimentaron el desarrollo de nuestra comunidad organizada. Y las organizaciones sindicales , verdaderas organizaciones libres del Pueblo, tienen una responsabilidad mayúscula junto a quienes mantienen en alto la doctrina y los principios que hicieron grande a nuestra Patria.
El naufragio social de la mayoría, coexiste con la inexistencia de una dirigencia que es capaz de recuperar un Modelo y de proponer e implementar un Proyecto Nacional.
La reedición actual del Modelo Argentino para el Proyecto Nacional que estamos impulsando parte de la certeza de que en esa obra tenemos muchas de las soluciones a los problemas del subdesarrollo y de la decadencia del país.
Es hora de volver a Perón, en Perón está en el futuro.